Colima, aunque es un estado pequeño, casi siempre se le menciona encabezando los primeros lugares en el país, pero no crea estimado lector, que se le refiere en lo más encumbrado de la ciencia y la tecnología, sino todo lo contrario.
La Secretaría de Salud federal informó el top diez de los estados con más número de casos covid-19 activos por cada 100 mil habitantes, y Colima es el líder nacional con más de 400 casos activos, superando, incluso, a la Ciudad de México. Supera incluso por 300 casos el índice promedio nacional de casos activos.
Ante esta situación, en el transcurso de este viernes fueron ingresados los primeros cuatro pacientes al improvisado Hospital Móvil Covid-19 instalado por el Gobierno, donde continuarán su recuperación de la enfermedad, y así contribuir que otros con mayor gravedad, sean atendidos en unidades hospitalarias normales. Con estos traslados referidos del Hospital Regional Universitario dio inicio formal en el estado de Colima la operación de este centro de atención temporal habilitado fuera de unidades médicas. Así se contribuye a disminuir la sobrecarga hospitalaria derivada de los pacientes que ameritan estancia por enfermedad moderada, es decir, que no están críticamente afectados por el virus del SARS-CoV-2. Así lo dio a conocer el portal web manzanillo.tv.
Por lo anterior, pareciera absurdo que en nuestro Estado, como en el resto del país, se pensara en un regreso a clases sin las condiciones sanitarias mínimas para que esto sea posible. Sin embargo, para el Gobierno estatal, someterse a los “lineamientos” por parte del Gobierno federal, no están a discusión. Veamos.
El portal Archivo Digital, menciona lo siguiente: “a pesar de las diversas voces sociales, que se han derivado de la decisión tomada por el gobierno federal, de que el próximo 30 de agosto se iniciará el ciclo escolar 2021-2022 en modalidad presencial, el gobernador de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez, señaló que las autoridades educativas de la entidad se apegarán a los lineamientos del gobierno federal, y se regresará a clases presenciales con las tres modalidades establecidas por la Secretaría de Educación en el estado.”
Por su parte, el mandatario estatal abundó: “hemos tomado la decisión de apegarnos en sentido estricto a los lineamientos federales que determina la Secretaría de Educación Pública del Gobierno de México; en ese sentido, habría clases presenciales con las modalidades o variantes que la propia Secretaría está instruyendo, que tiene que ver con la posibilidad de que pueda generar de manera voluntaria, y en ese sentido estamos trabajando de manera muy coordinada con el gobierno federal”.
Por su parte el Gobierno federal, a través de su secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, advirtió que tras el regreso a clases presenciales no se cerrarán las escuelas, aunque se registren casos de covid-19. Advirtió que en caso de detectar un caso, se informará de inmediato a la Secretaría de Educación, se aislará al alumno o alumna, y se analizará quiénes estuvieron en contacto con él y se llevará a cabo un protocolo para darle seguimiento.
Así la irresponsabilidad por parte del Gobierno federal, a pesar del acelerado incremento de muertes en niños y jóvenes en todo el país. Y por parte del Gobierno del estado, la irresponsabilidad de “alinearse” a medidas tan autoritarias por parte del presidente de la república, ¿por qué?
No cabe duda, que “Dios los hace y ellos se juntan”, como dijera el dicho popular. Sin embargo, los únicos que van a pagar las consecuencias serán indudablemente los millones de mexicanos, entre ellos miles de colimenses, que no les quedará de otra que arriesgar su vida y la de sus hijos.
Como siempre, los mexicanos más pobres serán los que paguen las consecuencias de estás malas decisiones. La pobreza y la desigualdad, de igual manera obligarán a todos salir a las calles a trabajar, a ganarse el pan para llevarlo a su casa.
No cabe duda que las tragedias siempre se ceban entra los más vulnerables, pues sus condiciones económicas no les permitirán como a la minoría de la población, curarse en los mejores hospitales no solo del país, sino del extranjero; contar con alimentación suficiente no solo para unos cuantos días, sino para muchos meses; contar una vivienda o con varias, cosa que la inmensa mayoría no puede hacer.
Exijamos pues a los gobiernos, los derechos constitucionales que les corresponden a todos los mexicanos. La vida de los niños, jóvenes y adultos no está a consideración. Que conste.
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