MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Otra 'línea' más al tigre, Claudia

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El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, columna vertebral del transporte público de la Ciudad de México, es y ha sido, desde hace más de 50 años, el medio más importante de movilidad de los trabajadores de la ciudad y los estados vecinos. Durante muchos años pudimos presumir que teníamos un servicio seguro, económico y totalmente eficiente. Sin embargo, desde 2015 hasta la fecha, los incidentes se han presentado, debido a la poca inversión que cada año se le destina y  lo que nos resulta sumamente sorprendente es que jamás se había visto que un tren se desplomara y que, de manera frecuente, hubiera choques e incendios en diversas líneas del metro que costaran la vida de personas. 

Pues bien, el resultado catastrófico que antes menciono se debe a la llamada austeridad republicana, naciente y bautizada así desde la llegada de Morena a la Presidencia de la República, que solo aplica contra las necesidades presupuestales de la mayoría de las dependencias federales y de los gobiernos estatales. Por ejemplo, en 2021, el presupuesto del Metro fue de seis mil 993 millones, todavía 323.5 millones menos en comparación con el primer año de la administración de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

En 2018, de acuerdo con la revista Forbes de México, se destinaron 15 mil 492 mdp; y en 2019 su presupuesto fue de 17 mil 224 millones de pesos; sin embargo, en 2020 éste se redujo a 14 mil 290 mdp y en 2021 subió a solo 15 mil 81 mdp. Es decir, únicamente tuvo un incremento de 2018 a 2019; y el que se le dio de 2020 a 2021 fue menor. ¿No es esto una prueba clara y contundente de que a este gobierno poco le importa la vida de los mexicanos? 

Aun con estos datos, personajes como José Alberto Alvarado Pineda, en defensa no solo de Claudia, sino del proyecto de la Cuarta Transformación, en un artículo publicado en el portal SPR INFORMA, dice: “…es evidente que se pretende acabar con la imagen de la Jefa de Gobierno, pero también es evidente que, a la oposición, no le importa dañar a la gente con tal de obtener lo que ellos quieren, no les importa crear un ambiente de inseguridad en el Metro de la Ciudad de México (por decir lo menos), sino su objetivo es descarrilar un posible sucesor del Presidente actual. Y que no se confundan los simpatizantes de los demás aspirantes a la presidencia de la república, pues hoy es contra la jefa de Gobierno, pero en el fondo es contra el Movimiento, y no se extrañen que iniciarán el golpeteo hacia los otros aspirantes, pues el objetivo no es descarrilar a una persona, sino a la Cuarta Transformación, y es por lo que se debe evitar el linchamiento político avivado desde adentro. 

¿Cómo ven? ¿No es evidente que, en lo único que piensa este gobierno y sus seguidores es en las elecciones del 24? Si la misma Claudia, el día que chocaron los trenes en la Línea 3, dijo que ese problema viene de tiempo atrás y que a su gobierno ya no le va a corresponder resolverlo. Así nada más. 

Cabe hacer mención que, incluso los trabajadores del metro, pertenecientes al Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, habían denunciado por distintos medios la falta de mantenimiento para los trenes e instalaciones, así como de herramientas y refacciones para brindar un servicio de calidad, incluso algunos argumentan que de sus bolsillos ha tenido que salir para comprar celulares y poder comunicarse con el Puesto de Central de Control. 

Está claro que la inversión se está desviando a una campaña adelantada, en apoyos económicos cuyo fin no es elevar la calidad de vida de los mexicanos, sino de asegurar, por esta vía, el voto de los próximos comicios. 

Con todo esto, se pudiera pensar que solo hay que resignarnos y cuidarnos, pues el lugar donde podíamos viajar más “seguros” está en pésimas condiciones y no queremos otra catástrofe que termine cobrado vidas de la gente inocente. Lo último es cierto. Lo que no debemos hacer es, precisamente eso, resignarnos. Debemos tomar partido, aprender y exigir al gobierno en turno que haga valer su slogan de primero los pobres, que invierta en lo que realmente hace falta y no en obras faraónicas que en nada benefician a la población. Y que, para las próximas elecciones, no sea la Cuarta Transformación la que siga al frente, pues ya estamos viendo que no hay y no ha habido una correspondencia entre lo que nos prometieron con lo que están haciendo con el país. 

Por último, que no olvide Claudia que, por invertir en su campaña y no en el mantenimiento del Metro, acabó con la vida, los sueños y el futuro de 30 personas. Que la Línea 12 está pendiente, que ese y otros problemas graves que tiene la ciudad y los capitalinos, le cobraran factura más pronto que tarde. 

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