En este tiempo maravilloso de convivencia con los jóvenes, he visto pasar muchos estudiantes por las aulas y he podido comprobar, con la experiencia, que aquel estudiante que invierte parte de su tiempo en practicar algún deporte tiene una marcada diferencia con los demás, pues obligadamente son disciplinados y comprometidos con las metas que el deporte les exige, y esas cualidades sin duda alguna los prepara para enfrentar problemas de la vida diaria con más entusiasmo.
Sin embargo, en la actualidad, gracias a la tecnología, las disciplinas deportivas son cada día menos elegidas, pues al estilo de vida actual, llegó para quedarse y estropear entre otras cosas la habilidad motriz de los niños y jóvenes, la bendita tecnología. Y muchos jóvenes han dejado de lado los juegos al aire libre y los deportes en segundo lugar, para divertirse con videojuegos descargables desde cualquier dispositivo móvil, que les roba el tiempo y con ello la posibilidad de desarrollar sus habilidades motrices, su disciplina, sus valores como la solidaridad, la cooperatividad, el trabajo en equipo y muchos otros.
Pero creo, además, que una segunda causa de que los jóvenes ya no se interesen por el deporte, es que ahora realizar esa práctica cuesta. Por ejemplo, si un niño muy talentoso en el futbol o basquetbol, desea integrarse a un equipo, debe tener las siguientes condiciones básicas: un lugar cercano a su hogar que tenga excelentes condiciones de infraestructura, material con que practicarlo, mínimamente un balón, en segundo lugar, si desea pertenecer a un equipo, obligadamente debe pagar una mensualidad, pues al menos en nuestro municipio, no se promueve el deporte como disciplina de manera gratuita, y en tercer lugar y muy importante, debe contar con el apoyo de los padres para llevarle a entrenar o para estar al pendiente de sus necesidades deportivas.
Pero estas condiciones muy pocos niños y jóvenes las tienen, pues todas obedecen a factores económicos. Y dadas las condiciones actuales, es muy evidente que la pobreza incide directamente en el deporte de pobreza, incide directamente en el deporte. Veamos algunos datos que así lo dicen.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (Mopradef) levantado en noviembre de 2020; sólo el 38.9 por ciento de la población de 18 años y más declaró ser activa físicamente, el porcentaje más bajo desde 2013. Otro dato que refiere, son las causas de que la gente no haga ejercicio físico o practique alguna disciplina deportiva, entre las cuales destacan: la falta de tiempo, el cansancio por el trabajo y los problemas de salud, y creo que ambas tienen que ver con la situación económica, pues hay personas que trabajan hasta tres turnos laborales al día para poder adquirir los recursos necesarios, lo que ocasiona esas tres causas, cansancio, estrés, desinterés por otros temas como el deporte, y la falta de salud, derivada también de una inadecuada alimentación por falta de recursos.
Así pues, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiende mínimo 30 minutos al día de ejercicio físico para gozar de buena salud, y aunque esté demostrado que la disciplina deportiva genera múltiples habilidades y cualidades en las personas, ahora sabemos que bajo las condiciones de desigualdad y pobreza que existen en México, solo algunos podrán tener este hábito, y tal pareciera que los pobres estamos condenados a no hacerlo y por tanto a no gozar de los beneficios de este.
En este tenor, el Movimiento Antorchista Nacional, a través de la Comisión Nacional del Deporte, se convierte en una luz para todos los pobres que tienen talento y deseos de superación en el deporte. Y ha luchado desde su nacimiento por un proyecto deportivo de manera consecuente, pues ha generado la infraestructura deportiva de primera calidad en los municipios de todo el país, donde se trabaja en la organización de la gente. Donde se practican disciplinas como fútbol, basquetbol, voleibol, natación, atletismo y beisbol, de manera totalmente gratuita, pero además de una manera muy profesional.
Para muestra de lo que digo, se llevará a cabo, la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional, del 06 al 14 de mayo en Tecomatlán, Puebla, miles de deportistas de las disciplinas mencionadas, se darán cita para disfrutar de una sana competencia deportiva que ya es esperada por los talentosos deportistas.
La realización de este magno evento solo es una evidencia concreta de lo que digo líneas arriba, habiendo las condiciones necesarias, muchos talentos ocultos descubriríamos en nuestros niños y jóvenes, y por supuesto tendríamos una sociedad más sana física y mentalmente. Pues bien, esa formidable oportunidad la tiene todo aquel que se acerca al Movimiento Antorchista, pero no solo el acercamiento al deporte, sino a la cultura y la academia. Y es una labor realmente loable, pues el deporte Antorchista no promueve el culto a la personalidad, ni el individualismo, como en muchos deportes de la actualidad; tampoco promueve el fin de lucro con el talento de los deportistas, sino todo lo contrario, pues se considera un antídoto para erradicar conductas ensimismadas de niños y jóvenes, al promover valores como la cooperatividad, el trabajo en equipo, la solidaridad; y algunas habilidades socioemocionales como la tolerancia a la frustración, perseverancia, entre otras.
Por ello, felicito a todos los jugadores que se darán cita para competir, y mis compañeros de la comisión nacional del deporte, por su incansable lucha en la promoción del deporte, pese a todas las adversidades naturales, pero también por todas las trabas gubernamentales que la 4T nos ha puesto. ¡¡Y porque pese a quien le pese, la Espartaqueada ya es un hecho!!
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