MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Cantaremos cuando haga falta

image

La sociedad moderna está compuesta, al igual que el universo, por una variedad infinita de sonidos. La diferencia entre los sonidos existentes en el universo y los sonidos de la sociedad moderna radica en que estos últimos se han vuelto una plaga contaminante que provoca malestar e impacta de manera negativa en los receptores de éstos sin que se den cuenta de ello. Tales son los daños físicos y espirituales, que el ruido genera riesgos a la salud cardiaca del individuo provocando daños a la circulación, dolor de cabeza y hasta sordera. Asimismo, provoca que los seres humanos adopten comportamientos que suelen ser autodestructivos y que pueden alcanzar niveles irreversibles, como el uso de sustancias nocivas, la afiliación a grupos delictivos o hasta caer en el suicidio.

Aquiles Córdova Morán explica en su libro “La música popular mexicana” que “en el mundo moderno, el exceso de ruido, su permanencia e intensidad, que eventualmente provoca hipoacusia, también va transformando al hombre en un ser cada vez menos capaz de escuchar la música en toda su riqueza, toda su variedad, en todos sus matices y tonalidades, y entonces la gente se va identificando con la música que tiene menos música y más ruido, que tiene como fondo, como verdadero valor, el ruido, el escándalo, la estridencia”. 

Esto es relevante, porque el 30 de septiembre del presente año, el Movimiento Antorchista Nacional (MAN), llevará a cabo la 1era Jornada del Concurso de Voces en diferentes entidades de la república con el fin de rescatar la música popular; hacer que el pueblo cante, pero que cante no solo por cantar, sino porque nuestra organización es fiel creyente de que la música popular es una herramienta para poner de manifiesto lo que el ser humano lleva en el alma, lo que ama y lo que le duele. Sin embargo, somos conscientes de que esto no lo logrará siendo un simple consumidor pasivo de la música, el hombre y la mujer deben cantar, porque no hacerlo es una grave mutilación al espíritu. Por esta razón, llevaremos música popular mexicana al pueblo, pero en voz del propio pueblo; de amas de casa, campesinos, obreros y estudiantes que entonarán los versos y melodías de los mejores expositores que este género musical parió en el seno de nuestra sociedad.

¿La razón de nuestro evento? Podríamos decir que es clara, sin embargo, quiero abordar esto en dos términos. a) La reivindicación de la música popular a través de nuestro concurso de voces es la manifestación práctica con la que nosotros protestamos en contra del ruido y de lo perjudicial que es éste para el individuo, como lo menciona nuestro querido maestro en su libro. Debería ser una exigencia del hombre moderno el frenar la contaminación ambiental, la cual es efecto de la instauración del capitalismo industrial; una contaminación que enferma física y mentalmente a los humanos; b) Estamos librando una lucha contra la trivialización y la mercantilización de la cultura. La mayor parte de la población mexicana vive en la pobreza, sin recursos para satisfacer necesidades tales como educación, vestido, vivienda, alimento y salud. Nuestra sociedad está privada de lo elemental para vivir y a su vez de procurarse cultura. Nuestro pueblo sólo puede procurarse la cultura embrutecida por el capitalismo que ha sido convertida en una mercancía la cual es burda y hasta vulgar, esto explica por qué nuestras juventudes admiran y adoran a ídolos ridiculizados por la misma industria, sumidos a su vez en un sin fin de vicios propios de una economía decadente que no tienen nada bueno que ofrecerle a la sociedad.

Los antorchistas somos enemigos de la cultura capitalista, estamos en contra de que la niñez y la juventud admire a aquellos que consumen estupefacientes, que lucran con sus cuerpos para vender sus “materiales discográficos” – es cierto – la culpa ni siquiera es de los propios “artistas” que genera el capital, pero esto no quita, que sus ejemplos causan un impacto significativo en nuestra sociedad y particularmente en las juventudes, que muchas veces no están lo suficientemente vacunadas contra tanta basura mediática y estereotipada.

En conclusión, cantaremos este fin de semana, con la plena conciencia de que la música surgió como una forma de expresar las emociones y porque aquellos que no cantan han sufrido la mutilación de algo tan valioso como lo es el canto. Los mexicanos tienen que volver a cantar; hacer de la canción una herramienta para la liberación de la opresión cultural capitalista. Fue el pueblo quien originó la música popular y es por ello que necesita arrancarla de la gran industria cultural de los burgueses y ponerla de nuevo sobre el piso, para que nuestros jóvenes se armen con esta coraza y se protejan de toda enajenación y subyugación ideológica.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más