Al cumplirse 35 años de brega política, la Dirección Nacional del Movimiento Antorchista decidiócelebrarlos con un lleno total en el Estadio Azteca que, al mismo tiempo que demostraron nuestro avance cultural, probaron el desarrollo, consolidación y debilidades de nuestro trabajo en el frente de masas. De los resultados obtenidos en este primer festejo, surge la idea de celebrar cada cinco años el aniversario del Movimiento Antorchista Nacional. Así fue como celebramos 40 años de lucha con la modalidad de hacerlo en cada uno de los estados y con un cierre final en el Estadio Azteca. De esta forma, cada uno de los estados mostró el desarrollo de su labor política y cultural, de manera exitosa. Pudimos comprobar con bastante satisfacción que nuestro ascendiente entre las masas se había multiplicado por miles.
Llegamos así al 45 Aniversario de nuestro querido movimiento, precedido por una campaña liquidacionista encabezada por el mismísimo presidente de la República, que no cesa de llamarnos, un día sí y otro también, "intermediarios," "huachicoleros" y "beneficiarios de los moches"; esta campaña tiene su punto culminante en la fiscalización abusiva y descarada de los negocios antorchistas, por parte de la Unidad de "Inquisición" Financiera, a cargo de Santiago Nieto. Todo este largo preámbulo era necesario para dejar sentado que la realización de nuestros festejos de aniversario no tiene orígenes ni fines oscuros: es la fiesta del pueblo antorchista, y de los simpatizantes y amigos de nuestro Movimiento, que nos reunimos para fortalecer los lazos de unidad, de lucha y de esfuerzo, necesarios para seguir trabajando con decisión y ahínco por la transformación de las condiciones infames en que vive la mayoría del pueblo pobre de México. Hoy, celebramos el 45 Aniversario también para enfrentar con éxito la campaña liquidacionista de la 4T.
Ahora bien, es indudablemente cierto que este tipo de reuniones tiene sus repercusiones políticas que no se pueden evitar, salvo que nos quedemos callados y sin hacer nada. Es ésta la causa que ha llevado al Gobierno de la 4T a reiniciar su campaña represiva en nuestra contra, ahora en los regionales donde celebraríamos nuestro 45 aniversario. La suspensión, por "órdenes superiores" del aniversario en Chiapas, es prueba irrefutable de lo que aquí afirmamos, y que obligó a López Obrador a mostrar su verdadero rostro represivo. El domingo 10 de noviembre toca a Puebla festejar el fruto de sus esfuerzos y trabajo. Toca a los poblanos demostrar a la opinión pública nacional, que nuestra conciencia está forjada por la comprensión de la necesidad de un cambio en México, conciencia que no se doblega por el ruido que causan las "chaparreras" del abuso, intolerancia y represión.
Una vez más corresponde a Puebla demostrar de qué está forjado el corazón del antorchismo nacional. Estoy plenamente seguro que mostraremos un corazón antorchista capaz de resistir los peores embates de la reacción: Los estadios estarán rebosantes de antorchistas y se transformarán, (aunque no le guste a la 4T) en un grito colectivo que multiplicará la voz valiente de nuestro Maestro Aquiles Córdova Morán, quien seguramente convocará a toda la nación a formar el Partido de los Pobres, como la única arma para lograr nuestra verdadera y auténtica transformación. Los traspiés, abusos, errores y mentiras de la Cuarta Transformación hoy, más que nunca, exigen la conformación de un nuevo partido, con el Movimiento Antorchista Nacional al frente, y al cual deben incorporarse, sin temor de ninguna especie, todos los mexicanos libres, patriotas, nobles y amantes de la justicia y la paz. Adelante poblanos. El triunfo nos espera. Seamos merecedores de esa gloria asistiendo a la convocatoria de nuestro Movimiento. Allá nos vemos
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