La economía en nuestro país es decreciente, lo que provocará un aumento en el número de pobres, aumentará la deuda, por lo que ocasionará un descontento social. En lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, las cosas están peores que en periodos pasados. 

Estos resultados son consecuencia de las malas decisiones tomadas por el presidente y todos los personajes de su 4T.  Están llevando al país al fracaso porque son un gobierno que ha perdido piso, al concentrar todo el poder en unas cuantas personas, dirigidas por un dictador que su administración es producto de ocurrencias, caprichos,  como la decisión de darle el mandato de la Guardia Nacional al Ejército Mexicano, el error de imponer su capricho, de construir la refinería de dos bocas, el tren maya, que está perjudicando la flora y la fauna del pueblo maya, dañando al atractivo turístico que son los cenotes, así se manejó con el aeropuerto de Texcoco y la imposición de Santa Lucía, su famosa austeridad franciscana que es un recorte más a los presupuestos y que afecta principalmente al pueblo trabajador al reducirle subsidio, apoyos a la salud y a la educación, por lo que su famoso plan traerá al pueblo trabajador más miseria. En contraste, los ricos están acrecentando su capital.

Esta crisis que amenaza a los mexicanos, al parecer, no va a mejorar. Según los analistas más reconocidos, la crisis se extenderá hasta 2024, es por eso que sabedores de lo que se avecina, Morena recurre a la política de la amenaza y del miedo para someter a los principales actores políticos, pero una cosa es que oficialmente acalambre a los líderes y otra que el pueblo esté de acuerdo. 

Por los acontecimientos pasados, al parecer no todo está perdido, a medida que avanza la 4T, se va mostrando su verdadera cara, la cara de un partido sin fronteras, sin ideología, solo una mezcolanza de líderes que por varios sexenios han vivido del presupuesto, ahora echan humo a los ojos promoviendo una transformación que en los hechos son más reaccionarios y borran con la cola lo que hacen con el pico. Como siempre la sociedad en general no es tomada en cuenta, el pueblo es utilizado, son las mismas familias las que siempre aparecen y negocian.

Nuestro sistema político ha creado, tal vez sin pensarlo, a un grupo de gente que lejos de ayudar al presidente lo hunde por la costumbre de seguirlo a ciegas; no proponen nada, mucho menos critican y así mantienen sus puestos al grado de responder a la pregunta que les hace el presidente ¿Qué hora es? -La que usted diga señor presidente. 

Esta actitud agachona ha provocado que nuestro país no crezca, ni en la economía, ni políticamente, provocando que el pueblo pobre tenga que huir del clima de muerte por hambre y por la violencia que se vive en las comunidades, todo por consecuencia del apapacho del presidente, por la política de abrazos, no balazos que ha provocado que 800,000 paisanos fueran detenidos en la frontera norte tan solo en el mes de agosto, esto sin contar a los que no fueron encontrados y que aún están desaparecidos es decir a miles de centroamericanos.

La esperada transformación en lo económico no se ve, el país retrocede, lo poco que se produce se direcciona a los programas de tinte electoral en las obras ejemplo de la 4T, mientras la salud, educación y la asignación de recurso a los estados ha quedado en segundo plano, millones de trabajadores se quedaron sin empleo al suspenderse las obras en los estados y municipios, las obras que anteriormente daban trabajo a millones de mexicanos con el apoyo federal se han reducido a cero, por eso el futuro es incierto, no se ve la luz al final del túnel y no hay esperanzas de repunte, porque las empresas del Estado están quebradas, como la Comisión Federal de Electricidad o Pemex, y esto es lógico porque son dirigidas por grandes dinosaurios de la política que se han cambiado la camiseta y ahora usan el color guinda de morena, pero aunque la mona se vista de ceda, mona se queda. 

Ahora, aunque impulsen una Cuarta Transformación y se vistan de izquierda, son reaccionarios y neoliberales, autoritarios, cínicos, corruptos, pero afortunadamente ya están cumpliendo su ciclo, porque el tiempo no perdona. Tan mal están llevando la dirección del país que en este año el número de muertos casi igualo al número de nacimientos algo que no se había visto. El año pasado murieron en México 1 millón 117 mil personas mientras que nacieron 1 millón 172 mil.

El desgaste mental y físico del presidente y de sus aduladores está a la vista, todo su plan a corto y largo plazo está basado en los medios de comunicación, pero a medida que pasan los días se ve que le falta fuerza física e intelectual, la oposición debe poner en primer lugar el interés nacional y aprovechar que el tiempo está del lado de la razón.

López Obrador está en declive, por lo cual debe estar más preocupado porque puede estrenar sus ocurrencias y por tantas locuras ser encarcelado. AMLO está despertando al gigante que por muchos años ha permanecido inmóvil, y si nos sigue llamando al pasado, el pueblo tiene que luchar por una patria más justa y equitativa, con trabajo y un desarrollo que nos ayude a competir con las grandes potencias del mundo.