MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Pablo Neruda: un grito de amor y libertad

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La derrota, en abril de 1936, de la Segunda República española que sustituyó a la monarquía de Alfonso XIII e instauró un régimen democrático, dio paso a dos importantes acontecimientos ejemplo de solidaridad internacional: por la necesidad de alejar de la violencia de la Guerra Civil española (1936-1939) a niños hijos de republicanos muertos o exiliados y evitarles secuelas físicas y psicológicas, se llevaron a cabo evacuaciones de menores, las cuales se lograron gracias a la participación de organizaciones internacionales de ayuda humanitaria. Pero, no sólo miles de niños salieron de España: ante la derrota republicana, miles de españoles que lucharon en contra del régimen de derecha en que había derivado el otrora régimen democrático, salieron de su país para escapar a los horrores y represión del régimen dictatorial de Francisco Franco, el cual duró 36 años, de 1939 hasta 1975, año de la muerte del dictador.

Los niños españoles exiliados fueron recibidos en países democráticos como: Francia que acogió a cerca de 20 mil menores; Bélgica que recibió a 5 mil niños; Inglaterra acogió a alrededor de 4 mil; cerca de 3 mil los recibió la Unión Soviética y Suiza acogió a unos 800 niños.

 En 1937 México también participó en ese acto humanitario al recibir a 456 menores, los cuales fueron albergados en dos edificios de la escuela España-México, ubicada en Morelia, Michoacán, por lo que son conocidos como Los niños de Morelia. Se suponía que los infantes regresarían a España en unos cuantos meses, pero la derrota de la república y el inicio de la Segunda Guerra Mundial impidió su regreso y les impuso un largo exilio en territorio mexicano, el cual se convertiría en su lugar de residencia permanente, en donde finalmente se casaron y tuvieron hijos, mexicanos por supuesto.

Los niños no fueron los únicos que salieron de España: ante el triunfo del dictador Franco, miles de hombres y mujeres republicanos también se fueron al exilio a fin de salvar sus vidas pues miles de ellos, fueron torturados física y psicológica por las fuerzas militares de Franco.

Fueron varios los lugares de destino de los exiliados republicano y sus familias, entre ellos destacó la participación de países latinoamericanos como: México, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú, Venezuela y Chile. 

En el traslado de los españoles a tierras chilenas, jugó un papel importantísimo el poeta Pablo Neruda, quien desde el primer momento se puso al lado de los republicanos: como cónsul delegado para la inmigración española en París, organizó y ejecutó el traslado de los españoles a Chile: los sacó de los campos de concentración del sur de Francia y el 3 de septiembre de 1939, a bordo del barco carguero Winnipeg, arribaron al puerto chileno de Valparaíso. Luego de varios años, los republicanos españoles exiliados volvieron a sufrir los estragos de una dictadura, pues en 1973 arribó al poder Augusto Pinochet.
Además de su poesía que conmovió y conmueve los corazones y mentes de millones de personas del mundo, Pablo Neruda fue un hombre pensante que militó en el Partido Comunista de Chile, fue miembro de su Comité Central, porque soñaba con un mundo mejor. Ese sueño estuvo alimentado con la relación que mantenía con España, en donde vivió en varias épocas y convivió con literatos, políticos, artistas y personalidades españolas destacadas de la primera mitad del siglo XX, especialmente con Federico García Lorca, poeta también asesinado por militares y organizaciones políticas españolas que se alzaron contra la Segunda República.

Su poesía militante y sus posturas políticas de izquierda no se las perdonaron las fuerzas retrógradas de su país; por eso lo asesinaron cuando él ingresó al hospital para tratarse del cáncer de próstata que padecía, pero que en marzo del presente año estudios científicos demostraron que no murió por la enfermedad, sino que por órdenes del gobierno fue envenenado 12 días después del golpe de Estado que derrotó al presidente socialista Salvador Allende y llevó al poder al dictador Augusto Pinochet.

El pasado 23 de septiembre se cumplieron 50 años del asesinato de Pablo Neruda, el insigne poeta chileno que con la maestría que le dio el conocimiento del lenguaje y una vasta cultura, llenó al mundo de pensamientos de amor, libertad y rebeldía que hoy -en un mundo podrido por los intereses y la ambición de las clases pudientes que lo único que buscan es acumular riquezas que nunca en su vida podrán gastar-, se levantan para gritarle al mundo que es posible vivir dignamente y no como actualmente lo hacen millones de seres humanos que por la explotación en que viven y la ambición de los ricachos son condenados a la miseria más repugnante.

Porque la vida de Pablo Neruda fue un grito de amor y libertad para la humanidad, el Movimiento Antorchista Nacional le hace homenajes en todas las capitales de los estados a fin de que más y más gente, sobre todo los jóvenes, conozcan la obra poética y política de quien en 1971 fuera reconocido con el Premio Nobel de Literatura.

Les dejo un fragmento de una poesía que el poeta, en el exilio, le dedicó a su amado país.

CUÁNDO DE CHILE

OH Chile, largo pétalo 
de mar y vino y nieve, 
ay cuándo
ay cuándo y cuándo 
ay cuándo
me encontraré contigo, 
enrollarás tu cinta 
de espuma blanca y negra en mi cintura, 
desencadenaré mi poesía 
sobre tu territorio.
(…)


Ay Patria, sin harapos, 
ay primavera mía, 
ay cuándo
ay cuándo y cuándo 
despertaré en tus brazos 
empapado de mar y de rocío. 
Ay cuando yo esté cerca 
de ti, te tomaré de la cintura, 
nadie podrá tocarte, 
yo podré defenderte 
cantando, 
cuando
vaya contigo, cuando 
vayas conmigo, cuándo 
ay cuándo.

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