Los gobiernos o regímenes gobernantes en el planeta intentan o acomodan la historia de sus pueblos a sus intereses y visiones del mundo; la mayoría de ellos, la imponen y la manipulan, de acuerdo con caprichos o intereses. Así sucede en México con el Gobierno de la 4T, me refiero a los festejos del pasado viernes 13 de agosto, en el zócalo de la capital. El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, director del Proyecto Templo Mayor, desde hace 40 años, y de las excavaciones del centro ceremonial azteca, afirmó: “Insistir en celebrar 700 años de la fundación de Tenochtitlan, cuando todas las evidencias incluidos los códices, hablan de que esta gran urbe prehispánica surgió en 1325 y no en 1321, como se indica en el programa de festejos anunciados desde Palacio Nacional, “es una manera de manipular la historia” (nota de Milenio 18 febrero 2021).
“Vamos a recordar con dolor y pesar este viernes la conquista por la tremenda violencia que significó” dijo López Obrador (¡qué papelón!) y Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital del país, también opinó: “queremos cuestionar la palabra conquista, queremos cuestionarla porque, en realidad, hay 500 años de resistencia y no necesariamente de conquista” (¡otro papelón!). Pero por lo menos deberían ser claros, según ellos, ¿qué fue? ¿conquista o “resistencia”?
Enmarcaron sus palabras con una “maqueta de cartón” que erigieron en el centro del Zócalo capitalino. Al respecto, la opinión del eminente arqueólogo Doctor Eduardo Matos Moctezuma, comentó: “la maqueta del Templo Mayor, es un show” (con lo que estoy completamente de acuerdo, GBN). Al mismo tiempo criticó la recreación del Huey Teocalli (para los aztecas “la gran casa del dios”) en el Zócalo, reprobando que destinen presupuesto a algo efímero y no a la investigación, sobre todo, “cuando hay recortes presupuestales en el sector cultural”. El arqueólogo señala varias acciones equivocadas manipuladoras de la historia a cargo de los gobernantes de hoy, y al final asienta: “No estoy de acuerdo (con la maqueta), a pocos metros tenemos las excavaciones y un museo muy digno” (El Universal). Pero para el actual gobierno es más urgente montar teatro, montar circos, que resolver, de manera seria, los muchos problemas que han ido creciendo en nuestro país.
Desde mi punto de vista, la conquista española, que destruyó totalmente a la civilización azteca hasta sus cimientos, con el casi exterminio de la población mexica, por las matanzas y la epidemia de la viruela que trajeron los mismos españoles, dejando una Tenochtitlan devastada; que destruyó casi la totalidad de sus códices, se sabe que sólo sobrevivieron 15 de ellos, quemando la biblioteca de Texcoco, pueblo conocido como la Atenas del mundo prehispánico, perdiendo de este modo, la sabiduría de hombres y mujeres que forjaron esa civilización; con la devastación de la cultura documental, se perdió la memoria indígena. La conquista de Tenochtitlan, la conquista de una civilización, “la Venecia del nuevo mundo” que sigue asombrando al mundo por su grado de desarrollo; es uno de tantos crímenes que llevó a cabo la España monárquica y feudal con el único propósito de saquear las riquezas de nuestro país, el oro y la plata, esclavizando por trescientos largos años a los nativos, dejando en la consciencia de nuestros indígenas el sentimiento de inferioridad, sentimiento que hasta la fecha, sirve para someternos a las clases pudientes que siguen explotando a los trabajadores de México.
Los mexicanos no podemos olvidar nuestra historia, pero nuestros gobernantes no tienen derecho a manipularla y hacer de ella circo y teatro para desviar nuestra atención para que olvidemos los muchos problemas que crecen y crecen a diario. La pandemia por covid-19 sigue aumentando, se cuentan ya cientos y cientos de miles de muertos (por lo menos, si hemos de creer a investigadores serios, por lo menos 675 mil); la inseguridad se sigue disparando con homicidios, secuestros, feminicidios, etc.; la economía no se recupera; los miles de damnificados en Veracruz por el huracán “Grace” esperando apoyo, con un Fonden desaparecido; solo por mencionar algunos, en este espacio no cabría hablar de todos los males que aquejan a nuestro país.
Hoy es más urgente y necesaria la organización del pueblo, exigiendo soluciones verdaderas, no palabras y menos ocurrencias y circo, si no lo hacemos así, no habrá futuro para este país.
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