Tendría ganas de tierra,
del olor de hojas y de hormigas,
de la hierba,
quisiera sentarme y mirar mi cuerpo
cubierto de insectos.
Tendría ganas de mar,
de dejarme inundar por el agua,
de ir hacia abajo, hacia el fondo,
de descubrir y de apagar la luz poco a poco
y de morir como un pez fuera del agua.
Tendría ganas de cielo
pasar entre las nubes
que por fin sin miedo empezarían a picotear
volviendo atrás sin corazón.
Tendría ganas de sentir latir el corazón
ampliarse hasta reventar.
Tendría ganas de pensar en mis años todos juntos
ser desafiado y empezar de nuevo.
Tendría ganas de beber mucho vino
enloquecer, emborracharme, sin más ojos para contar.
Tendría ganas de correr al infinito
y verme llegar antes que yo.
Tendría ganas de cortarme bien los pulsos,
beber mi sangre y volver otra vez niño.
Y de lo que tendría muchas ganas
es de ti.