Como todos nos enteramos a través de los medios de comunicación el pasado 25 de octubre el huracán Otis toco tierra en el puerto de Acapulco en el estado de Guerrero y causo devastación no solo en Acapulco sino en todo el estado. Dicho huracán dejo a su paso destrucción de casas, hoteles, negocios, carreteras, escuelas, parques, jardines, sembradíos, barcos y miles de trabajadores sin empleo, sumidos en la marginación y desolación por parte del gobierno federal, estatal y municipal, que por cierto son gobernados por el partido morena.
Dicho fenómeno natural y la devastación que dejo, fueron captadas y ampliamente difundidas a nivel mundial con el claro propósito de que los diferentes gobiernos voltearan a ver de manera inmediata y ayudaran a los guerrerenses. Pero, ¿Qué fue lo que paso?, primero la falta de previsión, información y la alerta temprana del huracán ya que el gobierno sabia con suficiente tiempo de anticipación del fenómeno y de la destrucción que podía ocasionar y no se hizo nada; segundo, la falta de acción inmediata del gobierno durante y después del huracán; tercero, la falta de un programa o un fondo como el FONDEN; cuarto, la falta de apoyos a las familias devastadas por la destrucción de sus casas, la destrucción de sus fuentes de empleo e instrumentos de trabajo, la falta de alimentación, la falta de enceres domésticos, etc., etc.
Estamos a casi cuatro meses y Guerrero sigue sumido en la marginación, el gobierno y en especial el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue sin asistir con el pueblo guerrerense argumentando que los neoliberales y corruptos le van a tender una emboscada, ¿Dónde quedo el hombre que se daba sus baños de pueblo y que era cercano al pueblo y que decía primero los pobres?
Siguen miles de guerrerenses haciendo fila por una despensa, por agua, por sus enceres domésticos, siguen haciendo fila para recibir sus 8 mil pesos para limpieza de sus hogares y siguen haciendo fila para recibir de 15 mil a 60 mil para la reconstrucción de sus viviendas, siguen haciendo fila para que les den razón por familiares desaparecidos durante el huracán, peor aún, el crimen organizado sigue extorsionando a los lugareños para que den su cuota del dinero que aún no reciben o ya recibieron. Otro ejemplo de ello es que hace unas semanas hubo paro laborar de transportistas en Acapulco por amenazas y extorciones de pago de cuotas semanales a los transportistas por parte del crimen organizado.
No cabe duda que los diferentes gobiernos de Guerrero y al gobierno federal les hace falta un plan de prevención y de solución para las familias guerrerenses que a la fecha les sigue faltando ese apoyo que tanto pregona la 4T, o será, que en estos momentos andan distraídos en las campañas electorales tratando de conservar el poder a costa de lo que sea.
Urge que el pueblo se organice, se eduque políticamente y luche como un solo hombre para cambiar de raíz la situación de pobreza en que viven los mexicanos y a eso los invita el Movimiento Antorchista Nacional.
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