En días recientes, causó revuelo la noticia de que el Congreso estatal desapareció el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Oaxaca (TJAO). Ante este suceso es necesario levantar la voz pues se deja ver lo que puede llegar a hacer este gobierno, ya que fue el gobernador del estado, Salomón Jara Cruz, quien ordenó la desaparición del TJAO, para que de esta manera le permitiera crear uno nuevo, que se someta y sea afín a sus intereses personales y de su partido: “el Tribunal de Justicia Administrativa y Combate a la Corrupción de Oaxaca (TJACCO).
La directriz de la desaparición llegó a través del diputado Luis Alfonso Silva Romo, coordinador de los diputados morenistas, quien con su iniciativa de reforma constitucional basada en una resolución en conflicto del TJAO, por la llamada “austeridad republicana” y una supuesta ineficiencia, valieron, junto con su bancada, para la desaparición de éste.
La aprobación de la mencionada reforma se da con muchos vicios en el proceso, pues, por ejemplo: violenta el Reglamento Interno del Congreso de Oaxaca, debido a que la iniciativa no se encontraba dentro del orden del día hasta cinco minutos antes del inicio de la sesión; o como el que la lista de aspirantes a ocupar los nuevos cargos de magistrados fue seleccionada sin una convocatoria previa y las propuestas ya se encontraban en el recinto legislativo para tomar protesta en sus nuevas funciones. ¿No parece eso una situación planeada?
Cabe señalar que según los ordenamientos bajo los que se rige el TJAO reza lo siguiente: “El Tribunal de Justicia Administrativa es un Tribunal (…) dotado de plena autonomía para dictar sus fallos con la organización y atribuciones que establece”, es decir, es un organismo autónomo, que no está sujeto a intereses personales o partidistas; lo que generó el descontento del gobernador y los suyos.
Es necesario comprender que dentro de las muchas facultades y competencias que tiene el Congreso local no está la supresión de tribunales autónomos; en la Constitución Política para el Estado de Oaxaca, solo en la fracción XX del Artículo 59, relacionadas a las facultades del congreso se relaciona con el TJAO.
Y es que, de esta manera, el Congreso oaxaqueño viola flagrantemente los órganos del Poder Judicial, debido a que manipula y se atribuye facultades que no le competen; recordemos que en nuestro máximo ordenamiento jurídico que rige a los mexicanos, en su Artículo 49 se establece que “… para el ejercicio del Supremo Poder de la Federación, se divide en Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial”.
Para esto, es necesario comprender que dentro de las muchas facultades y competencias que tiene el Congreso local no está la supresión de tribunales autónomos; en la Constitución Política para el Estado de Oaxaca, solo en la fracción XX del Artículo 59, relacionadas a las facultades del congreso se relaciona con el TJAO.
Al momento de redactar, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha suspendido esta reforma inconstitucional avalando en sus funciones desempeñadas a los magistrados destituidos; con esto, el Estado de Oaxaca ahora cuenta con dos Tribunales de lo Contencioso – Administrativo.
Lo anterior deja más dudas que respuestas, sin embargo, significa un avance importante para la impugnación de este decreto, pues la SCJN es una de las cortes que no se ha dejado someter al poder morenista. Los oaxaqueños debemos estar atentos a los sucesos próximos entorno a este tema, pues la realidad nos está demostrado que este puede ser solo uno de los primeros pasos de la “Primavera Oaxaqueña” de deshacerse de aquellos sujetos, organizaciones y ahora hasta tribunales que le sean incómodos a sus intereses. Vale.
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