MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Atraso ancestral de Galeana, Nuevo León exige la colaboración de su pueblo

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Galeana es grande porque además de ser de los pueblos más antiguos de Nuevo León ha sido factor importante en el triunfo de las causas más nobles que ha defendido el país. Para no extenderme demasiado en este punto solamente citaré el hecho de que aquí nació Mariano Antonio Guadalupe Escobedo de la Peña, cuyo aporte militar fue decisivo en la lucha que sostuvo el partido liberal en contra de los conservadores y de los invasores franceses; decirlo suena sencillo, pero debemos considerar que en ese tiempo todo el Ejército mexicano, el adiestrado y fuertemente armado se pasó del lado de los conservadores y tampoco debemos olvidar que el ejército invasor era el más poderoso de aquella época; en cambio, los liberales partidarios de Juárez y de sus Leyes de Reforma se quedaron sin ejército; fue el pueblo trabajador quien sin armas y sin el mínimo adiestramiento estructuró un nuevo ejército; formarlo resultaba una odisea y adiestrarlo hasta ponerlo a la altura en capacidad y disciplina para combatir a los imperialistas franceses y al ejército conservador parecía meta imposible; pero lo lograron, y en esa hazaña tuvo que ver don Mariano Escobedo, pues es sabido que incluso, de aquí salió una cuadrilla de combatientes con los que reanudó su campaña militar cuando ya no tenía absolutamente nada más que al poderoso enemigo de tras de sí porque siempre lo anduvieron persiguiendo; muchas veces lo encarcelaron, esas mismas veces se escapó y continuó su lucha en defensa de la patria. Sin un pueblo heroico, pero también sin hombres de la talla del General Escobedo, México como tal, no existiría.

Lo que vino después no se debe a la falta de valor ni mucho menos a la falta inteligencia; en la vida social, son muchos factores los que intervienen en el progreso o en la obstrucción del desarrollo de los pueblos.   

Galeana es un municipio grande, sí, y sus aportes a la patria son inmensos, pero poco o nada conocidos. Es uno de los pueblos más antiguos de Nuevo León; productor importante de minerales, de madera y de productos agrícolas como la papa y la manzana entre otros. El atraso que experimenta en la mayoría de los parámetros con los que se mide la pobreza, se deben, según mi modesto punto de vista, a dos factores; primero, a su situación geográfica por la cual, quedó aislado en el desarrollo económico del país pues las principales vías de comunicación necesarias para despertar el interés de los inversionistas industriales, pasaron por rutas distantes a la cabecera municipal; segundo, a la falta de liderazgos con un sentido progresista que teniendo el poder en sus manos, administre los recursos de manera que puedan incentivar la inversión industrial mediante obras carreteras y de infraestructura tan solicitadas por los dueños de capital productivo puesto que nadie va a invertir donde se carece de lo elemental como el agua potable, la electricidad y el drenaje.

Ahora que inician las campañas electorales conviene tomar en cuenta la historia, la tradición heroica de Galeana para no dejarse engañar. Es la historia de siempre: cada tres años surgen los redentores que de pronto les nace el amor por su municipio y nos llegan a prometer las perlas de la virgen. A veces nos convencen con su labia; si alguno de nosotros tiene la mala fortuna de ser trabajador de alguno de ellos o de sus partidarios nos amenazan con corrernos si no “votamos” por su candidato; otras veces se dan las amenazas descaradas y lo más común, la compra de votos aprovechando la necesidad de la gente pobre. Puede parecer exagerado pero para combatir esas prácticas se necesita un espíritu heroico que resista a los cantos de sirena, a las amenazas y al soborno pues siendo pobres tratamos de aprovechar cualquier oportunidad para sacar adelante a nuestras familias. Por eso digo que se ocupa una actitud heroica porque debemos resistir a pesar de nuestra necesidad, a pesar de nuestra miseria; si cedemos, comeremos bien un día pero serán tres años durante los cuales no podremos exigir ninguna ayuda para nuestros pueblos y nuestras familias. 

Ahora, como en el pasado, se ocupa un pueblo heroico y líderes sociales honrados a toda prueba. Galeana ya demostró que en su seno hay heroísmo y creo sin temor a equivocarme que líderes buenos en quien confiar también los tiene; entre los militantes de Antorcha los hay; comunidades como Agua Blanca y Refugio de los Ibarra son testigos de ello, pues a pesar de su pobreza, los activistas de Antorcha han dado luchas para ayudarlas a conseguir el agua potable. Por todo lo anterior, yo los invito para que vayamos de la mano con el ingeniero Érick Caín Castillo Rosales, dirigente municipal, y en seguida con el ingeniero Ramón Rosales Córdova, nuestro dirigente estatal, juntos por el progreso del municipio. Termino igual que el corrido de Galeana: 

“Pájaros silvestres

sean los portadores

y vuelen sobre el 

Cerro de Labradores.

Alegren su canto 

y su corazón

¡Que viva Galeana,

Nuevo León!”

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