El pasado día 09 de septiembre, el gobernador de Colima, el licenciado José Ignacio Peralta Sánchez, hizo entrega de estímulos económicos al magisterio colimense por el día del Maestro.La nota publicada en afmedios.com, dijo que se erogaron 2 millones 790 mil 780 pesos, además de tres autos Nissan a cada sección sindical (aproximadamente 900 mil pesos), y 15 millones repartidos en bonos de 20, 25 y 30 mil pesos, para 501 maestros.Un total aproximado de 18 millones de pesos.
Al leer la nota me pregunté: ¿en realidad es prioritario dar tantos premios al magisterio, cuando nos encontramos inmersos en una crisis económica y sanitaria despiadada con los más vulnerables? Como luchadora social y activista que soy, he estado tocando puertas para conseguir apoyos para la gente, que ya venía padeciendo carencias, y que la pandemia le ha profundizado sus necesidades; por ejemplo, hemos solicitado láminas para la gente que perdió sus techos con las pasadas lluvias; despensas, porque la gente ha perdido sus empleos; cubre bocas, gel, medicinas; y atención a casos graves de salud de nuestros compañeros más necesitados.Y la respuesta ha sido siempre la misma: "NO HAY RECURSOS POR LA CRISIS".Qué alegría que los maestros y otros trabajadores de otros sectores, tengan estímulos; pero, que mal que a los pobres colonos y campesinos no se les resuelvan sus necesidades.
Y otra cosa, ¿es congruente que el gobierno gaste en premios para el maestro, y olvide las necesidades materiales del alumno? La nueva modalidad educativa "aprende en casa", vuelve indispensable el acceso a internet y el uso de insumos informáticos como laptop, computadoras, tabletas e incluso celulares.Se sabe, que miles de estudiantes colimenses no cuentan ni con lo uno ni con lo otro, que están haciendo sus tareas con muchas dificultades, o simplemente no están haciéndolas.No tengo idea de cuánto costaría exactamente, instalar equipo para que las escuelas rurales y las comunidades tengan acceso a internet, pero lo que sí sé, es que esos 18 millones que se dice que repartió el gobierno entre el magisterio privilegiado, hubieran ayudado mucho.
Quiero hacer dos aclaraciones: la primera es que no soy parte de ese magisterio privilegiado, ni yo ni los más de 250 compañeros docentes de los Bachilleratos rurales, pues no vi a ninguno de ellos disfrutando sus "estímulos"; y la segunda aclaración, es que no estoy en desacuerdo que se premie la labor y el esfuerzo de los docentes, de hecho, me parece un aliciente para que los maestros sigan esforzándose y dando siempre lo mejor de sí.Lo que no me parece es la forma como se realiza.No estoy de acuerdo en que el gobierno diga, por una parte, que no hay presupuesto, por ejemplo, para cubrir el adeudo que tiene en pago de salario atrasado, de nueve docentes de actividades paraescolares, a los cuales se les debe desde hace nueve meses (que comparado con esos 18 millones, es nada).No estoy de acuerdo en que solo se reconozca y premie a una parte del magisterio, y no a la totalidad; y mucho menos en que esto se haga en un marco de crisis social muy grave.
Creo que, si el gobierno tiene presupuesto para autos y estímulos para los profesores, entonces también debe tener para solventar las necesidades más apremiantes de los alumnos y sus familias.Solo resolviendo estas graves carencias, los maestros podrán seguir con su práctica, y entonces merecer más premios y reconocimientos.Por el contrario, ¿qué sentido tiene el premio si la labor que se premia tiene deficiencia? Además, ¿qué tipo de maestro es aquel que se regocija con un premio, sabiendo que sus alumnos sufren hambre, miseria y falta de condiciones para cumplir su rol?
Dos terribles injusticias padecemos: una hacia los miles de estudiantes hijos del sector campesino, y la otra, hacia los 250 docentes del Nivel Medio Superior que enfrentan diversas dificultades para laborar en el medio rural, me refiero a los docentes de los Emsad y TBC, que no reciben premios ni reconocimientos de ningún tipo, a quienes se nos discrimina solo por no pertenecer a un sindicato, como si eso fuera un requisito para hacer nuestra labor.Como dijera el poeta José Santos Chocano, en su poema titulado "Para Todos": "Yo quiero la igualdad, ya que la suerte/ es común en el punto de partida: ¡si todos son iguales en la muerte, / todos sean iguales en la vida!
Pero está claro que la igualdad y la justicia no nos caerán del cielo, debemos luchar por conseguirla todos, profesores, alumnos, padres de familia y comunidades enteras, unidos en un mismo frente y con una misma idea: mejorar la educación pública.En Antorcha Magisterial de Colima, tenemos claro que, para mejorar las condiciones de los profesores,
primero deben mejorar las condiciones escolares de los alumnos, y no al revés.Es por ello que nos dedicamos con entereza a crear escuelas, a cultivar el arte y la cultura y a desarrollar actividades deportivas con nuestros muchachos, para crear al hombre nuevo que esta sociedad necesita.Por eso les digo a mis compañeros maestros, ¡nuestros resultados son nuestro mejor premio! ¡Sigamos luchando por el mismo camino y con más fuerza y dedicación!
Y a todos los estudiantes y familias, que se acercaron a solicitar ayuda, les digo, otorguemos el beneficio de la duda.Este próximo viernes 18 de septiembre, llevaremos ante el gobernador las solicitudes de decenas de estudiantes de escasos recursos, que requieren de una lap o Tableta para realizar sus actividades; sus maestros que los conocemos respaldaremos su petición.Esperamos encontrar un gobierno justo que busque las estrategias para cumplir con todos, a fin de cuentas, ese es su trabajo.¡Ya veremos!
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