MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Próspero año nuevo?

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Culminó el 2020, año difícil para millones de mexicanos, quizá el más duro de muchos años, y el 2021 inició con una frase típica, la de siempre: "feliz próspero año nuevo&rdquo, la misma que se utiliza cada año para desear entre todos lo mejor para el año venidero; misma frase que usó en su discurso el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. 

Pero habría que ver con más detenimiento las cosas; es importante destacar la doble moral imperante y que acostumbran los gobernantes y quienes modelan el pensamiento popular. Esa trillada frase a la que se nos ha acostumbrado se utiliza para aletargar la conciencia de todo el pueblo; por un lado se desea felicidad a los casi 130 millones de mexicanos, pero sin considerar ni remotamente la situación en la que viven, que no es precisamente para ser felices, sino todo lo contrario; por otro lado, en el terreno de los hechos hay una diferencia abismal con lo que se dice; a diferencia de lo que los gobernantes anunciaron machaconamente, la pandemia no desapareció ni disminuyó al concluir el año, todo lo contrario, aumentó. 

Veamos alago de lo publicado por medios de comunicación en esta primera semana del 2021: el portal Forbes.com el día 8 de enero tituló una de sus notas "Hospitales de CDMX, ‘totalmente’ saturados por covid-19, alertan paramédicos”; la página de infobae.com dio a conocer que hay ya en el país 149 nosocomios sin camas disponibles para hospitalización general, 81 saturados en camas con ventilador y 40 sin disponibilidad en camas con ventilador, agregando además que ya son cinco las entidades donde la ocupación de las camas está llegando a su tope: Ciudad de México (85%), Estado de México (81%), Hidalgo (77%), Guanajuato (77%) y Nuevo León (73%).

En Michoacán la cosa no pinta mejor: el 7 de enero el portal jornada.com publicó "Hospital general de Morelia y particulares, llenos: salud&rdquo, y diferentes medios locales dieron a conocer que la Red de Infección Respiratoria Aguda Grave informó que los hospitales del IMSS ubicados en Zacapu y Lázaro Cárdenas, y el hospital de la Secretaria de Salud de Tuzantla se encuentran ya al 100 por ciento de su capacidad, y vienen detrás los hospitales del IMSS en Zamora, que tiene ya 94 por ciento de ocupación, el 83 del IMSS de Morelia con 79 por ciento, el ISSSTE también en la capital michoacana con 86 por ciento. Y la lista continúa y continúa. 

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Para iniciar el año también, justo el primer día, enfermeras, doctores y trabajadores de algunos hospitales de la Ciudad de México salieron, nuevamente, como en el mes de marzo, a manifestarse para exigir a los gobiernos estatal y federal insumos y equipo necesarios para atender a los pacientes contagiados por covid; ¿la respuesta? Silencio total. 

La pandemia por coronavirus ha dejado ya, al momento de escribir estas líneas, un millón 524 mil 36 contagiados, y han perdido la vida 133 mil 204 mexicanos, por la mala atención médica, la falta de insumos, de vacunas y, en fin, de un mal manejo de la pandemia que favorezca y tome en cuenta a todo nuestro pueblo. 

La felicidad, no obstante lo que muchos pudieran o quisieran creer, no puede alcanzarse fácilmente, o con solo desearlo; varias son las condiciones para su realización: qué ironía desear a alguien un feliz año cuando millones de niños y jóvenes han abandonado la escuela y ahora trabajan, en lo que pueden, para apoyar la economía familiar y poder llevarse a la boca aunque sea una comida al día; no se puede imaginar felicidad mientras nuestros niños se marchitan; mientras haya mexicanos que no cuenten con un ingreso seguro y digno, que garantice la satisfacción plena de todas sus necesidades materiales; en esta situación, al gobierno siempre se le ha hecho más fácil utilizar "palabras máscara” que más que expresar la realidad la ocultan; más fácil que buscar y trabajar por encontrar salida a la precaria situación por la que atraviesa la mayoría de la sociedad mexicana. 

Nuestro pueblo sigue saliendo a trabajar; no puede permanecer en casa como le indican desde el gobierno; es popular la frase "prefiero morir por covid a que mi familia muera de hambre”. Una afirmación desgarradora, una disyuntiva de hierro a que se somete a los más pobres, a los asalariados, a quienes trabajan en el sector informal, y que ha sido el punto, quizá, del eje del gobierno para deslindarse de toda responsabilidad, pues saben que aunque los muertos sigan incrementando, los mexicanos no podrán dejar de trabajar, lo que garantizará que su plusvalía siga creciendo y seguirán sin hacer nada por trabajar y combatir esta situación. Y los gobernantes seguirán lavándose las manos, diciéndole a la gente: ¡si te enfermas es porque no me hiciste caso! Así salvarán su imagen de gobernantes y podrán culpar al propio pueblo de su desgracia.

En pocas palabras, llenarse la boca deseando a todos los mexicanos un próspero año nuevo, no es ni será nunca suficiente. Hace falta un gobierno que vele realmente por la necesidad del pueblo; que sienta en carne propia la tragedia de millones de hermanos en desgracia; que como líder ponga el ejemplo y deje de arriesgar a todo aquel que se acerque, por la simple necedad de no querer acatar las medidas sanitarias indispensables. Es necesario también que nuestro pueblo se quite las vendas y tome en sus manos el timón para guiarnos a puerto seguro. Así que, este 2021 será duro para los pobres, muy duro. Pero estoy segura que es posible alcanzar el bienestar que el pueblo ansía, y merece, pero para ello debemos luchar unidos, esforzarnos todos, trabajar fuerte, creando las condiciones necesarias para ello. Sigamos volando, que aún nos queda cielo por alcanzar.

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