MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Tercer año de gobierno: solo mentiras y demagogia

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El pasado 1 de diciembre la plancha del zócalo de la ciudad de México se llenó de fervientes partidarios del presidente López Obrador, según los defensores de la política de la Cuarta Transformación llenaron la plaza con alrededor de 200 mil seguidores y apoyadores del presidente, “algo nunca visto en la historia política de nuestro país.”

Para lograr tan lúcida hazaña, se tuvo que implementar toda una logística de acarreo como en los mejores tiempos del priismo tradicional, donde se movieron recursos públicos administrados por gobernadores y presidentes municipales de Morena. La fiesta fue en grande, el presidente estaba contento en su ambiente natural cómo si la razón del festejo fuera realmente trascendental para la vida económica de nuestro país.

Surge la pregunta obligada ¿hay razones de peso que merezcan dicho festejo? Veamos los resultados del gobierno morenista a tres años de la llegada de AMLO al poder.

Resultados en la economía. Mientras el presidente procura la recuperación de empleos después de la crisis y habla incluso de 395 mil plazas más generadas por encima de la cifra de empleos prepandemia, la realidad es que, si se recuperaron los 20 millones 294 mil empleos, pero en la mayoría de los empleos recuperados los salarios disminuyeron y los trabajadores recontratados o empleados no volvieron al mismo nivel de ingresos que tenían antes de la pandemia.

La mala calidad del empleo ha sido la constante en esta recuperación.

Según el INEGI el subempleo y la informalidad, crecieron en este este año; hay 17 millones de mexicanos que no tienen empleo 48 millones que están subempleados o trabajaron menos horas de las que tienen disposición, y el 56% de los mexicanos empleados están en el sector de la informalidad, que creció en el tercer trimestre de este año hasta 31.4 millones de personas ocupadas en el sector informal, 4 millones más de las que había en 2020.

La pobreza según el Coneval, también se incrementó en 3.8 millones de pobres más en comparación de lo que había en 2018. 55.7 millones de mexicanos estaban en situación de pobreza en 2020 y de ellos 10.8 millones cayeron en pobreza extrema, que en los primeros 2 años de este gobierno creció en 22.1 millones de personas. También creció la pobreza moderada, la pobreza por carencias sociales, redujo la salud, la principal carencia en crecimiento y la pobreza por ingresos que también se incrementó en los primeros años de esta administración. Y si los pobres qué son el sector, según el discurso presidencial más favorecido en este gobierno crecieron, la clase media disminuyó; 6 millones de mexicanos pasaron del sector medio de la sociedad a formar parte de la clase baja. A todas ellas les afecta por igual una inflación que ya alcanzó el 7.06% en este tercer trimestre y que crecerá al cierre del año con un impacto en el deterioro de los ingresos, que difícilmente se va a paliar con el aumento del 22% al salario mínimo anunciado, justo unas horas antes del festejo en el Zócalo, para llegar a un ingreso mínimo de $177 diarios.

En inseguridad, 105 mil homicidios dolosos en los primeros tres años, superan, con mucho, todos los parámetros de variación conocidos hasta ahora. Ni Calderón, ni Peña Nieto llegaron ni cerca de los niveles de violencia que hoy vivimos los mexicanos.

Y ¿cuál ha sido la respuesta del gobierno al aumento de esta violencia?

“Abrazos, no balazos”, 28 masacres en estos tres años de gobierno, balaceras en ciudades, playas y destinos turísticos, tomas de poblaciones y municipios por el narco, que impone toques de queda, asesinatos de candidatos a cargos de elección, actos de narcoterrorismo y lo más reciente; explosiones de coche bomba para una fuga de reos.

Otro rubro: La salud pública de primer mundo (“Como el de Dinamarca”), con hospitales públicos en crisis por covid-19, un INSABI que no funcionó, desabasto de medicamentos y enfermedades graves, que no tienen tratamientos, tal cómo sucede con los niños con cáncer, los diabéticos o los enfermos del VIH, por mencionar algunos.

Y la cereza del pastel de este gobierno, el combate a la corrupción. Los sobres de dinero de Pio, los hijos del presidente beneficiándose de programas sociales como “Sembrando Vida”, para impulsar sus pininos empresariales. Los contratos directos por adjudicación a empresas fantasmas o de reciente creación.

Esta es la realidad de nuestro país. Es el resultado de la política transformadora de Morena y el presidente. ¿Tienen razón y futuro, el gran festejo del Zócalo? El acarreo de tanta gente “consciente” nos indica que sí. Hay que proteger la ineptitud del obradorismo.

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