Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador sabe o debería saber que entrometerse en competencia de organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral (INE), es violatorio a lo estipulado en la ley. Son del dominio público los ataques presidenciales al INE y a los consejeros insumisos, ataques que buscan debilitar el prestigio y la autoridad de esa institución y junto con eso, se conocen las maniobras para colocar en las cuatro plazas vacantes del INE a puros incondicionales de Morena. El mandatario al autonombrarse guardián de la limpieza y la transparencia de las elecciones que vienen, pasando por encima de las atribuciones legales del INE, se olvida lo que todo mundo sabe, que nadie puede ser juez y parte.
Los ataques de AMLO al organismo electoral siembran desconfianza en las próximas elecciones, la actitud del mandatario federal es destructiva y pone en peligro nuestra democracia, la paz y la estabilidad social que a nadie conviene. Morena y la 4T, no les gustan los contrapesos y en esa línea está el presidente, tratando de dinamitar a un organismo que por mandato Constitucional debe ser autónomo, independiente y no estar bajo control de López Obrador cuyos intereses electorales son evidentes e inocultables.
El panorama social y político de nuestro país es difícil y delicado. Las estrategias improvisadas del gobierno morenista, han sumido al país en un callejón sin salida. Como consecuencia de la política del conservadurismo más duro que está implementando el jefe del Ejecutivo Federal tiene descuidados rubros elementales que si son de su competencia como lo son: salud, economía, seguridad, entre otros, con lo cual el pueblo de México está afrontando, sin apoyo gubernamental, la más severa crisis sanitaria, económica y social, que ya se venía sufriendo antes de la 4T, pero profundizada aún más por el gobierno que encabeza López Obrador.
Ahora, la 4T pese a su pésimo desempeño pretende perpetuarse en el poder a como dé lugar y a cualquier precio.
De cara al inicio del año electoral 2021, los Congresos Estatales de al menos 10 estados realizan reformas que, acusan las minorías legislativas, favorecen a la mayoría de Morena o a los gobernadores. Destacados columnistas, en sus colaboraciones aseguran que en Tabasco, Morelos, Puebla y Veracruz han avalado, o están por hacer modificaciones para la desaparición de instancias electorales, la intervención gubernamental en los organismos encargados de los comicios, la reducción de recursos a los partidos y el incremento del número de legisladores. Todo con tal de tener el control de los resultados electorales.
La amenaza es real. Por eso considero que es nuestro deber de los que buscamos, por la vía democrática, una patria más justa en beneficio de todos los sectores, incluido el empresarial, alertar al pueblo de México, desde ahora, sobre los peligros que se ciernen sobre nuestra democracia, la paz y la estabilidad de toda la sociedad. Muchos mexicanos están inconformes, están deseosos de salir del callejón en que los ha sumido la 4T y la salida está en la misma entrada, es decir, sacar del poder a Morena a través del voto popular, por lo que la pretensión de López Obrador y sus incondicionales están empujando a los que no conculcan con su proyecto a lleguen a emprender acciones, entre ellas las violentas.
Debemos denunciar a fondo las maniobras y las trampas de quienes se aprestan a forzar y prostituir nuestra democracia y no limitarnos solamente en llamar a los ciudadanos a no abandonar el camino democrático, esto es ingenuo y suicida, porque equivale a predicar la paz a los débiles y desarmados que no tienen más remedio que someterse pues, las fuerzas progresistas del país tienen enfrente a los guerreristas armados hasta los dientes, dispuestos a todo con tal de retener el poder, incluida la destrucción de la paz social.
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