MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Quién dijo que todo está perdido? Hay estudiantes que luchan por una patria mejor

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La célebre frase “quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón” de la emblemática composición de Fito Páez que, como lo afirmó Joan Manuel Serrat -quien cantó con Fito Páez-, “forma parte de la banda sonora de un tiempo de ilusión y esperanza, de recuperación y sueños”, puede decirse que hoy en día sigue más presente e incisiva entre los jóvenes oaxaqueños, por el ánimo de lucha que se ha visto en la capital oaxaqueña como la lucha que libran estudiantes y maestros de la Universidad Tecnológica de Valles Centrales de Oaxaca (UTVCO) para tras el despido de siete docentes y siete trabajadores administrativos de la Universidad que se localiza en la población de San Pablo Huixtepec y la actitud represora y autoritaria de su rectora Tania López López; la lucha social que encabezan jovencitos de la preparatoria general Lázaro Cárdenas del Río y el albergue estudiantil “Rufino Tamayo y Clara Córdova” adheridos a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) Oaxaca e, incluso los mismos normalistas del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca (Creno) quienes tras un día más de protesta, fueron detenidos  por la fuerza de la Polícia Estatal quienes “aplacaron” a los estudiantes bajo amenazas con armas de alto poder y gas lacrimógeno.

A pesar de los diferentes métodos de lucha que ejercen los estudiantes oaxaqueños,  las diferentes movilizaciones y protestas dan señas de que la educación en el estado de Oaxaca no está bien, pero, esto no podemos decirlo así de simple, para ello, veamos los datos estadísticos.

De acuerdo con datos publicados por el Universal Oaxaca, « con el indicador "Esperanza de escolaridad por entidad federativa", que expone a cuántos años se espera que una persona de entre 5 y 29 años de edad esté inscrita en algún nivel educativo en la que dicha crifra es resultado de sumar las tasas netas de escolarización por edad, para los alumnos de entre 5 y 29 años independientemente del nivel educativo que cursen, resalta que Oaxaca tiene uno de los niveles más bajos de esperanza de escolaridad, con la tercera posición a nivel nacional, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) ». Además, agrega que « los datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación señalan que Oaxaca registra la tasa de abandono más alta en primaria, con 7.1%, que es aproximadamente seis veces mayor a la de todo el país, seguida por Michoacán, con 3.2%. Ambas entidades también tienen los mayores niveles de abandono en secundaria, con tasas cercanas a 10% ».

Esta triste realidad no sólo permea en la educación oaxaqueña sino en todo el país, pues de acuerdo con cifras odiciales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) México enfrenta un escenario en el que de cada 100 niñas y niños que ingresan a primaria 8 no terminan y se registran 88 en secundaria, de los que 70 ingresan al nivel media superior y solo 34 acceden al nivel profesional de los que finalmente, solo 24 jóvenes concluyen sus estudios profesionales.

Esto último no es casualidad pues los rubros de gastos económicos en la educación, sin duda ha sido uno de los factores que más pega en las familias mexicanas y oaxaqueñas, por ejemplo,  en Oaxaca el rubro que abarca uniformes escolares, útiles y zapatos fue el más afectado por la inflación, al registrar un índice en Oaxaca del 6.24% en el presente año, según reportó el Inegi. A estos datos se sumaron los del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que refiere en el estado hace un año la inflación en el rubro de educación fue de 2.26%, es decir, en un año aumentó el 6.78% por lo que la situación fue más perceptible en los precios de los útiles escolares debido a que el surtimiento de una lista de al menos 15 artículos básicos de marcas económicas no bajó de los mil 800 pesos.

En síntesis, las manifestaciones y protestas encabezadas por estudiantes en Oaxaca nos habla de que es necesario exigir a quienes hoy gobiernan nuestro país y estado que prometieron mejorar la educación, den resultados en los hechos con programas y apoyos que salvaguarden una educación crítica, científica y popular, así debe ser. 

En este sentido, albergues estudiantiles como “Rufino Tamayo y Clara Córdova” que cobija a jovenes estudiantes del nivel media superior o el “albergue Tlacaélel” son alternativas para jóvenes de escasos recursos que viven en la ciudad de Oaxaca para que continuen sus estudios, mismos que han sido fruto de las luchas estudiantiles encabezadas por la FNERRR y la asociación civil antorchista.

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