Son muchos los problemas que hay en México, y las autoridades de los tres niveles, casi todas, se ven rebasadas por éstos; por ejemplo, el problema de la delincuencia en todo el país, pero el gobierno dice que abrazos y no balazos, esta política de la 4T, y no les ha dado resultados a los mexicanos.
Otro problema es la pobreza en México, a pesar de que es un país de los 16 más ricos del mundo, en los últimos tres años se generaron casi cuatro millones de nuevos pobres; es decir, de los que ya había, esto, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en campaña que primero los pobres.
La atención a la salud de los mexicanos está abandonada, no hay médicos, no hay medicinas, somos uno de los países con más muertes por la pandemia, pero se nos dijo que íbamos estar a la altura de los países nórdicos como Finlandia o Dinamarca, puras mentiras. Otro, no menos importante, es el problema de la educación, la deserción de los estudiantes, la mala atención después de la pandemia, el recorte a su presupuesto asignado. En fin.
Ya éramos muchos y parió la abuela, dice el refrán, así también se nos vienen otros problemas, como el calentamiento global, la escases del agua potable, el cambio de uso de suelo de las tierra para explotarlos con fines de lucro, y las autoridades se ven pasivas ante estos acontecimientos, ¿que están esperando para enfrentar y resolver dichos problemas? Está claro que ningún problema es fácil de resolver, pero su función es precisamente atender las dificultades de la nación.
Se le suma uno más, el problema del lago de Pátzcuaro. Está enfermo, se está muriendo y nadie se inmuta, estamos pasivos ante la agonía del lago de Pátzcuaro, ¿será que somos insensibles ante la muerte de nuestros semejantes? Me resisto a esta pregunta, el pueblo debe despertar y tomar en sus manos este y todos los demás problemas, porque ya está claro que si no lo hacemos el tiempo no perdona y nos vamos a lamentar en un futuro.
Por eso, el Movimiento Antorchista, desde hace cuatro años, ha concientizado entre la población este problema, ha organizado a las comunidades indígenas de la ribera del lago, reforestando, año con año, con miles de pinos en diferentes comunidades, realizando limpieza en los caminos y carreteras, además, el líder estatal del antorchismo, Omar Carreón Abud, como parte de la Cámara de Diputados en la pasada legislatura, planteó un punto de acuerdo para que se destinaran recursos por parte de las autoridades estatales y municipales, aprobándose por unanimidad por los diputados; hasta ahora no hay respuesta para hacerlo valer. Hoy, ante la necesidad de dicho problema, queremos hacer de su conocimiento que hemos planteado a los gobiernos municipal, estatal y federal lo siguiente:
1.- La realización de un proyecto integral para el rescate del lago de Pátzcuaro.
2.- Que se realicen acciones concretas como:
a).- Que se destinen recursos para que funcionen al 100 por ciento las plantas tratadoras de aguas residuales de San Pedrito y Las Garzas en Pátzcuaro, que se termine la planta de Tzintzuntzan y que se ponga funcionar la de Quiroga.
b.- Que se destinen recursos económicos para que funcionen al 100 por ciento, los humedales que existen en Erongarícuaro, San Jerónimo Purenchécuaro, San Andrés Tziróndaro, Santa Fe de la Laguna, Cucuchucho, y Uricho.
c).- Que de acuerdo con el estudio científico, se realice la limpieza del lago, quitar la maleza, el lirio, y otras plantas que le perjudiquen, esto implica destinar recursos para la maquinaria y personal de las comunidades indígenas para darles un incentivo de la mano de obra.
d).- Destinar recursos económicos para rescatar los manantiales y corrientes de agua que tiene el vaso acuífero del lago de Pátzcuaro. Bajo estudio científico sobre manantiales y corrientes de agua.
e).- Que se pongan paredes de materiales resistentes para evitar que al vaso acuífero se siga llenando de azolve. Lo que implica un estudio y destinar recursos económicos.
f).- El apoyo de 100 mil árboles para reforestar en la periferia del lago de Pátzcuaro, así como en diferentes comunidades indígenas de la zona.
Como podemos ver, son acciones mínimas pero que urgen ya que está en riesgo la zona lacustre y con ella su gente, los seres humanos venimos a construir en este mundo, no ha destruir, tenemos la obligación moral de evitar una catástrofe mundial, para eso hacemos un llamado al pueblo de México, a los michoacanos y a los indígenas del lago de Pátzcuaro y de la Meseta Purépecha a concientizar esta problemática, pues somos los únicos que podemos revertir la situación. La unión hace la fuerza y en este problema mayúsculo no es la excepción.
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