Lo más lamentable del Gobierno federal es tratar de imponer su concepción a una realidad nacional que se opone a los deseos del presidente.
López Obrador se aferra a imponer una política social que no empata con las apremiantes necesidades del pueblo mexicano, no entiende que el pueblo requiere que su nivel de vida mejore, hoy tan golpeada por una pandemia sin control y la pérdida de empleos, se deben aplicar políticas públicas para que se mejore sustancialmente la calidad en salud, vivienda, servicios básicos, educación, seguridad social y empleos bien remunerados, pero muy al contrario se aferra a recetar de manera terca su política de austeridad, según él, para detener el derroche que sufría México en los sexenios pasados, al igual que su lucha contra la corrupción, que más que hacerse realidad se ha convertido en un slogan de campaña que le sirve para manipular a los menos enterados de los verdaderos motivos de la verborrea morenista.
La falta de acciones efectivas para erradicar la pobreza se reflejan de manera contundente con los datos publicados por el Coneval, un organismo del Gobierno federal, informa que entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población en situación de pobreza aumentó de 41.9 a 43.9%, lo que significó un aumento de 51.9 a 55.7 millones, es decir un aumento de 3.8 millones de personas. La población en extrema pobreza aumentó de 7.0% a 8.5%, lo cual repunta un aumento de 1.5%, en número de personas pasó de 8.7 a 10.8 millones, es decir, un aumento de 2.1 millones de personas.
Los mexicanos con ingresos inferiores a la línea de pobreza extrema por ingresos, aumentó de 14.0% a 17.2%, es la población que, aún destinando todo su ingreso a la compra de alimentos, no puede adquirir los productos de la canasta básica, aumentó de 17.3 a 21.9 millones de personas.
El porcentaje de la población con carencias de acceso a los servicios de salud mostró un aumento a nivel nacional al pasar de 16.2 a 28.2%, lo que representa un aumento de 15.6 millones de personas respecto a 2018 al pasar de 20.1 a 35.7 millones de personas en 2020, los datos del Coneval son contundentes.
La austeridad, es invertir menos, recortar presupuestos a todo lo que tiene que ver con el bienestar del pueblo, adelgazar el aparato gubernamental, desaparecer programas para el campo, los Fideicomisos, estas medidas apestan a ese modelo económico que López Obrador dice repudiar, son medidas neoliberales, que el pueblo se rasque con sus propias uñas; si se enferma que pague, si quiere estudiar que pague.
Y por último, la llevada y traída corrupción, que ni se combate ni se detiene, y sí, es uno de los males de nuestro país, pero no es el único ni el más importante, este gobierno se condenó así mismo, muchas voces calificadas de dentro y fuera del país, señalan que el principal problema de México y el mundo es la injusta distribución de la riqueza, que genera un mar de pobreza y mientras los gobiernos, incluido el de México, no se decidan a ponerse del lado de los trabajadores, la pobreza seguirá reinando en el mundo
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