Dos eventos registrados en la misma fecha -seis de mayo de los corrientes- motivaron la presente entrega: primero, la marcha de alrededor de 800 ciudadanos hidalguenses organizados en las filas del Movimiento Antorchista, quienes por enésima ocasión acudieron a palacio de gobierno buscando una entrevista con el señor gobernador licenciado Omar Fayad Meneses para reclamar se atiendan y resuelvan compromisos de obras y servicios para decenas de pueblos y colonias, pactados desde el inicio de su administración y hasta ahora incumplidos; segundo: la publicación de una nota en el sitio digital de Criterio donde se asegura que por fallas estructurales, cinco obras en Hidalgo son un riesgo por lo que representan un peligro para la ciudadanía. Las obras referidas son: un mercado en el municipio de Tlaxcoapan, dos puentes -uno para cruzar un arroyo y otro peatonal- en los municipios de Huejutla y Tulancingo respectivamente, un edificio histórico en Tenango de Doria, así como una excarcel distrital en la cabecera municipal de Metztitlán.
En relación con el primero de los eventos, debo decir, que como en muchas otras ocasiones, los manifestantes no fueron escuchados en sus demandas y sólo recibieron como respuesta: “el señor gobernador no se encuentra en su oficina por lo que será informado de su visita y hay les llamaremos”. Por esta vez, me interesa referirme al contenido de la nota publicada por Criterio debido a que se trata de una importante inversión de recursos públicos (más de 50 millones de pesos), salidos del bolsillo de los contribuyentes y que al parecer –según lo consigna la propia nota- ha sido tirado al bote de la basura, pues las obras no reportan hasta ahora ningún beneficio para la población y si muchos riesgos para la misma. Veamos sólo parte del contenido de la nota ya referida.
“En su edición del 23 de septiembre de 2020 ( ojo: hace más de siete meses, aclaración mía) Criterio publicó que una creciente del rio Rancho Viejo, Huejutla, se llevó parte del puente Vado, en el que se invirtieron más de 2 millones y medio de pesos, el cual, a casi ocho meses, no ha sido reparado. La infraestructura comunicaba a comunidades de Hidalgo y Veracruz, y -hasta la fecha- los vecinos siguen esperando a que repongan la obra, pues se quedaron incomunicados y la reparación aun no comienza, a pesar de los reclamos de diputados locales panistas y morenistas, quienes pidieron la intervención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF)”. Hasta aquí el contenido de la nota. Llama la atención en primer lugar, la indolencia, omisión e insensibilidad de las autoridades frente a las necesidades más elementales de la población; segundo, la irresponsabilidad con la que se conducen, en el manejo y administración de los dineros del pueblo y el desprecio por las propias instancias de gobierno, representadas en los diputados del congreso local a quienes también se les ignora. ¿Qué podemos esperar los ciudadanos de a pie, sin influencias ni dinero? Sigue la cita.
“Asimismo, en Tenango de Doria (actualmente gobernado por Morena, agrego yo) un edificio ocupado actualmente por el área de Servicios Municipales se encuentra en avanzado deterioro, de acuerdo con Abraham Antonio Tolentino, titular del área de cultura. El funcionario informó que el inmueble, considerado patrimonio cultural por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue construido antes de 1800, según investigaciones realizadas. Aunque afirmó que existen planes para convertirlo en museo, el ayuntamiento se encuentra a la espera de una valoración del INAH para proceder, pues desde 2001 y hasta 2016 la construcción sufrió deterioro luego de que fuera prestado en comodato a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)”. Otra vez la indolencia y falta de interés por la conservación de inmuebles por parte de las propias instancias de gobierno. Nótese que son ya varios años transcurridos sin ningún avance.
“En Tulancingo, el puente Bicentenario, ubicado frente a las colonias Jardines del sur y La Estrella, fue cerrado al paso peatonal en diciembre de 2020, pues representa un riesgo para los usuarios debido a que la estructura casi tocaba los cables de alta tensión y el barandal se encontraba a cincuenta centímetros de un transformador (¿la empresa constructora no se dio cuenta?, pregunto yo). En su construcción, concluida el último mes del año pasado, el anterior gobierno municipal destinó 4 millones 600 mil pesos y aunque el ex edil Fernando Pérez pretendía inaugurarlo, no le alcanzó el tiempo, como tampoco el dinero fue suficiente para el Consejo interino que encabezó el panista Fernando Lemus para sufragar el costo de la remoción del transformador y el cableado a efecto de eliminar el riesgo, por lo que determinó restringir el acceso.
En este caso, a diferencia de los anteriores, la nota da cuenta de que la administración a cargo del Licenciado Jorge Márquez, sufragó el monto de los trabajos que desde la semana pasada realiza personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para hacer seguro y funcional el puente bicentenario. Enhorabuena por la nueva administración y la ciudadanía de Tulancingo que será beneficiada.
Me interesa destacar que a estas obras abandonadas, se agregan otras en las que también se invirtieron recursos del erario igualmente despilfarrados. Veamos algunos casos específicos. Con fecha 23 de julio del 2013, la Subsecretaría Técnica de la Dirección General de Proyectos emitió el oficio No. EP-1239/2013 dirigido a los Delegados de las localidades de La Tortuga, Palo Verde, El Dextho y La Piña en el que se informa que la Consultora CONASO S.A. DE C.V. al amparo del contrato No. PF-2013-IT-PIBAI-SOPOT-002 asignado al Ing. Samuel Reséndiz Espinoza, representante legal de dicha empresa, será la encargada de elaborar los Estudios y Proyecto ejecutivo para la Construcción del Sistema Integral de Agua Potable que beneficiaría a estas cuatro localidades, dicho oficio, lo firmó entonces, el Ing. José Héctor García Urbina Director general de estudios y Proyectos. El proyecto se elaboró, la obra en cuestión fue ejecutada y sólo lograron llevar agua al tanque de almacenamiento el día que fue entregada a las autoridades de las comunidades ya citadas. Han transcurrido ya ocho años desde entonces, y los pobladores siguen padeciendo de la falta de agua; a este se suman los sistemas de agua con toma domiciliaria en las comunidades de Acuautla y San Gregorio así como el de El Ocotal, que tampoco funcionan. En todos los casos, la gente sigue buscando y acarreando el agua de donde puede para poder satisfacer sus necesidades más elementales.
En este mismo abandono, destacan igualmente, la pavimentación inconclusa de los caminos que enlazan a la cabecera municipal con la zona norte e Ixhuatlán de Madero en Veracruz y que de ser concluidas, beneficiarían a decenas de comunidades, facilitarían el comercio y la actividad económica en general, además de brindarle seguridad y comodidad a los usuarios y un desgaste menos intenso y rápido de las unidades de transporte que prestan el servicio. La falta de mantenimiento a lo ya avanzado en los tramos pavimentados, está provocando un acelerado deterioro ocasionado por las lluvias que arrastran avalanchas de piedra y lodo que en ocasiones impiden y/o dificultan el tránsito vehicular y peatonal, poniendo en riesgo la vida de los transeúntes.
Son justamente estas, algunas de las demandas que los ciudadanos han venido reclamando a los gobiernos estatal y municipal y a las que hasta ahora no se ha dado respuesta. Es esto, lo que volvió a ignorar el gobierno estatal el pasado jueves seis de mayo y lo que denunció el medio digital de Criterio. El despilfarro de recursos públicos en obras inconclusas y mal hechas, así como el ignorar a los ciudadanos en sus justos reclamos, no sólo afecta la imagen de los gobernantes en turno y candidatos en campaña -algunos de los cuales ya fueron funcionarios de gobierno-; se afecta también la credibilidad en las instituciones por parte del ciudadano y desde luego se viola la ley al negársele a este sus derechos constitucionales a una vida mejor para todos y no sólo para unos cuantos. Por eso seguiremos luchando y reclamando solución ante las instancias correspondientes dentro del marco de derecho que nos rige. Que conste.
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