MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Campañas de linchamiento mediático de la 4T, peligro para México

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Si hay alguna habilidad en la que destaca Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es la de hacer campañas, pero de odio y linchamiento mediático, su marrullería porque sus resultados como jefe de Estado han demostrado que no tiene la más mínima idea de cómo se debe dirigir un país como México.

AMLO carece de la sensibilidad política para escuchar a sus gobernados, para entender la diversidad política que impera en el país, no sabe que se debe gobernar escuchando las propuestas de los grupos opositores ya sean los partidos políticos o las masas organizadas. Ha demostrado ser un político de lo que él mismo ha llamado viejo régimen, de esos truchimanes que en la política oficial no la bailan sin huarache. 

¿Y qué se puede esperar cuando se tiene en la presidencia de la república a un político del estilo de un López Mateos o Díaz Ordaz? Ciertamente, nada bueno, y bastaría mirar un poco la historia del México contemporáneo para darse cuenta de que, con López Mateos inicia la guerra sucia, y con Díaz Ordaz, la represión abierta hacia la sociedad civil. Los políticos de esta cepa son nocivos.

Es de todos sabido que el presidencialismo es una forma de gobierno en la que es la figura del titular del Poder Ejecutivo la que tiene más peso y, por tanto, se hace lo que diga el señor presidente. 

Costó mucho esfuerzo a la sociedad mexicana el que, desde finales del siglo pasado, la figura del presidente dejara de ser tan arrolladora; con la creación de leyes e instituciones se lograron los contrapesos necesarios. Estas medidas no surgieron en automático de las ideas de los políticos, sino que obedecen a una realidad social que exige mayores libertades. Bien que mal, hasta ahora, los políticos habían entendido esta nueva política, a veces en contra de su voluntad, respetaban esas instituciones, y cuando no, la opinión y movilización pública los hacía retomar el camino.

En este momento conviene preguntar ¿a quién beneficia la existencia de organismos y leyes que regulen el poder del presidente? El único beneficiado en esto es el pueblo mexicano, y así mismo es el único perjudicado en caso de que suceda lo contrario. 

Durante los últimos años, la clase política gobernante ha querido evadir estas leyes e instituciones que, como ya dijimos, no lo ha logrado, y ha sido hasta la llegada de la 4T cuando se han debilitado seriamente lo cimientos de estos. La clase política en el poder se ha fortalecido, mientras que los ciudadanos cada vez pasan a ser espectadores de su propio destino.

La propuesta de reforma electoral que ha hecho Andrés Manuel López Obrador es un paso más hacia el autoritarismo. Los aspectos fundamentales de la reforma son: “un nuevo árbitro electoral, menos consejeros, bajar el número de diputados, reducir el financiamiento público para los partidos, nuevas reglas para las consultas y cambios en los tiempos en radio y tv” (AnimalPolítico)

El problema principal de estas propuestas es que no se sustentan en argumentos claros, sino en creencias y descalificaciones y el discurso de la llamada austeridad republicana. Una reforma al sistema electoral solo puede ser fruto de la participación y discusión ciudadana, no de las ocurrencias del presidente. 

El objetivo oculto de esta propuesta es seguir haciendo ruido mediático para colocar a los defensores del INE como enemigos. El linchamiento mediático es lo que le importa a AMLO es este momento, pero, más que eso, con sus acciones está destruyendo el Estado de derecho, sus viejos vicios más que un transformador de la democracia lo colocan como un engendro de un Díaz Ordaz.

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