¿Recuerdan el dicho que dice al pueblo, pan y circo? Bueno, pues en los tiempos modernos, viendo cómo se mueve la realidad y viviéndola en carne propia, sobre todo en México y Michoacán, cambia más a “al pueblo, circo…y vallas”. Lo digo porque a los gobiernos emanados de la Cuarta Transformación les ha dado por blindar los edificios históricos a raíz de las marcas que a su paso dejan algunas de las manifestaciones con más impacto social; pero más allá de blindar un recinto, es una forma de decir “lo que sea que exijas, no me interesa”.
Días previos al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el gobierno de Michoacán instaló vallas metálicas el Palacio de Gobierno, de más de dos y medio metros de alto, como una medida para evitar afectaciones a la cantera del edificio, pues cientos de mujeres de varios colectivos feministas saldrán a marchar a las calles del centro histórico para exigir justicia por los casos de feminicidios ocurridos desde el año pasado y los que, en su gran mayoría, no han sido resueltos por parte de las autoridades competentes. Autoridades que hoy, se esconden tras pedazos de metal.
Esas autoridades no se dan cuenta que el coraje e impotencia de la comunidad feminista ha crecido tanto, con tanta fuerza, que entre las vallas sean más altas, más intensas serán las protestas y la furia para manifestar que están ahí y que lo único que piden es justicia por los homicidios en agravio de mujeres.
Y lo advirtieron en sus redes sociales. Red Colectivas Feministas Michoacán convocaron a las mujeres de todo el estado a sumarse a las protestas de este martes y agregaron: “Pueden levantar muros de metal, aun así ¡se va a caer, lo vamos a tumbar!” Seguido de varios hashtags como #ElPateacradoSeVaCaer #8M #MarchaNiUnaMenos #
En medio de estos acontecimientos, los feminicidios no han parado en Michoacán. Hasta febrero de este año las cifras ya van en decenas, recién iniciado este año, Morelia se ubicó en las primeras 100 ciudades a nivel nacional con más casos de feminicidios, ocupando el lugar 84 de más de 2 mil municipios.
A nivel estatal, durante todo 2021 se registraron 252 homicidios en agravio de mujeres, lo que deja a Michoacán en el cuarto lugar del país en la lista de violencia de género, solo por debajo de Guanajuato, Baja California y Chihuahua. Y a nivel nacional asesinan al menos 11 mujeres al día.
Por este tipo de estadísticas, que nos dan un panorama de cómo opera el gobierno “de los pobres”, se puede entender el descontento de los colectivos de mujeres que se manifiestan y rompen vidrios, pintan muros y puertas, porque no hay respuestas ante estas muertes, la resolución de las carpetas de investigación no supera el 50 por ciento, tanto a nivel nacional como nivel local, y eso sin tomar en cuenta los casos que no se denuncian, las mujeres que, en la pobreza, sufren violencia doméstica y mueren, sin pasar nada. Pero este no es el único camino para llegar a la meta de la igualdad de género, hay que entender que, para erradicar cualquier tipo de desigualdad, tanto social como económica, es necesario contar en el poder con un cuerpo gubernamental a la medida de las masas más desfavorecidas, que realmente se interese por cambiar y mejorar la vida del pueblo, en ello va intrínseca la integridad de las mujeres y niñas de nuestro país. De no lograr cambiar el gobierno de cuarta que ahora nos rige, todo se pondrá peor.
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