Cada gobierno que comienza a administrar algún municipio o estado, siempre dice que su política va a ser dirigida a los más humildes, que se crearán programas de apoyo social para que sean aprovechados por las familias más vulnerables, con el fin de erradicar la pobreza. De ahí se destacan algunos programas que en su momento se presentaron con bombo y platillo ante la sociedad, algunos como el gran descubrimiento del siglo XXI, como fue La Cruzada Nacional contra el Hambre en 2013, el cual se vio envuelto en una terrible corrupción, y hasta su titular está en la cárcel.
Pero bueno, yo diría que los programas no son tan malos, porque sí ayudan en algo a combatir la pobreza y el rezago, y lo digo porque en varias ocasiones con el programa Prospera (que en su momento se llamaba Progresa y fue cambiando de nombre), varias familias de la zona mayo en el sur del estado de Sonora, se beneficiaban con el recurso que les llegaba de manera bimestral. La forma como se accedía a estos programas era que los funcionarios iban hasta el último pueblito a encuestar a doña María X, por ejemplo, para que accediera a los beneficios. En la actualidad las cosas han cambiado.
Sabemos que las tecnologías de la información se han desarrollado de manera acelerada, llegando a muchos lugares a los que antes no se podía, como el internet y el teléfono celular. Y estoy de acuerdo en que nos tenemos que adaptar a las nuevas herramientas tecnológicas para agilizar el trabajo, pero resulta y resalta que de este avance tecnológico los funcionarios, a mi parecer están haciendo un uso inconsciente (eso quiero pensar) en la aplicación de los programas sociales para los humildes. Es verdad que hace 20 años apenas se estaba desarrollando la telefonía, el internet, y por tanto veíamos a funcionarios de gobierno (claro, hablo de los funcionarios menores, de los asalariados, porque los de tacuche y corbata, a esos le sale roncha al pisar alguna comunidad marginada) visitando comunidades lejanas para aplicar los programas de gobierno. Ahora, después de 20 años, las cosas han cambiado, pero en este avance de la ciencia, el gobierno debe entender que no todos tienen acceso a internet o a la telefonía, e incluso, todavía hay un número importante de familias que no tienen ni los servicios básicos, como agua potable, electricidad y drenaje para vivir de manera digna.
Comento esto porque hace algunos días la Secretaría de Desarrollo Social de Sonora (SEDESSON), lanzó un programa que se llama “cuidar a quienes cuidan”, con el cual se pretende apoyar económicamente a aquellas personas que cuidan a algún familiar discapacitado, como una forma de premiarlos por su esfuerzo. Pero el programa se lanzó en su página de internet y en otro medio informativo (en Miguel Alemán anduve preguntando si se habían enterado del programa, y ni una sola persona supo decirme de ello), y quien quisiera participar, tendría que descargar dos documentos de estudios socioeconómicos, después inscribirse en la plataforma del programa y subir documentos del solicitante al portal. En la convocatoria dice que se elegirán a los aspirantes que vivan en condiciones precarias, que carezcan de servicios básico; para terminar pronto, pues, a los que estén en pobreza extrema. Pero ¿no será esto una contradicción muy evidente?, que por un lado digan que se les apoyará a los que están bien pobres, resulta que estas familias ¡por ser tan pobres no tienen internet!, algunas ni luz eléctrica, ni cuentan con una computadora y ni saben usarla. Los funcionarios que están implementando este programa ¿qué concepto tienen de pobreza? ¿Para ellos que es la pobreza? No creo que su ignorancia llegue a tal grado de no saber concebir el concepto de pobreza, más bien yo concluyo que ese programa y otros están diseñados para que la gente no acceda a ellos, y así justificar al final que nadie se inscribió y, por tanto, concluir que la gente no necesita de los apoyos de gobierno.
Van escasos meses del gobierno en la Sonora de la 4T, y me parece que en esta dependencia (SEDESSON) empiezan con el pie izquierdo, ya que pregonan que son un gobierno diferente a los “prianistas”, y que su diferencia radica en que éstos si están con la gente, y yo digo que si están, pero con la que tiene Facebook y WhatsApp. Están a tiempo de corregir, y medio dejar la burocracia a un lado, e irse a las comunidades y colonias marginadas que no se enteran de dichos programas por las mismas condiciones paupérrimas en las que viven, pero que están muy necesitados de los apoyos del gobierno, y muy poco de funcionarios de escritorio que padecen de reunionitis. El pueblo está harto, y querer solucionarlo todo pidiendo a la gente que se inscriba por internet, va directo al fracaso. Si no quieren ir a empolvarse a las colonias, primero asegúrense que la gente tenga acceso a la luz eléctrica, agua potable, internet, computadora y que la sepan usar; de lo demás, estoy seguro que la gente se inscribirá en sus programas sociales. y como dijo un filósofo de la 4T: El pueblo es sabio y en su momento se los recordará.
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