MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Regreso a clases presenciales, inminente riesgo de contagios

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Tras anunciar que el próximo lunes 24 de mayo, Guerrero pasa de anaranjado a color verde en el Semáforo de Riesgo Epidemiológico y, por tanto, se reactivarán las actividades económicas en las siete regiones, el gobernador Héctor Astudillo Flores reiteró que el estado alista el regreso a clases presenciales, aunque aseguró, no hay fecha exacta porque primero debe realizarse una evaluación de las condiciones en las que se encuentran los planteles en general, a 14 meses de la pandemia. Admitió que frenar gran parte de las actividades en el estado por el coronavirus fue una acción drástica y regresar a ellas también será un reto.

En este contexto de reactivación de actividades, nos enfocamos al rubro educativo, donde según Yobany Jiménez García, director del Telebachillerato de la comunidad Apalani, en Acapulco, considera apresurado e irresponsable el anuncio del regreso a clases presenciales porque representa un gran riesgo de contagio al no estar vacunados los alumnos, padres de familia y personas que los rodean. Es un riesgo muy alto para estudiantes, familiares y docentes, que, aunque están vacunados, la vacuna no garantiza que estén inmunes a enfermarse de covid-19.

Las autoridades federales y estatales deben buscar los mecanismos para que las escuelas sean seguras, se deben adecuar las aulas, sanitizar, rehabilitar y garantizar los servicios de agua potable y drenaje, fundamentales para disminuir riesgos por la pandemia que azotó al mundo entero. Por el momento no es viable el regreso a clases presenciales hasta que las escuelas sean un lugar seguro para alumnos, maestros y padres de familia. Es decir, primero se deben buscar recursos para sanitizar a los estudiantes en la entrada y salida a los planteles educativos y sobre todo, la vacuna debe ser generalizada, de lo contrario, todos corren un riesgo de contagio muy alto, sobre todo los niños de educación básica -preescolar-primaria-secundaria) que se quitan el cubrebocas, lo intercambian con sus compañeros, comparten alimentos e interactúan. Si no hay vacunas para estudiantes, padres de familia y personas que los rodean, no tiene caso el regreso a clases presenciales, el gobierno se está apresurando porque quiere cumplir una parte y deja desprotegida a un sector de la población.

El docente dijo que las aulas y escuelas en general se encuentran en malas condiciones, después de un año de no ser utilizadas. Se tienen que contemplar asuntos importantes como el suministro de agua potable, servicio de drenaje, rehabilitación de aulas y sanitización de espacios escolares antes del regreso a clases, para evitar riesgos mayores.

El 40 por ciento de los estudiantes del telebachillerato de Nueva Creación de la comunidad Apalani abandonaron sus estudios. La falta de recursos económicos generados por el desempleo, ocasionó que el 40 por ciento de los alumnos dejaran sus estudios y el otro 60 por ciento se mantuvo en clases virtuales, pero sin cumplir con sus actividades diarias por falta de equipo como computadoras, laptop, tabletas, teléfonos celulares y fichas de internet, que cuestan entre 10 y 15 pesos y duran una hora. Es complicado que los jóvenes realicen sus estudios porque al estar desempleados los padres de familia no pueden adquirir fichas de internet compartido -que son necesarias tres diarias-, en ocasiones no hay recursos ni para comprar un cuaderno. Muchos jóvenes salieron en busca de trabajo y las jovencitas tristemente optaron por “juntarse” con sus novios en espera de una vida mejor.

Para los padres de familia de la localidad, el regreso a clases presenciales sí sería viable, pero con las condiciones de salud necesarias porque no están dispuestos a arriesgar la vida de sus hijos.

En este mismo tenor, una de las dirigentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), Reyna Bello de Jesús, coincidió en que el regreso a clases presenciales representa un riesgo inminente de contagios porque los estudiantes y padres de familia no están vacunados, el magisterio sí fue vacunado pero habría mucho riesgo de infección, sobre todo en los compañeros con enfermedades crónico degenerativas. En el estado, la pandemia agudizó la deserción escolar y ocasionó aproximadamente 170 bajas en el sector magisterial, por eso el magisterio guerrerense dice sí al regreso a clases presenciales, siempre y cuando haya garantías para regresar a las aulas, como infraestructura, servicio de agua potable, un médico en cada escuela de las áreas rural y urbana, botiquín de primeros auxilios, entre otras condiciones

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