Si bien es cierto, el sistema de educación ha estado en boga de un sector amplio de la población, pues en los últimos años la reducción de su presupuesto y calidad ha venido a la baja y hoy no es lo contrario. Se gesta una vez más un golpe directo a la educación mexicana, una educación con muy malas calificaciones que deja mucho que desear ante los avances tecnológicos y los problemas sociales que enfrenta nuestro país.
Los libros de texto que ahora se pretenden distribuir a través del programa La Nueva Escuela Mexicana, es un intento de privatizar uno de los sectores más importantes, negándoles el desarrollo cognitivo a niñas y niños, pues es en las primeras etapas donde se despliegan las capacidades de mayor aprendizaje; un menor al que no se le enseña el pensamiento crítico y científico, difícilmente podrá adquirir las herramientas necesarias para desarrollarse en un ambiente laboral que le permita recibir un ingreso medianamente aceptable.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se pone al servicio del modelo económico neoliberal que permea en la mayor parte del mundo, y que consiste principalmente en la reducción drástica del Estado y sus funciones. Es decir que ahora sean las empresas privadas que se hagan cargo del desarrollo, para que sea un país “competente”, lo mismo que ahora está sucediendo con la educación, pues está provocará varias reacciones en la sociedad.
Las familias que tengan el recurso suficiente para llevar a sus hijos a instruirse en las mejores escuelas privadas tendrán el privilegio de contar con una educación más completa, pero quienes no tengan la misma opción, difícilmente podrán costearse una educación de calidad y se quedará a expensas de lo que disponga, haga y deshaga, la Secretaría de Educación Pública y el gobierno federal.
Hablamos de poco más de 24 millones 479 mil 952 estudiantes que se concentran en el nivel de educación básica, y que, de todos ellos, solo una ínfima parte tendrá las posibilidades de poder instruirse en una escuela privada, aquí ya se reducen las posibilidades de poder construir o aspirar a una vida sin tantas carencias.
Las familias que tengan el recurso suficiente para llevar a sus hijos a instruirse en las mejores escuelas privadas tendrán el privilegio de contar con una educación más completa, pero quienes no tengan la misma opción, difícilmente podrán costearse una educación de calidad y se quedará a expensas de lo que disponga, haga y deshaga, la Secretaría de Educación Pública y el gobierno federal.
Pero este problema de erradicar y minimizar hasta ahogar a la educación pública no es nuevo, viene de tiempo atrás con la baja inversión que año con año se viene realizando, además se añade que en el año 2022 se cerraron definitivamente las escuelas de tiempo completo que ayudaban a 3 millones 600 mil niños con alimento y con algo de tiempo para que sus padres pudieran trabajar más horas y así cubrir gastos necesarios para su subsistencia diaria.
En México se violenta el derecho a la educación, al desarrollo y el aprendizaje de miles de niños; mientras que a los padres se les condena a permanecer callados mientras en las más altas tribunas se decide el rumbo del país, aun a costa de empeñar el futuro de los niños que el día de mañana serán adultos, obligados a ceder y malbaratar su fuerza de trabajo, porque es lo único que se tiene.
México se ha caracterizado por ser un país donde persiste la pobreza, las desigualdades y la violencia; pero su mayor atracción para otros países es tener mano de obra barata, provocando que cientos de empresas lleguen a nuestro país y que el gobierno les dé todas las condiciones para que puedan amasar sus grandes riquezas, que ni siquiera se quedan en el país, pero eso sí, permite que ofrezcan salarios de hambre que son sumamente indignantes porque para poco alcanza.
Desde aquí denunciamos la arbitrariedad que ha provocado un gobierno que llegó liderado por el partido Morena, como una errónea política que no se ha visto que se aplique. Ahora enfrentando un problema más que nos advierte que Morena no es la opción, y que nos arrastra una vez más hacia la privatización de la educación pública, aunado con esto a la baja calidad educativa que orilla a los mexicanos a seguir viviendo en la ignorancia, y que como consecuencia esto solo trae miseria y pobreza.
Nuestra denuncia es pública e invitamos a los padres de familia, a los estudiantes a los maestros a indignarse ante tantas injusticias, a defender a la educación que, como dijo Nelson Mandela, “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, de no hacerlo así, estaremos condenando nuestro futuro.
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