MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

PEF 2022: más de lo mismo

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Recientemente se acaba de aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el año 2022 con mucha polémica, fueron 273 votos a favor, 214 en contra y cero abstenciones.  La bancada morenista, como es su característica intrínseca (creo que con pleno entendimiento de lo grave que esto significa) celebró en lo inmediato dicha aprobación, bajo las gastadas frases: "un logro más del pueblo", "más apoyos para los mexicanos", "seguimos consolidando la cuarta transformación por un México más justo", entre otras que no vale la pena enunciar. Aunando a esto, una serie de argumentos, de los cuales destacan el no aumento a la deuda pública, mayor recurso a los sectores de la educación, seguridad, infraestructura, y al campo, suena esto muy maravilloso, que cualquier siervo de la nación creería sin necesidad de inmiscuirse en ello, encubriendo así el crimen que conlleva.

Tomando en cuenta los argumentos que dicen garantizar el bienestar de las familias mexicanas, "principalmente las pobres", tenemos que la deuda pública según la misma Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sí ha aumentado en un 24% con respecto al 2018; en la educación se presume que se destinarán 17 mil millones de pesos, sin embargo, de acuerdo al análisis que hace el Dr. Brasil Acosta, hay 60 mil escuelas sin contar con un lavamanos (elemental para la cuarta oleada de Covid-19 que se aproxima), para las cuales se necesitarían tan solo 10 mil millones, pero, el 98% del presupuesto destinado a este sector será para gastos de operación y solo el 2% para infraestructura, una burla imperdonable para los hijos de las familias más vulnerables que dicen ayudar. 

De los 7 billones, 88 mil millones de pesos que abarca el presupuesto, a lo que se le pone mayor énfasis es a los apoyos sociales y a los tres proyectos federales: el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y a la refinería de Tres Bocas. En el primer aspecto, es necesario precisar que nuestra organización no está en contra de que se apoye directamente a las personas más necesitadas, pero sí que se utilice como cantaleta y como la "medicina ideal para la pobreza", pues se esconde la navaja dentro del pan. Dichos apoyos económicos no van dirigidos realmente a la población más necesitada ni han funcionado como salida de la pobreza, de allí que haya un incremento de casi 4 millones de pobres en la actual administración, pues como bien lo explica nuestro dirigente nacional, el maestro Aquiles Córdova Morán: “Las ayudas son riqueza previamente creada por los trabajadores productivos, pero ese dinero no puede crear riqueza a su vez, porque está destinada al consumo y no a la producción”. Además, de que ese apoyo se limita demasiado en su capacidad adquisitiva por la inflación actual de 6.8%, en otras palabras, el dinero destinado alcanza cada vez para consumir menos porque suben los productos, entre ellos los que conforman la canasta básica, un vil engaño.

De esta manera, como muchos especialistas y conocedores del tema lo han dicho, traerá grandes consecuencias para nuestro país, las comunidades marginadas seguirán sin tener agua potable, electrificación, pavimentaciones, drenajes, escuelas; el apoyo económico no ayudará a salir de esa situación de miseria y más cuando la economía mexicana sigue cayendo, para lo cual se verá necesario incrementar más los impuestos o, como ya está sucediendo, quitando presupuesto a instituciones, como al INE. Toda esta situación la aplauden los morenistas, por la sencilla razón de que los apoyos sociales son su as bajo la manga para los procesos electorales que se vienen, los cuales quieren ganar para seguir manteniendo el poder y vivir de él. Previo a la aprobación del PEF, hizo su intervención el mandatario mexicano en la ONU, dando a conocer su receta para acabar con la pobreza del mundo, "cobrando impuestos a las grandes corporaciones", pero el buen juez por su casa empieza y aquí no hace lo que pregona en la calle. 

En resumen, la aprobación del PEF solo generará que la economía siga cayendo y con ella los salarios disminuyan, se incremente el desempleo y sin una reforma fiscal progresiva los impuestos (sobre todo el IVA) se incrementarán, generando así que lejos de que se ayude al pueblo, se le esté dañando cada vez más por el gobierno de la cuarta transformación. 

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