Desde que tengo uso de razón creo que nunca como hoy se había visto en la prensa de nuestro país tal cantidad de caricaturas políticas concentradas en un solo personaje y de la corriente política que encabeza, en este caso del presidente y Morena.Miles y miles de gráficas humorísticas que ridiculizándolo, ironizando y poniendo en evidencia los vicios, la incongruencia, la demagogia y el carácter de las distintas acciones del Gobierno de Obrador y de Morena.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha dicho que "él es uno de los presidentes más criticados de la historia", aunque esto, agrega, es resultado de la campaña de "los conservadores", de la "prensa fifí", etc.Por lo que esa "crítica" busca mellar su imagen.De lo anterior resulta, según él, que no merecen ser tomadas en cuenta.Pareciera decirnos que su gobierno está libre de errores.Que las medidas en materia de seguridad, de salud, de economía están bien, y, por tanto, todo lo que se pueda decir, escrito, hablado o a través de cartones políticos, repetimos es obra de mentes cuyos fines son regresar al pasado conservador y neoliberal.
La caricatura política, la buena caricatura política diría yo, es una poderosa herramienta para decir de "golpe", con un solo dibujo y unas cuantas frases, si acaso, mediante una crítica mordaz desde el ángulo humorístico, como se ve al personaje político en cuestión y lo que éste hace en su práctica política y de gobierno.Lo que no se puede decir con pocas palabras escritas o habladas, la caricatura si lo hace y con creses, con imágenes muchas con un humor negro.El caricaturista fino no perdona, por el contrario, expone al político, al gobernante, al burócrata en cuestión, como si dijéramos al descubierto con sus vicios, con su doble moral, con sus fines e intereses mezquinos.Expone con humor e ironía sus incongruencias, su demagogia, su falsedad, sus aberraciones para con ello crear conciencia en el que ve la caricatura.
Es cierto: la caricatura tiene filiación política, tanto porque el caricaturista se desempeña en un medio privado, el periódico o medio digital, que tiene un dueño y éste tiene intereses pecuniarios y de grupo; también porque el caricaturista es portador de una determinada ideología.No hay caricatura política sin un propósito político, de favorecer o perjudicar a grupos de poder.Pero lo anterior, a mi juicio, no quiere decir que en la caricatura política no se contenga, en muchos casos, una crítica correcta, objetiva, y que por tanto refleje la realidad social.
Lo que vemos en nuestra prensa escrita o digital, no es una o unas cuantas caricaturas sueltas como dijéramos, sino una verdadera montaña de cartones humorísticos de la más variada filiación política, que entre sus páginas se descubre la crítica punzante a través de la caricatura política al gobierno y a su representante, el presidente.Veamos algunas que tratare de describir.
Se ve a López Obrador de pie y vestido como monarca absolutista, con su corona y traje real.En lugar de su bastón tiene un bate (sabemos que el béisbol es el deporte favorito del presidente).Y con el cejo fruncido dice: "¡Autoritarismo! ¡Ja… sí cómo no!" La caricatura lo dice todo.
Otra: se ve al papa con cara compungida, sentado en su sillón papal.Con la mano derecha sostiene un libro con el título "Códix Borgia" y, con la otra, hace la seña con los dedos que los mexicanos conocemos cuando negamos algo con un "cuernos".De su boca salen no palabras sino el símbolo de señalética de un círculo con una diagonal.El título del cartón es "Códice bergoglio, prólogo de Beatriz Gutiérrez Muëller".Que nos dice la caricatura: el vaticano no se presta al circo mediático de AMLO y su mujer.
La última: un cartón titulado "El abasto de medicinas es un sofisma" (en referencia a lo dicho por López Obrador en sus "mañaneras").Debajo de este título se ve a un niño de pie y con la cabeza gacha, con tristeza, sin cabello y cargando el suero (un niño con cáncer, el "sofisma" del que habla el presidente).Para rematar la sombra que proyecta el pequeño es el de muerte con su guadaña.Firma este cartón del caricaturista con el seudónimo Chavo del Toro.
¿Y que vemos? Un presidente que si no se inmuta con la realidad que golpea en el rostro de nuestro país (ojalá golpeara sólo el rostro de AMLO), menos se va inmutar con las críticas ya no de opositores francos, sino de analistas serios que saben de lo que hablan.Menos lo va a ser por caricaturas, aunque estas reflejen, si remarco, la cruda realidad del país.
Gracias a todos los caricaturistas qué con su arte, su humor, su ingenio fino y al mismo tiempo mordaz, hacen la crítica objetiva y certera a este gobierno fallido de Morena.Como la última caricatura que describí pálidamente que de golpe nos dice el gravísimo problema de miles de familias que tienen niños con cáncer y carecen de medicina y apoyo real del Estado mexicano.Y que critica la insensibilidad del peje quien califica esta situación como "un sofisma".Este tipo de cartones golpean la conciencia del individuo y lo hacen reaccionar sobre los graves problemas.Ponen su grano de arena a desenmascarar al demagogo presidente y su camarilla de oportunistas.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario