Siete largos años en los que la ausencia física de nuestra querida hermana y camarada Nancy López García pesa en el corazón, pero también siete años en los que su ejemplo, su entrega y su convicción antorchista han germinado con más fuerza que nunca en los surcos de lucha de nuestro estado. Hoy, más que un lamento, levantamos su memoria como bandera de combate.
Nancy recorrió colonias y comunidades, organizando, educando políticamente y gestionando sin descanso obras y servicios que aliviaran la vida del pueblo.
Originaria de Santa Cruz Pocitos, en Atltzayanca, Nancy llegó a la capital tlaxcalteca siendo una joven estudiante de 18 años, moradora de la casa del estudiante Tlahuicole. Su carácter alegre y su profunda sensibilidad social no pasaron desapercibidos. Pronto encontró en la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” el cauce para su deseo de servir, luchando por mejoras concretas para la juventud.
Al concluir sus estudios, no titubeó: su vida tenía un solo destino, el mismo que marca la brújula de Antorcha: consagrarse a los más pobres, a los olvidados.
Fue en el frente de lucha de Huamantla donde Nancy echó raíces profundas. Se integró de tiempo completo a nuestra organización, convirtiéndose en una columna indispensable en la lucha popular y campesina.
Recorrió colonias y comunidades, organizando, educando políticamente y gestionando sin descanso obras y servicios que aliviaran la vida del pueblo. Su trabajo nunca fue individual; siempre se guió por la sabia dirección colectiva y, en particular, por los consejos y la guía del gran luchador social, el maestro Carlos Noé Sánchez Rodríguez, quien supo ver en ella el ardor de una verdadera revolucionaria.
Pero el enemigo de la justicia, cobarde y artero como siempre, arrebató su vida física el 14 de octubre de 2018. Asesinaron a una mujer que sólo llevaba en sus manos herramientas de trabajo y en su boca palabras de esperanza.
Sin embargo, quienes hemos dedicado más de tres décadas a esta lucha, sabemos una verdad que los opresores ignoran: matar a un luchador social no es matar su causa, es multiplicarla.

Como bien gritamos en nuestras consignas: “Morir por Antorcha no es morir, morir por Antorcha es vivir”. Y Nancy vive. Vive en cada pavimento logrado, en cada aula gestionada, en cada conciencia despierta en Huamantla y en todo Tlaxcala.
Por eso, no podemos, ni debemos, conmemorar esta fecha sólo con palabras. El pueblo organizado honra a sus mártires con acción y lucha. Es un deber político y moral mantener viva su llama.
En este séptimo aniversario luctuoso, convocamos a todos los hombres y mujeres de buen corazón, a los estudiantes y trabajadores, al evento político-cultural que se llevará a cabo este 7 de diciembre en Huamantla, Tlaxcala. Iniciaremos con una gran movilización popular a las tres de la tarde, para después concentrarnos en un acto político-cultural en la Ex-Cancha 13 de esta ciudad, será un espacio para recordar su lucha, analizar la situación que vivimos y reafirmar nuestro compromiso con el camino que ella abonó.
El México y el Tlaxcala de hoy, sumidos en una crisis económica que golpea al pobre, con una desigualdad obscena y una violencia que no cede, necesitamos miles de jóvenes con el valor de Nancy, su desinterés y su claridad política.
Su legado nos señala el camino: la organización popular, la educación política y la lucha incansable por conquistar al poder y una vida digna para nuestro pueblo.
¡Nos vemos este 7 de diciembre en Huamantla!
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