Es sorprende que, en tan noble profesión como la del periodismo, existan personas que ven en ésta una oportunidad para beneficiarse económicamente y solo buscan tener jugosas recompensas de quien contrata sus servicios cual mujer de la vida galante y, sobre todo, ganarse la simpatía de quien lo contrata para escribir líneas llenas de desprestigio y prejuicios.
Se entiende que todo mundo es libre de dar su opinión, pero de ahí a que existan seres carroñeros de los cuales solo buscan la oportunidad de atacar y desprestigiar una lucha legítima, organizada y sin exclusión. Dos notas publicadas en los medios digitales, contrastesdepuebla.mx e hipocritalector.com me causaron dudas sobre la ética profesional con la que se rigen. En sus líneas llenas de fobia, atacan al Movimiento Antorchista, y acusan a los antorchistas de ser los responsables de las múltiples carencias en las que la gente vive, sin darse la oportunidad de dar seguimiento a todo el trabajo que diariamente realiza la organización popular.
Tanto la columna del pseudoperiodista Carlos Gómez, que me sorprende el modo como redacta su contenido, siendo un personaje con experiencia en el medio, y la columna de “Machetitos”. Ninguna de las dos busca informar, como lo dicta la profesión, si vemos desde los títulos buscan una confrontación dónde no existe, buscan desviar la atención del verdadero problema.
¿Acaso ellos no viven en la actualidad un panorama económicamente inquietante? ¿No saben que el problema de la creación de nuevos impuestos a la ciudadanía afecta rotundamente a millones de familias que utilizan sus vehículos como un herramienta de trabajo? Juzgan a una organización que a lo largo de los años a luchado junto a los poblanos para tener mejores condiciones de vida y a esto se debe que con esta nueva imposición recaudatoria parte del gobierno de la 4T, los poblanos vean con simpatía que el Movimiento Antorchista encabece la solicitud de buscar alternativas en pro de los poblanos.
La aceptación hacia los antorchistas crece, día a día, cosa que a la clase política del estado y a unos cuantos lamebotas no les gusta y les causa pánico, a lo que recurren desesperadamente a la calumnia.
Vilmente se nos ataca, pero acaso se han dado la oportunidad de visitar las colonias populares de la capital poblana y ver con ojos propios las carencias que acarreó la pandemia, se les olvidó que el difunto gobernador junto con sus cómplices de la 4T dejaron en el completo abandono a los poblanos en tiempos del Covid, sin olvidar la falta de obra pública que existe en toda la capital, calles en mal estado, un sistema de salud inexistente dónde la gente tiene que comprar su medicamento por falta de este en las clínicas públicas.
Las carencias que tienen los poblanos son evidentes y ahora lo quieren venir a tapar con acusasiones sin fundamentos, solo por el hecho de que el pueblo se está cansando de las erróneas decisiones que toman desde Casa Aguayo sin importarles el bienestar de quien los puso en ese puesto, que recuerden que solo son servidores públicos no los dueños del erario y sobre todo de las vidas de los ciudadanos.
A estos dos medios digitales les digo que dejen de cuidar los intereses de la 4T, ellos sí ven en el pueblo trabajador una mina de oro con la implementación de la verificación, y todo el tema vehicular que conlleva.
La opinión pública debe pensar en que si permitimos que se nos pisotee, dejaremos claro que podrán violar nuestros derechos como les plazca. Los invito a unirse y alzar la voz ante tan atroces y viles imposiciones por parte de quienes se autoproclamaron la salvación de México.
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