Cuando se habla de Aguascalientes lo primero que se piensa es en la abundancia de agua. De donde proviene su nombre: la abundancia de aguas termales que manaban por toda la ciudad, pero el día de hoy estamos lejos de presenciar algo similar.
Según el Diagnóstico de Agua en las Américas, los acuíferos de Aguascalientes se encuentran entre los 104 acuíferos más explotados de nuestro país y han perdido alrededor del 25 por ciento de su reserva natural junto con los de Guanajuato, Querétaro, Coahuila, Durango, la península de Baja California, Chihuahua, Sonora y el Valle de México. Cifras que van en aumento.
Un boletín de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), donde se monitorea a 220 pozos y tramos de tubería de la zona urbana y rural de Aguascalientes, asegura que debido a que se presenta una escasez de agua en el acuífero del Valle de Aguascalientes desde hace 15 años, se tiene que realizar una perforación más profunda para abastecer del vital liquido, misma acción atrae mayores riesgos pues es más el peligro de encontrar tóxicos y metales como arsénico, plomo y flúor. Problema que no solo afecta al estado, sino que también a estados como San Luis Potosí, Zacatecas, Jalisco, Guanajuato y otros estados del centro del país.
Según la investigación realizada en 2019 por Patricia Curiel y Gibrán Mena, a través de Data Crítica en colaboración con Quinto Elemento Lab, titulada “Veneno en mi agua” revela que debido a la profundidad con la que es extraída y las características de cada zona geográfica de los municipios de Asientos, Tepezalá y Calvillo presentan concentraciones por encima de la norma de arsénico y fluoruro. Mientras que en Aguascalientes y en Asientos se registraron cinco pozos con extracción de agua que excedían regulaciones mundiales y que, por el consumo común, a la larga podría afectar la salud de los ciudadanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), menciona que la exposición prolongada al arsénico, principalmente a través del consumo de agua contaminada o comida preparada con esta y cultivos alimentarios regados con agua rica en arsénico puede causar intoxicación crónica. Los afectos más característicos son la aparición de lesiones cutáneas y cáncer de piel.
La OMS también asegura que el arsénico representa una amenaza importante para la salud pública cuando se encuentra en aguas subterráneas contaminadas. El arsénico inorgánico está naturalmente presente en altos niveles en las aguas subterráneas. Las principales fuentes de exposición son: el agua destinada a consumo humano, los cultivos regados con agua contaminada y los alimentos preparados con agua contaminada.
En el caso de Tepezalá y Asientos, municipios afectados por la extracción minera del estado de Aguascalientes, quienes antes eran beneficiados con el fondo minero, mismo que llegaba a los pueblos por lo que se tenía la opción de poder mejorar las redes de agua potable, de drenaje y saneamiento continuo; de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de los municipios y estados a donde llegaba. Sin embargo, cuando desapareció, después de que la Cámara de Diputados aprobó en 2019 la propuesta hecha por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para reformar la Ley Federal de Derechos para que ese recurso se entregara a autoridades federales, quitándole la posibilidad a los municipios y estados a aplicar el recurso en las propias necesidades del pueblo; pues la minera implica problemas ambientales y a las vialidades de las localidades mineras mucho menos pudo hacerse algo en beneficio de los más desprotegidos.
En el municipio de Cosío, todos los pozos que reportó cuentan con sustancias que rebasan la norma de arsénico y flúor. Misma que es de 10 microgramos (mg) por litro establecida por la organización Mundial de la Salud (OMS). En el municipio de Asientos solo uno de los pozos está en condiciones de abastecer. El resto no lo han verificado no autoridades sanitarias del estado ni del propio municipio. En Calvillo, hay 20 registros de pozos que rebasan la norma en cuanto al flúor. Sustancia que, al ser absorbida con frecuencia, puede provocar desde caries y osteoporosis hasta daños a los riñones, nervios y músculos.
Se deben de tomar las medidas necesarias para que el agua contaminada no llegue a la población y evitar enfermedades mismas que causan un problema de salud crítico en Aguascalientes.
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