Recién anunciaron en los medios de comunicación el “ajuste” que realizó la Red Estatal de Autopistas de Nuevo León, la caseta de Guadalupe pasa de 65 a 70 pesos y la Cadereyta de 64 a 69. Lo anterior, como resultado de la inflación que se tuvo durante todo el año 2021, que fue del 7 al 8%. Como se puede ver el “ajuste” es pequeño para los que mucho tienen y mucho para los que poco disponen. Y, aunque no son tan elevadas, a largo plazo impactan en el bolsillo de los mexicanos.
Y, hablando de autopistas de cuota, recientemente se hizo viral que en el circuito exterior mexiquense, se colocaron ponchallantas para todos aquellos que quieran volarse la autopista de cuota, que a decir de los entrevistados son muy altas y dicha autopista es de muy mala calidad. Y es una de las autopistas que tienen más casetas. Sólo por poner un ejemplo, la gente que viene a Nuevo León, pasa por las casetas de Carbonera-Puerto México y la de Huachichil, ésta última, en el 2016 costaba 38 pesos y para el 2021 llegó a los 50.
En 1952 se inauguró la primera autopista de cuota, la vía México-Cuernavaca. Y desde esa fecha han aparecido muchas autopistas de cuota en todo el territorio nacional en detrimento de las vías libres, que se encuentran en muy mal estado. La historia de las autopistas estatales de cuota de Nuevo León inicia con el periférico de esta ciudad, en 1990 cuando el gobierno del estado otorgó una concesión al consorcio privado Viaductos de Peaje para su construcción, operación y mantenimiento. Se inauguró en 1993. Pero no tuvo éxito debido a sus altas tarifas.
Primero, le ampliaron el plazo de explotación de 10 a 30 años a los concesionarios, pero después, el gobierno del estado de Nuevo León, por causas de utilidad pública, decidió recuperar anticipadamente la concesión en 2012. Para ello, liquidó con el pago de mil 500 millones de pesos y la asunción de la deuda al consorcio privado titular de los derechos. Ya con la administración del gobierno estatal esté bajo el costo del servicio y con ello, aumentó el flujo vehicular a 16 mil diarios. Hoy, por hoy, a pesar del aumento, es una de las tarifas más bajas.
La carretera interserrana será gratis, anunció el gobernador. ¿Cuántas cosas nos han prometido gratis?, pero nada es gratuito, ya lo pagamos con nuestros impuestos que no cesan de aumentar. Nada es gratis. Y no es posible obtener las cosas gratis mientras estemos en este sistema capitalista, en donde para vivir hay que vender algo. Bien, por la carretera interserrana, que desde hace mucho se venía planteando. Pero, ¿es suficiente?, por supuesto que no, hace falta mucho más para el desarrollo del Estado.
La infraestructura carretera es importante para el desarrollo de cualquier país y es válido que se usen iniciativas público-privadas, que realmente sean útiles para el transporte de mercancías y personas, y que el beneficio sea mayor al costo. Las carreteras son parte de los medios de producción, que al final, se traducen en la “productividad”, que es producir más en menos tiempo y, con ello, abaratar el precio de las mercancías, que por el momento están por las nubes. Y no sólo Nuevo León está rezagado en este tema, sino en todo el país.
Los países más avanzados tienen sus vías de comunicación desarrolladas y aumentan cada día el número de kilómetros de cobertura, y por eso, su economía avanza a pasos agigantados y es parte fundamental para llevar el desarrollo y una mejor calidad de vida a sus habitantes. Lo que aún falta es que la infraestructura carretera llegue a todos los ejidos del sur del estado, desde Galeana, Aramberri, Zaragoza y Dr. Arroyo. En donde hay aún algunos pueblos que carecen de buenos caminos, y que el gobierno del estado también se preocupe por eso y destine los recursos suficientes para lograrlo, sólo así podríamos elogiarlo. De lo contrario, la desigualdad seguirá en aumento, es decir, los que mucho tienen, tendrán más y los que casi nada tienen, seguirán esperando la justicia social.
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