Muchos comentaristas internacionales y nacionales llevan tiempo dando a conocer a la opinión pública que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador no se le acaban los trucos. Frente a los serios problemas que tiene el país en temas de economía, seguridad, salud, entre otros el mandatario recurre a maniobras distractoras. Voces autorizadas aseguran, lo que quiere el Gobierno de la Cuarta Transformación es que la gente normalice sus desgracias y se resigne ante la incapacidad que ha exhibido para dar cumplimiento a sus promesas.
El método es una constante. El tabasqueño, no deja pasar ninguna de sus mañaneras, informes o en sus giras presidenciales sin que denuncie actos de corrupción del pasado. Hoy a más de la mitad de su sexenio, ante la necesidad de reconquistar votos para seguir manteniéndose en la silla presidencial, revive sus desgastados discursos sobre los moches y su sustitución de esta práctica corrupta con la entrega directa de las ayudas de su gobierno a los necesitados sin “intermediarios”
A través de redes sociales, nos dimos cuenta de que en Huauchinango, Puebla, los damnificados de "Grace" irrumpieron la reunión de AMLO: ", en donde se alcanza a escuchar que el mandatario federal no estaba evaluando precisamente avances de los apoyos a los que resultaron afectados por los desastres naturales, sino que estaba contando que ahora la entrega de la ayuda gubernamental a los damnificados era más rápida, directa y sin corrupción. Obviamente el discurso presidencial, se estrelló con la masa de afectados por el Huracán “Grace” que ingresaron por la fuerza al recinto ferial con toda una serie de quejas y peticiones, inconformes por la falta de apoyos.
La misma prensa nacional, como el portal www.proceso.com.mx,
No cabe duda de que la sucia maniobra distractora del presidente López Obrador se puede seguir repitiendo en circunstancias mucho más graves y comprometedoras, no solo contra los Antorchistas, sino con cualquier otra organización o ciudadano de a pie que esté en desacuerdo con sus “otros datos”. Por lo que los mexicanos que estamos siendo afectados por los graves problemas que azotan el país, debemos denunciar y desenmascarar los trucos presidenciales. Ahora que estamos a tiempo, mañana puede ser tarde.
Al pueblo de México le decimos que el ataque presidencial lanzado contra Antorcha en Huauchinango, Puebla y otros ataques presidenciales contra el Antorchismo, no resuelven el problema de su vivienda, no cura las enfermedades de la gente, no les repone el empleo perdido antes y durante la pandemia, solo le sirven al presidente para deshacerse de su responsabilidad como mandatario y sacudirse de las quejas de las personas que quedaron damnificadas. AMLO utiliza sus discursos para atacar y dividir para no resolver las demandas que aquejan a la inmensa mayoría de los mexicanos. De nada sirve que el presidente dé cifras de los censados por los fenómenos hidrometeorológicos.
En efecto. Si los desgastados discursos del presidente se estrellan contra la dura realidad, es porque hasta el momento los afectados por los destrozos provocados por los desastres naturales, solo han recibido promesas de entrega de enseres domésticos por parte del Gobierno federal. A pesar de que estos apoyos no resuelven a fondo el problema de una inundación, no se los entregan oportunamente, por lo que es previsible que el Gobierno lopezobradorista tampoco vaya a destinar los recursos que se requieren para obras de infraestructura hídrica de calidad.
Basta mencionar que para el caso de Jalisco, los daños en los municipios afectados por el Huracán “Nora” de acuerdo con estimaciones del Gobierno estatal, ascienden a 615 millones de pesos, sin considerar los montos por las afectaciones de las colonias de los municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara como las inundaciones del “Arroyo Seco” de Zapopan, la colonia Ojo de Agua de Tlaquepaque, entre otras. No hay duda de que se necesita apoyo de la Federación pues, es indudable que el monto de los daños rebasa las finanzas de los municipios y muy seguro las del Estado.
Por lo anterior, es urgente y necesario que el pueblo trabajador alce la voz y exija que el presidente resuelva los problemas de los damnificados y sobre todo deje de atacar a los Antorchistas. Nada gana con estarlos atacando en cada una de sus giras. Los mexicanos debemos entender que los ataques a Antorcha no remedian inundaciones.
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