Hace una semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) autorizó la vacunación de niños menores de 14 años, mediante la aplicación de un tercio de la vacuna que se maneja para los adultos. Por muchos medios y especialistas se considera conveniente que inicie cuanto antes la vacunación en menores en nuestro país; médicos, gente con conocimientos en el área de la salud han sostenido que realmente la vacunación debió empezar por los niños pero, aferrado como es López Gatell, consideró y sigue considerando hasta el día de hoy que los niños no corren ningún peligro ante las variantes del coronavirus y sostiene que debe atenderse primero a los adultos, aunque a nivel del mundo muchos países ya han vacunado a sus niños de primaria y secundaria, cuando menos.
Es una realidad evidente que todo el sistema de salud y la atención a la vacunación en general ha venido siendo omisa e indiferente desde el inicio de la pandemia. Actualmente, 33.9% de los mexicanos no tienen una sola vacuna y 5.3% tienen solo una, lo que para fines preventivos equivale a ninguna. No obstante, López Obrador y Gatell insisten en mantener la misma apatía y el desprecio por la población en cuanto a escasez de vacunas y medicinas y, con cinismo extremo, culpan a los enfermos de no haberse vacunado por caer en “infodemia”, es decir, por estar mal informados. Resalta el verdadero papel de Gatell, quien se limita a hacer el “constatador” de lo que opina el presidente en sus mañaneras, y en sus declaraciones insiste en que no se vacunará a los niños en este regreso a clases porque las escuelas “no son especialmente centro de contagios”, y porque tienen la atención prioritaria los adultos, pasando por alto que en las últimas cinco semanas la mayor parte de las defunciones están presentes en los grupos de 18 a 29 años, es decir, jóvenes. Debido a la negativa de Gatell ya aparecieron “empresas” que cobran carísimo por vacunar niños.
Empezaron negándoles la vacuna a los médicos y hospitales, luego a los maestros, y ahora se la están negando a los niños, antes del regreso a clases. ¿De nada sirve que algunos abogados hayan empezado ya a denunciar a Gatell por posibles omisiones en la muerte de pacientes que enfermaron de Covid-19?, ellos recurren a los tribunales internacionales con el alegato de que la vida de los mexicanos adultos y de los niños es el más sagrado de los Derechos Humanos y ya un juez ordena a la Fiscalía General de la República investigar a Gatell por su manejo de la pandemia; del mismo modo, suman cientos las solicitudes de amparos para obtener la dosis para menores. Creo que nada los puede hacer cambiar de opinión, pues no toman en cuenta ningún colectivo de científicos con mayor información que avale lo que dice Gatell, quien solo decide en acatamiento a las órdenes de “ya saben quién”.
Por lo pronto, no habrá vacunas para los niños y niñas, aunque así lo pidan los padres de familia y especialistas; y aunque a la fecha sumen 189,000 menores contagiados de Covid -19. Sin olvidar de que somos uno de los países con mayor tasa de mortandad (305,240 fallecimientos, más 13,907 defunciones “sospechosos” de Covid pendientes por laboratorio) y de que el número de decesos diarios por covid-19 lleve ya tres semanas creciendo, y los nuevos contagios diarios también, entre 422 y 643 muertes, con la cifra más alta registrada esta semana; y de 48, 627 a 51, 368 nuevos casos, respectivamente (Expansión, datosmacro.com). Lo anterior, sin incluir los que no fueron diagnosticados, por lo que los números reales son más aterradores aún; de decesos infantiles, ni hablar, pues carecemos de cifras oficiales ya que el gobierno quiere que ignoremos las terribles consecuencias de sus malas decisiones.
Urge que se compre la vacuna Sputnik para vacunar niños, pues su versión light tiene una eficacia del 100%. Que se compre y aplique ya.
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