En una sociedad marcada por la cruel división de clases y el implacable capitalismo, donde la lucha constante por sobrevivir consume al ser humano, la música emerge como un bálsamo necesario. Esta forma de expresión artística, que ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, actúa como un catalizador de emociones y un refugio contra las heridas de una vida llena de carencias.
Desde que la humanidad dejó atrás su vida solitaria con los animales y se agrupó en comunidades, la música se convirtió en su compañera fiel. Inicialmente, se manifestaba a través de percusiones que aliviaban la soledad existencial. Con el tiempo, la música adquirió un propósito más profundo, acompañando rituales primitivos en busca de protección y bendiciones de dioses igualmente primitivos.
Hoy en día, la música sigue siendo inseparable de la vida humana. ¿Quién no recurre a ella cuando está solo en casa o se enfrenta a tareas domésticas, reparaciones, escritura, construcción o cocina? La música, ya sea instrumental o con letras poéticas, ejerce una función catártica al conectar nuestros sentimientos con las creaciones de músicos y poetas, quienes destilan en breve música los sentimientos universales de la humanidad.
Sin embargo, este vínculo con la música auténtica y catártica se ve amenazado en un mundo globalizado obsesionado con las ganancias. Letras denigrantes y carentes de valor artístico influyen en niños y jóvenes, despertando sentimientos primitivos como la agresión, la burla y el desprecio. Además, glorifican el mundo del narcotráfico, atrayendo a quienes buscan riquezas fáciles pero efímeras.
La música verdadera, constructiva y catártica se encuentra en otro lugar, en las canciones que celebran la belleza, la felicidad, el amor y la tristeza por su pérdida. Estos temas están presentes en todos los géneros musicales y ayudan a las personas a liberar las cargas mentales y encontrar equilibrio nervioso.
El Movimiento Antorchista se esfuerza por rescatar la música y la poesía que hablan de los sentimientos más nobles de la humanidad. Promueven la difusión de la mejor música producida en México y en todo el mundo, apostando por una cultura edificante.
A través de eventos como el Concurso Regional de Voces, Antorcha busca fomentar el conocimiento de la buena música y el desarrollo de jóvenes talentos. En este concurso, cantantes y coros de varios estados se unen en una celebración de la música auténtica y valiosa. ¡Que triunfe el arte que eleva el espíritu y enriquece nuestras vidas en medio de las adversidades!
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