MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Una escuela crítica

image

La Pedagogía, como todas las ciencias, ha sufrido cambios y transformaciones que se generan gracias a los avances científicos y, particularmente en las Ciencias Sociales, adecuaciones en virtud de la mutabilidad social. 

Esto conlleva a observar tendencias y las llamadas escuelas, que son formas en las que el proceso formativo llega a su culminar en dependencia de las consideraciones sociales de la época a la que pertenezcan. Analicemos de forma sencilla las características de estas tres escuelas.

La escuela tradicional: su objetivo principal era el “alejar a la juventud de los problemas propios de la época y de la edad, ofreciendo una vida metódica en su interior.  En ella se enseñaba los ideales de la antigüedad, la lengua escolar era el latín, y el dominio de la retórica era la culminación de esta educación”.

La ciencia, quedaba entonces, y en un buen grado, alejada del interés de la escuela tradicional, y el Magistrocentrismo (la idea de que el maestro es el centro del conocimiento y única vía para el mismo) imperaba en el modelo educativo.

A partir de las críticas del s. XVII y con una visión antropocentrista, nace, dos siglos más tarde, la idea y concepto de La escuela nueva, a contraponer la escuela tradicional, pues reconoce al niño como un ser lleno de curiosidad, y no como un ente social endeble, capaz de caer en las tentaciones carnales que tiene el mundo exterior y por lo cual deba vivir aislado y se plantea entonces, una nueva forma de enseñar: recurrir a la instrucción atrayente y diversificar la enseñanza”. Resumido en palabras de Carl R. Rogers: “se debe motivar al niño a aprender, a comunicarse con confianza, a que sean individuos capaces de tener iniciativa, así el niño se hará responsable por sus acciones y trabajará no para obtener la aprobación de los demás, sino para alcanzar sus objetivos".

Por su parte, la escuela crítica (neomarxista), apuesta por la concepción de la escuela como motor del cambio político y social, ¿Cómo mediar la educación con el estudio político de nuestra sociedad?  Dentro de las aulas, no podemos obligar al alumno a asimilar valores, conductas o aprendizajes estrictamente establecidos, sino que debe conocer la gama de valores que puede disponer y, con la guía del profesor tomar los más importantes para la vida cotidiana, en el caso de las ciencias sociales, nos avocaremos al estudio de las crisis sociales, la situación de hambre y pobreza que existen en distintos países, etc. Estimulando el debate y la argumentación.

Es evidente que, dentro de la relatoría de estas 3 escuelas se contemple casi de forma cronológica el avance de la forma de enseñanza a través del tiempo, hasta aquí podemos concluir que es necesaria una escuela crítica para formar al individuo dentro de la sociedad; participativo, responsable y colaborativo. 

Por último, debo expresar que el nombre de neomarxismo no es de mi completo agrado, considerando aquella “filosofía” contemporánea que busca corregir a Marx y seguir siendo Materialistas, como aquél que busca salir a la lluvia sin mojarse los zapatos. Mas, aquí hace falta decir que, Marx, no necesita defensores o detractores, pues la ciencia Marxista es irrefutable por sí sola, pues se comprueba en la realidad y ahí cualquier otro argumento ha salido sobrando.

 Regresando al punto anterior, habrá que luchar por la inclusión de un modelo de escuela crítica en el país, para asegurar que nuestros niños y jóvenes puedan formarse como seres pensantes, críticos y objetivos, de los que, nuestro país tanto necesita ahora. Es, como decía Álvarez de Zayas: Formar al hombre para la vida.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más