Oficialmente han arrancado las campañas electorales por parte de los partidos políticos y candidatos, quienes en los siguientes días estarán presentando sus propuestas, las cuales serán su carta de presentación para ser aceptados y, en su caso, favorecidos con el voto de los ciudadanos en junio próximo. De esa decisión de los mexicanos dependerá quién será la sucesora o el sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hasta el momento, la candidata oficialista, es decir, la morenista Claudia Sheinbaum, ha destacado que continuará con el legado del actual presidente. Si nos atenemos al tipo de política aplicada durante estos casi seis años, está claro que avala la "política de abrazos, no balazos", la "austeridad republicana", las "megaobras" y demás acciones que han llevado a México a niveles elevados de violencia, corrupción en diversas dependencias, asignación directa de obras y recorte presupuestal en rubros como salud, educación, entre otros.
Si las escuelas padecen el olvido gubernamental, los maestros también, pues el presupuesto para formación continua de este año equivale a 96 pesos anuales por maestro.
Por otro lado, la candidata de oposición, la abanderada del Partido Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), Xóchilt Gálvez, ha destacado que trabajará de manera frontal contra la delincuencia, e incluso ha propuesto la construcción de una "mega cárcel" para encerrar a los delincuentes, sacar al Ejército de las tareas que actualmente realiza y volver a ser un país con "aspiraciones".
Pero en esta ocasión quiero referirme a un tema que, por su importancia, debió estar en la mesa desde el primer día de campaña. Y los tres candidatos lo han obviado, quizás algunos digan que es temprano, y que en las próximas semanas tendrán listo un plan de trabajo; sin embargo, es necesario hacerlo evidente. Me refiero a la educación.
Ya en otras entregas he señalado el papel tan importante de la educación en un país, y que sin duda el gobierno de la 4T no le ha prestado la atención necesaria, al grado de que, según la Prueba Pisa, como nación nos hemos rezagado.
La política educativa de López Obrador es un fracaso; la Nueva Escuela Mexicana se implementó apenas el ciclo escolar pasado, faltan aulas, laboratorios, computadoras, espacios dignos para deporte y prácticas culturales en decenas de escuelas de todo el país. Por si fuera poco, según especialistas, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no trabajó para combatir el rezago educativo resultado de la pandemia de covid-19.
En este contexto, la asociación civil Mexicanos Primero pidió a los candidatos poner a la educación como prioridad. Según su documento, "uno de cada tres mexicanos está en edad de acudir a la escuela, en educación básica o media superior, aun así, las plataformas de los partidos políticos no ofrecen propuestas específicas que atiendan y mejoren la educación en el país".
Y de acuerdo con los datos proporcionados por el propio gobierno, a través de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), en el ciclo escolar 2021-2022, unas 26 mil 463 escuelas en el país operan sin luz, 56 mil 109 sin agua, 43 mil 558 sin lavamanos y 5 mil 950 sin sanitarios. Además, en ese mismo periodo, 127 mil escuelas de educación básica y media superior no cuentan con computadoras y 168 mil no tienen conexión a internet en pleno 2024.
Si las escuelas padecen el olvido gubernamental, los maestros también, pues el "presupuesto aprobado para la formación continua de docentes para este año equivale a 96 pesos anuales por maestro", afirma el documento de la asociación civil.
Y para acercar el problema en nuestro estado, Mexicanos Primero, capítulo Sinaloa, informó que en la administración del gobernador Rubén Rocha Moya, unas 2 mil 700 escuelas declararon tener algún tipo de necesidad en su infraestructura, de las cuales, 2 mil 593 corresponden a escuelas de educación básica. Según el reporte de Daniel Rodríguez López, investigador de Mexicanos Primero Sinaloa, con datos solicitados a la Secretaría de Educación Pública y Cultura, en 800 inmuebles, los trabajos ya fueron concluidos, y se destinaron unos 700 millones de pesos.
Sin embargo, al ritmo que trabaja la dependencia estatal, el propio Rodríguez López señala que se necesitarían 1.9 años, casi dos años más, "para rehabilitar las mil 709 escuelas que aún se encuentran pendientes de atender".
Es decir, no sólo en la entidad, los niños y jóvenes padecen los estragos de las malas políticas educativas de los gobiernos en turno, sino que el problema es a nivel nacional, y es en este sentido, en el que los mexicanos, todos los ciudadanos, debemos exigir a los candidatos que trabajen en un plan, y coloquen a la educación como uno de los temas prioritarios de gobierno.
Pero nuestra exigencia no debe limitarse a los candidatos presidenciales; también debemos exigir a los aspirantes a seguir gobernando, algunos de los cuales buscan la reelección. A ellos preguntémosles: ¿Qué han hecho por la educación? ¿En qué trabajaron por la educación de su distrito, de su municipio?
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