Puede que la definición de política nos quede clara o no. Para muchos la política es eso que no se menciona, ese tema de conversación que causa urticaria y siempre se evade, sin embargo, estimado lector, es necesario abordar el tema porque Morena y sus representantes sostienen que quienes no estamos de acuerdo con su forma de gobierno politizamos hasta lo más mínimo con tal de detener la transformación, argumentando que somos los “fifís” a quien se les han retirado los privilegios, esos que antes recibían moches y ahora ya no y que por eso están inconformes y son los enemigos de los pobres.
Así explica los desacuerdos con la oposición el jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, todas las mañanas desde Palacio Nacional, pero como las luchas no son peleas de fuerza sino de inteligencias necesitamos profundizar en el tema porque ver la superficie de los fenómenos y darle carpetazo no es pensar correctamente.
Daré unos antecedentes breves. Una vez que formamos parte de la sociedad nos volvemos un ser político, en la medida en que nos vamos desarrollando dentro de la sociedad quizás no nos dediquemos a las grandes ligas de políticos profesionales, pero la política sigue estando en nosotros por el simple hecho de ser integrantes de esta sociedad y nos acompaña queramos o no.
Muchos y variados son los filósofos, escritores y expertos, que han hablado sobre el tema, por ejemplo, en la antigua Grecia Aristóteles y Platón ya reconocían que no solo basta con pertenecer a la sociedad, sino la función que jugamos en las polis y cómo esto determina nuestro ser y hacer, en resumen, somos un órgano inseparable del conjunto, hasta aquí se fija una primera posición, pero como debe haber libertad de pensamiento y de todo surgió una segunda: en cuanto el capitalismo iba camino hacia su madurez (siglo XVII y XIX) la ideología también lo acompañó y pasamos de ser partes conjuntas a ser aisladas, una sociedad donde el individuo debe velar por sus propios intereses, es decir, una sociedad egoísta e individualista con el único objetivo de separar en dos a los hombres: los que dirigen y los que obedecen, ¿qué paradoja no? la libertad nos vino a separar cuando es la libertad la que une a los hombres.
Hasta aquí con la breve explicación de política, podemos preguntarnos ahora ¿Qué significa politizar? Según la Real Academia Española (RAE), puede entenderse de dos maneras. Primero es dar orientación o contenido político a acciones, pensamientos, que, corrientemente, no lo tienen (ojo aquí no lo tienen). Segundo, inculcar a alguien una formación o conciencia política. Podemos enumerar ahora si teniendo conocimiento de política y de politización lo que la oposición alcanza a ver y Morena no, para saber entonces a quien le falta caletre.
En conferencia de prensa, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum nuevamente hizo el llamado para que los medios dejen de politizar el asunto de Sandra Cuevas porque es meramente jurídico. Pero aquí hay que detenernos un poco. Si nos fijamos ya no solo en el discurso de Sheinbaum, sino no en el actuar de Morena en el terreno de los hechos lo politizan todo, como ya dijo alguna vez Aquiles Córdova Morán, líder nacional del Movimiento Antorchista, son rounds de sombra.
¿No es politizar para ganar simpatía usar más recursos del presupuesto para que la CDMX sea la única que conserve el programa de Escuelas de Tiempo Completo?, ¿no es politizar todo el apoyo para la feministas por un 8 de marzo sin represión cuando en contraste han aumentado los feminicidios en la CDMX?, ¿no es politizar los recorridos y juntas con los colonos de Tlalpan para escuchar sus demandas por la regularización de uso de suelo de Tlalpan cuando la propia jefa de Gobierno fue alcaldesa de esa zona y no hizo nada por los tlalpenses?, ¿no es politizar la repartición de pipas de agua a cambio de afiliarse a Morena?, ¿no es politizar usar las redes sociales para promover la revocación de mandato cuando claramente los funcionarios públicos no podían hablar del tema?
Pues bien, todo apunta a que cuando se trata de ganar simpatía y votos, todo es posible, como abrir una carpeta de investigación y un proceso judicial en menos de una mes o la de aprobar un decreto en el Congreso para promover que siga AMLO; en cambio sí es más difícil resolver aquello de lo que casi nadie habla como que la fiscalía no quiere dar detalles sobre la carpeta de investigación sobre la tragedia de la L-12 y sus afectaciones a la movilidad de los trabajadores, no hablan de que cientos de comerciantes fueron retirados por orden del gobierno central de las instalaciones del metro, que se quedaron sin ingresos para su familia y hasta la fecha no los ha reubicado.
Tampoco se habla de que dos policías tienen todo el respaldo y el peso de la ley cuando el resto de sus compañeros jubilados no pueden cobrar su pensión desde hace varios años y que se manifiestan día y noche afuera de las instalaciones CAPREPA, de esto y muchas injusticas más no se hablan porque son asuntos jurídicos o de otro departamento, más bien porque estos sí que son asuntos políticos importantes donde las personas se involucran y participan de manera activa cuestionando la capacidad de gobernar de los funcionarios.
Por último, la única salida que tiene el pueblo siempre será la educación política y la lucha organizada solo así podrá participar de manera activa en la política y podrá ejercer su cargo de ser social porque de ello depende su futuro para alcanzar una vida mejor.
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