Elecciones van y vienen y los problemas de inflación, desempleo, salarios de hambre y la solución a las demandas elementales de la población siguen eternamente esperando que se resuelvan. Permítame amable lector decir, aquí no es problema de colores políticos, pues ha quedado de manifiesto que los gobiernos anteriores no sacaron de la pobreza a México y que actualmente Morena no representa los intereses de los humildes, no le interesa el pueblo, salvo por los votos que proporciona; representa los intereses de los grandes empresarios, de los multimillonarios mexicanos y extranjeros.
Para no dejar esta afirmación al aire veamos cómo se comportan los que dicen que “están con el pueblo”. En una nota del https://www.elfinanciero.com.mx del 23 de agosto, nos dice que la candidata estelar del gobierno se reunió con unos 200 integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, donde ocultó su radicalismo de “izquierda” y se mostró sonriente y hasta flexibilidad diciendo que “México vive un momento extraordinario”, refiriéndose a las oportunidades abiertas para las empresas.
A estas alturas quien puede dudar que los grandes problemas del país, no los resienten por igual todos los sectores sociales, pues los que los sufren de una manera muy catastrófica solo son las clases trabajadoras que viven angustiados por los problemas que enumeré al inicio de mi artículo y que no ven un cambio real en su vida de penurias y tragedias.
Los grandes empresarios van a lo seguro porque ya conocen el camino: apuestan su dinero por la candidata del estatismo para comprar protección, pues si gana la candidata de la “democracia” y la libre empresa no tienen de qué preocuparse. Pues lo que trascendió de la reunión fue que, en el fondo, los empresarios preguntaron si con ella en la Presidencia va a haber cambio de rumbo o no. ¡A lo que Sheinbaum y su equipo de prensa emitieron un boletín de dos cuartillas cuyo contenido encierra la respuesta: no!!
La “corcholata favorita”, prometiendo oportunidades y facilidades a los empresarios. ¿Para qué? Para la explotación de la fuerza de trabajo de los mexicanos. En nuestro país, millones de mexicanos están desempleados o trabajan en la informalidad como comerciantes ambulantes, albañiles, lavacoches, etcétera, los cuales no tienen un ingreso fijo y seguro que les permita sostener a sus familias; y los que cuentan con un empleo formal viven con salarios que apenas les alcanzan para sobrevivir, salarios que la inflación ha pulverizado.
En Baja California Sur se estima que más o menos qué 403 mil personas se encuentran ocupadas. De cada 100 trabajadores, 73 son subordinados y remunerados, 18 trabajan por cuenta propia, siete son empleadores y dos no reciben pago por su trabajo; por si fuera poco, 38 de cada 100 personas ocupadas laboran de manera informal. En nuestro país, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Inegi, al corte de octubre de 2022, se registraron 32.4 millones de mexicanos trabajando en estas condiciones, mientras que el empleo formal alcanza 26.1 millones de plazas activas”. (Eleconomista.com)
Lo anterior es debido al modelo neoliberal que existe en nuestro país y que, aunque AMLO lo quiera acabar por decreto, sigue más vivo que nunca, pues todas las medidas que en el terreno económico (política salarial, política fiscal regresiva, etcétera) que tiende a tomar este gobierno de la 4T son para reforzar el régimen y hacer que los empresarios nacionales y extranjeros sigan incrementando sus fortunas, diga se lo que se diga, a costa de mantener a millones de trabajadores en el desempleo y la pobreza.
Contundentemente, no todos los sectores la están pasando igual, ¿Qué hace nuestro “famoso gobierno de primero los pobres”? Nada en favor de los pobres trabajadores, en realidad, los millonarios han sido los más beneficiados del gobierno de Morena.
Por lo que se refiere al salario sabemos que estas empresas de otros países vienen a nuestro país, entre otras cosas, por mano de obra barata y hacerse de nuestros recursos naturales. En conclusión, la inversión extranjera no es la solución a nuestros problemas. Se requiere un gobierno que verdaderamente impulse la economía nacional de manera integral y no vea la inversión de fuera como la medida milagrosa que va a resolver el desempleo y las malas condiciones en que viven los trabajadores. Pues es sabido cómo las penurias de un salario que es paupérrimo, llevan a muchos hombres y mujeres a buscar de otra forma cómo sobrevivir, al empleo informal, sin salario fijo, ni prestaciones, sin seguridad social etcétera, que dan como resultado que sus magros ingresos solo le sirven para medio sobrevivir.
Contundentemente, no todos los sectores la están pasando igual, ¿Qué hace nuestro “famoso gobierno de primero los pobres”? Nada en favor de los pobres trabajadores, en realidad, los millonarios han sido los más beneficiados del gobierno de Morena. Hay quienes aumentaron sus fortunas en miles de millones de pesos, como el dueño del grupo Carso y el de Fundación Azteca. Carlos Slim finalizó 2022 con una riqueza de 74 mil 300 millones de dólares. Al 17 de julio de 2023 ha incrementado en 24 mil millones de dólares, es decir, 857 millones en promedio por semana.
Pero para los humildes del país la situación no es la misma, es contraria. La pobreza no solo se mide por la cantidad de dinero que les llega a sus manos cada semana o quincena, sino que hay otros factores que intervienen, como, por ejemplo, la seguridad, tanto alimentaria y social, los espacios de vivienda, nivel de educación, etcétera. Esta situación que padecen muchos mexicanos que, aunque trabajen sin descanso en lo que puedan, se quedan con hambre, y sin tener la posibilidad de hacer valer sus derechos, que se encuentran en la ley pero que son letra muerta ronda en los 60 millones y eso según cifras oficiales.
Por otra parte, los recursos del gobierno están concentrados en la compra masiva, como nunca antes, de conciencias. Solo en lo que va de este adelantado proceso electoral hasta mediados de agosto se habían gastado las “corcholatas” más de 12 millones de los impuestos de todos los mexicanos para sus giras. Y aunque no se implementó ningún programa para aliviar el problema que condena a millones de mexicanos que viven en el hacinamiento por falta de vivienda, que no se invierte en educación, en salud, y que vivimos el peor de los desastres por la inseguridad en el país, nos están invitando a que votemos por ellos. Con esta otra elección, los candidatos nuevamente se presentan ante el pueblo presentándose como la esperanza, como quienes van a trabajar por el bien de los pobres. ¿Qué hacer?
No debemos resignarnos, no podemos creer que siempre viviremos así. Tendremos que organizarnos, concientizarnos y luchar usando un instrumento que nos sirva para defender sus intereses: un partido de la clase trabajadora, sólido, unido, resistente. un partido de nuevo tipo, encabezado por los mejores hijos del pueblo. Que ponga en marcha lo que Antorcha ha planteado desde hace mucho, cuatro ejes, sobre los que se debiera guiar el nuevo modelo de país.
Estos son: primero, empleo para todos los mexicanos que estén en edad de trabajar; segundo, salario bien remunerado que permita a los trabajadores y sus familias satisfacer sus necesidades básicas de alimento, vestido, vivienda, etcétera, de una manera digna. Tercero, una política fiscal progresiva en la que paguen más impuestos los que más ingresos tienen; y cuarto eje, que se haga un gasto social dirigido a los más pobres, creando escuelas, clínicas, infraestructura urbana, etcétera. Solo así nuestro México será un país más justo para todos.
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