¿Cuántos dispositivos electrónicos con pantalla tienen? Yo, dos: una laptop y un teléfono. Uno para las tareas que requieren una mesa y escritorio de trabajo más amplio, y el teléfono para la comunicación en apps de chats y redes sociales. Con esas dos pantallas me basta, porque según yo lo que puedo consumir en el caso de las redes sociales lo puedo hacer sin necesitar un tercer dispositivo.
Ahora, ¿cómo percibimos el mundo? A través de los sentidos, la vista, el tacto, el oído, el olfato, y ¿cómo percibimos el mundo exterior? Es decir, las cosas que no hemos olido, que no hemos tocado o que no hemos visto. ¿Cómo sabemos que existen los pingüinos si no los hemos visto por lo menos en un zoológico? Antes de la invención de la televisión era a través de las fotografías impresas, en los libros o revistas se podía ver al pingüino, y aún más amplio era el conocimiento sobre el animal si leías. Sin embargo, era muy pobre la apreciación del mundo solo con esto. Después, con la televisión, se sumó el sentido del oído, ya podías escuchar cómo era el sonido de un pingüino lo cual daba más fe en la existencia del ave.
Y para no tardar, sucedió la evolución que ya conocemos, la televisión a color, las nuevas plataformas de streaming, las redes sociales, en fin, todo lo que se puede transmitir en una pantalla.
Ahora las modernas pantallas que son capaces de reproducir multimedia en calidades superiores a los que la vista tiene capacidad de percibir, por ejemplo, en 8K que si lo aprecias con los ojos sanos, seguramente no notarás diferencia. Esa tecnología está presente en las PC, en los teléfonos, smartphones, en las laptops, en los smartwatches, hasta en los nuevos refrigeradores que ya incluyen pantalla.
Cada cosa sirve para una utilidad específica, la TV para la sala y las películas, series o programas, las PC para trabajar en las oficinas, las laptops para trabajo portátil, el teléfono para un uso más personal y de comunicación, el smartwatch para notificaciones más prontas, tal vez me equivoque sobre sus funciones, pero no mucho. No hay nada de malo en tener todo esto, el que se lo pueda comprar lo hará sin consecuencias.
Sin embargo, me referí primero sobre cómo percibimos el mundo porque, hay un común denominador en toda la nueva tecnología que se crea; así es; el uso de las redes sociales, todo lo que se vende que tenga pantalla tiene ese carácter. ¡Vaya!, hasta la música ya fue vendida por la industria como una red social. Aquí tengo hago nuevamente una pregunta, ¿qué tanto de las redes sociales podemos consumir de todo el contenido que existe y que sigue surgiendo? Para responder esto muestro esta estadística de YouTube, cada día se suben 720,000 horas de contenido, a cada hora 30,000. Es decir que si alguien se propusiera ver el contenido que se ha subido a la plataforma en una sola hora le tomaría, desde que nace hasta los 82 años; toda la vida. En Tik Tok se ven un 1 y 12 ceros de videos al día. Basta con esos dos ejemplos para ver la magnitud de contenido que existe, muy diverso y para distintos tipos de público. La tendencia de los promotores de estas redes es hacer que consumamos todo lo que podamos a través de todos los dispositivos que podamos, es un absurdo tan abrumador que hasta ya hay anteojos con sistemas operativos que te permiten hacer uso de las redes sociales.
Pretenden que veamos fotos en Instagram mientras comemos, pretenden que omitamos el sueño y el descanso que el cuerpo necesita para ver Netflix, pretenden que subamos nuestros pensamientos más anímicos Facebook, pretenden que la realidad se perciba solamente a través de las pantallas, como si nunca saciamos nuestra hambre de consumir multimedia.
Es un fenómeno que no se detiene, al contrario, cada día gana terreno, porque cada día gana adeptos que suben contenido, es como una especie de trueque de fotos o videos.
Si hay necesidad de tener aparatos electrónicos con pantallas para trabajar, hay justificación, pero si solo es para consumir y consumir y consumir redes sociales, estamos cayendo en la miseria de no conocer la realidad de manera concreta y más si se es pobre, y no tener capacidad cognitiva de resistir el arrastre hacia un mundo de fantasía, porque las necesidades materiales de vitalidad se olvidan, lo cual es nocivo para clase trabajadora… “¡Pasa esta cadena; si no, tu mamá morirá en 10 días!”
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