El 28 de febrero de 2020, después de ser confirmado el primer caso de Coronavirus en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró en una de sus mañaneras: "Estamos preparados para enfrentar esta situación del coronavirus. Tenemos los médicos, los especialistas, los hospitales, la capacidad para hacerle frente a este caso del coronavirus en la medida en que se vaya desarrollando, presentando, vamos a atender los casos… No es, según la información que se tiene, algo terrible, fatal, ni siquiera es equivalente a la influenza".
A casi un año de tal declaración y luego de que su vocero designado para informar sobre la covid-19, Hugo López-Gatell haya cambiado por enésima vez pronósticos, discursos, disposiciones y hasta contrapuesto sus propios análisis con tal de proteger la imagen del Gobierno federal y, en particular, del presidente López Obrador, hoy en nuestra nación la realidad es tan terrible y desesperante como en muy pocos países del mundo.
La mentira del gobierno federal en torno a la pandemia y la estrategia para enfrentarla no se sostienen ya de ninguna manera. Sólo gente sin cordura, fuera de sus cabales o quienes tienen intereses bien definidos y convenientes por su filiación pro gubernamental, son los que aún aplauden, sin vergüenzas ni reparos, los disparates del presidente López Obrador. Sencillamente, la "Cuarta Transformación” tiene al borde de una crispación social a la nación y ha abandonado a su suerte al pueblo mexicano al punto de condenarlo a muerte por la delincuencia, el hambre y el coronavirus. Todo ello, debido a que el presidente de la república o vive totalmente desconectado de la realidad o simplemente es un necio empedernido sin ninguna racionalidad.
Según datos de la ONU, retomado en una edición del diario Excelsior en junio de 2017, con 129 millones 163 mil habitantes, México es el décimo país más poblado del mundo. Sin embargo, los noticiarios nacionales, desde hace más de seis meses colocan a México como el tercer país con más contagiados y muertos en el mundo (tenemos la segunda tasa de mortandad con más del 11% de muertos) y, al ritmo que vamos (porque la India va disminuyendo la cantidad contagios y muertes diarios, mientras México sigue cuesta arriba), la situación va a empeorar.
El portal animalpolítico.com lo manejó así el pasado 24 de noviembre de 2020: "Entre 53 países, México es el peor lugar para estar en la era del coronavirus, según un listado hecho por Bloomberg. Este analiza cómo se ha manejado la pandemia, el crecimiento de los casos, el número de víctimas y si se ha tenido que cerrar comercios y restringir la circulación… Nuestro país ocupa el último lugar del Ranking de Resiliencia de covid, que revisa 53 economías de más de 200 mil millones de dólares. Es también el peor calificado en Latinoamérica por debajo de Colombia, Chile, Brasil, Perú y Argentina.”
El pasado 8 de diciembre, en su mañanera, AMLO, al anunciar su estrategia nacional de vacunación, planteó que "la vacuna se va a aplicar de manera universal. Es un derecho de todos los mexicanos, va a ser gratuita. Se va a priorizar a médicos y enfermeras, los que están atendiendo enfermos de Covid y a las personas mayores”. Pero médicos y enfermeras se quejaron que sólo vacunaron a los funcionarios, incluso Ana Paola de Cosío Farías, endocrinóloga pediatra, denunció que trabajadores de la primera línea de combate contra la pandemia han sido excluidos de las listas de vacunación y, en su lugar, se están inmunizando "administrativos” que nada tienen que ver la atención directa de paciente con covid-19 en el Instituto Mexicano del Seguro Social” (milenio.com).
Pero apenas el 17 de enero, aristeguinoticias.com informó: "Miriam Veras Godoy, quien se desempeñaba como directora general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y de la Adolescencia (CeNSIA) y era la encargada del plan de vacunación nacional contra covid-19, presentó su renuncia al cargo, confirmó Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud… Cortés Alcalá afirmó que la doctora dimitió por razones meramente personales y negó que fuera por estar en desacuerdo con la vacuna o el plan implementado desde el pasado 24 de diciembre.” ¿Por qué tanto afán de aclarar que no se trata de una dimisión por desacuerdo con el plan nacional de vacunación? Dicen que, "explicación no pedida, acusación manifiesta”.
Hay evidencias gráficas y videos de los "Servidores de la Nación” (el ejército electoral de AMLO), funcionarios y políticos morenistas fueron vacunados sin estar dentro del plan ya mencionado. Tuvo que salir López-Gatell a decir (exhibiéndose) que "servidores” formarán parte de las brigadas para aplicar la vacuna, por lo que ya nos podemos imaginar a quienes se repartirían las pocas vacunas que han llegado; pues ya de todos modos el plan ni se podrá llevar a cabo, pues el "generoso mandatario mexicano” ha decidido que se dé acceso a la vacuna a otros países más pobres (sic)… ¿Es que nosotros somos parte de los países ricos? Se sabe bien que es Pfizer quien no nos dará la vacuna porque no tiene. Todas las farmacéuticas darán prioridad a los países ricos, a los que tienen para pagar los altos costos. Se las venden al mejor postor.
Sí, el presidente parece fuera de la realidad, pero lo más probable es que sea su necedad por su desconexión con la realidad, la que está costando millones de vidas. Y ahora hasta Aristegui y Poniatowska han tenido que saborear los insultos de las hordas promorenistas por haber expresar alguna discrepancia con la política gubernamental y, sobre todo, con el autoritarismo necio de AMLO.
Y la dura realidad pareciera incitarnos al "sálvese quien pueda”… Pero en cuatro meses tenemos la posibilidad de poner un alto al desastre al que nos conduce el actual gobierno federal (y en Puebla, donde Miguel Barbosa es colocado por todas las encuestas como uno de los peores gobiernos estatales de la actualidad). Por eso, en las elecciones de 2021, todos los ciudadanos que no están de acuerdo con la actual situación, debemos llevar esta consigna: ¡ni un voto a Morena!
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