Las remesas, en términos económicos, son el envió de dinero de una nación a otra. México, por ejemplo, recibe remesas de Estados Unidos (EE. UU.), Canadá Y Reino Unido, el primer país es de desde donde México recibe más del 90 por ciento.
Las remesas son un flujo monetario directamente proporcional a los flujos migratorios en el mundo, significa, que mientras mayor es el ingreso por remesas mayor es la migración en un país; es decir, en el caso de México, que más mexicanos abandonaron el país para emigrar a otra nación.
Las causas de la migración son dos principalmente, la falta de oportunidades económicas en sus países (falta de empleo) y la inseguridad. En México, aunque padecemos ambas causas de manera crítica, la principal es la falta de empleo, que provoca en las familias mexicanas la necesidad de que el jefe o jefa de familia tenga que emigrar en busca de mayores ingresos para calmar el hambre que padecen sus familias en su nación.
Dadas estas explicaciones ¿por qué se celebran las remesas?, ¿Será que el actual presidente olvidó lo que implica un mayor ingreso de remesas, después de criticar a presidentes pasados por dichos ingresos? o peor aún ¿la soberbia con la que rige su mandato ha segado al presidente al grado de celebrar los fracasos? Recordemos que en enero de 2022, en una de sus conferencias mañaneras, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en 2020 incrementó el ingreso por remesas, el cual fue superado en 2021 y alcanzó un ingreso anual de 51 mil 634 millones de dólares y con gran alegría menciona que, según la proyección en 2022, superarán los 60 mil millones de dólares.
Primero, las remesas se celebran porque el gobierno actual no tiene un plan económico que rescate a nuestro país de la crisis que hoy vivimos, no vamos a difamar a nadie, basta con ver la mañanera del 5 de enero de 2022 cuando llama héroes y heroínas a los paisanos que, con el sacrificio de dejar a su familia y su nación, buscan una alternativa al problema que, en teoría, debería ser resuelto por el mismo gobierno, pero poco le importa, ya que en lugar de buscar estrategias para que los nuestros no tengan la necesidad de emigrar a Estados Unidos, donde el trayecto, aparte de peligroso, es humillante.
Segundo, tampoco significa que olvido lo que significa, pero, al no haber resultados que celebrar, ya que todo lo proyectado le sale mal; López Obrador inaugura proyectos que no están en función, su plan de entregar apoyos económicos a diestra y siniestra, con el único fin de enganchar a los beneficiarios y, en tiempos de elecciones, obligarlos a votar por sus candidatos (como lo hacía el PRI, obvio de ahí viene), está topando con pared, los recursos federales son limitados, no existe empresa del Estado que genere utilidades; al contrario, se le inyecta a PEMEX y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) miles de millones de pesos, le queda la opción de los impuestos y aunque los disfrace con otros nombres, los gasolinazos existen, por eso la cacería sobre los PYMES.
Que no se nos haga extraño que sigan los vendedores ambulantes, que, a pesar de no ofrecerles un trabajo para subsistir, tiene obligaciones.
Tercero, la soberbia del presidente no es difícil distinguirla, cuando datos oficiales de instituciones autónomas le convienen, reconoce el trabajo, pero cuando van en contra de lo que él dice las difama, si señores el presidente difama, no hay nunca en sus declaraciones prueba alguna de lo que dice, dando entender que lo que él diga es absoluto.
A México le hace falta un plan económico capaz de levantar la economía de un país tan rico en recursos naturales, que le dé opciones a los mexicanos para que no tengan que emigrar a otros países en busca de oportunidades de empleo, arriesgando con ello hasta la vida.
La creación de nuevos empleos es urgente, la inversión pública y privada son necesarias para esta tarea, pero con proyectos que sean redituables que dejen utilidades a nuestro país, no por caprichos, y una inversión privada que se le controle desde el gobierno para asegurar un salario digno para los obreros, que el gobierno juegue un papel a favor de los obreros.
Las remesas son un indicador de malas estrategias económicas y de seguridad en un país, por lo tanto, es un fracaso, que se celebra.
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