Los economistas clásicos ingleses (siglo XVII a XIX), ubicaron a la economía como la actividad que produce la riqueza social de las naciones. El trabajo, dice William Petty, es su padre y la tierra su madre. Después, Adam Smith dividió el trabajo en dos clases, el productivo y el improductivo, y ubicó el productivo como el que crea la riqueza anual que se distribuye en la sociedad. Luego David Ricardo desarrolló la teoría valor-trabajo, que fue base de la Economía Política clásica.
En la evolución del pensamiento económico (siglo XIX), el gran alemán Carlos Marx superó científicamente a los clásicos. Estudió el desarrollo de la sociedad capitalista en su obra cumbre El Capital. La piedra angular de su doctrina económica es la plusvalía. Desarrolló la teoría del valor, descubre la ley económica fundamental del capitalismo, la ley universal de la acumulación capitalista, y otras más. Examinó la lucha de clases sociales y el papel que desempeña el Estado burgués, como parte de la superestructura. Su persona reunía las cualidades de hombre de ciencia y de revolucionario, lo que está en todo el cuerpo de la teoría que elaboró (el marxismo).
La economía es la estructura de toda sociedad y produce los bienes y servicios que conforman la riqueza material. Estos se destinan al consumo productivo y al consumo individual. En México, en cada cambio de sexenio se observa bajo crecimiento económico. El actual que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador no es la excepción, pero se agrava por las políticas económicas erróneas que ha adoptado. En los dos primeros años de su gobierno la economía decreció en -.1% y -8.3%. El portal EMEEQUIS (7 de julio) informó que el semáforo nacional de México, ¿Cómo Vamos? ubica en rojo 7 de 12 indicadores económicos.
Hace mención al crecimiento económico, empleos formales generados acumulados, inflación, productividad, competitividad, pobreza laboral y acceso al capital. Destaca que el PIB al primer trimestre, en comparación anual, es de -2.8%, y la meta era crecer 4.5%. En creación de empleos formales hay 335 mil 712 generados de enero a mayo; la meta de AMLO era crear 100 mil al mes y debieran ser 500 mil.
La inflación llegó a 6.02%, primera quincena de junio, la meta era de 3%. La productividad laboral al primer trimestre del año fue de -2.8% según su tasa anualizada, la meta era 4.8%. En competitividad, México en 2021 es el número 55 de 64 países; la meta es ser el 20% más competitivo a nivel internacional. La pobreza laboral fue de 39.4% al primer trimestre del año, la meta era del 20.5%, población que no le alcanza para adquirir la canasta básica. El acceso al financiamiento para el sector privado fue del 50.4% del PIB, el objetivo era 100%, para tener más inversiones y nuevas empresas.
La falta de crecimiento económico trae efectos graves. En México los hogares que tenían seguridad alimentaria en 2018 eran el 45%, para marzo de 2021 se reducen a 27%. En ese período se estima un aumento de 14.6 millones de personas en situación de pobreza (Carlos M. Urzúa). Además, el presidente López Obrador está endeudando al país. La deuda interna neta del sector público federal pasó de 6.7 billones de pesos (nov-2018) a 7.8 billones (abril 2021). La deuda externa era de 198 mil millones de dólares (2018) y pasó a 225 mil millones de dólares (abril 2021), equivalente a 4.5 billones de pesos (Arturo Damm, Milenio 1 de julio)
La inversión fija bruta (IFB) se ubicó en su nivel más bajo en 23 años. En el primer trimestre del 2021 representó 2.3% del PIB, nivel más bajo desde 1998. (El Economista 6 de julio). Sobre el consumo, la Encuesta 14 de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) determinó que el 78% de los encuestados dice que sus clientes siguen pidiendo fiado y las ventas de las tienditas de la esquina cayeron hasta 25%. En octubre pasado el 20% de los clientes pedían fiado a sus tenderos, ahora entre el 40 y 60%. En febrero del 2020 había un millón 200 mil tienditas de barrio, a la fecha 150 mil ya cerraron (El Financiero, 7 de julio)
El presidente Andrés Manuel López Obrador debe concentrar recursos, su tiempo, energía y capacidad para relanzar la economía del país, y ofrecer bienestar a los mexicanos. Da más informes que resultados. Acaba de presentar un informe por su tercer año de triunfo electoral, ningún mandatario anterior lo hizo. Tampoco reacciona a lo que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado a México de aplicar pocas políticas activas de empleo; provocando una de las mayores caídas del ingreso bruto y afectando mucho a los jóvenes. AMLO se ocupa en promover más a su posible sucesor en 2024. Sigue en campaña.
A falta de resultados el presidente López Obrador recurre a la mentira constante como arma para conservar el poder, la mentira se vuelve necesidad de Estado. Falsea los hechos para adormecer conciencias, la mentira es de vida o muerte para sostenerse como gobernante. Medios nacionales e internacionales dan a conocer que dice 88 informaciones falsas diariamente y en su mandato lleva 56,181 mentiras. Con ellas quiere encubrir sus decisiones erróneas y arbitrarias, aprovechándose de la desinformación del pueblo y falta de conocimiento en materia económica. Pero es tiempo de exigirle como pueblo organizado y educado, cumpla lo que ofreció a los mexicanos para tener el bienestar esperado
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