El Movimiento Antorchista nació como una organización popular hace 47 años, en Tecomatlán, Puebla, con el único objetivo de educar y organizar a la clase trabajadora de nuestro país, para cambiar sus condiciones de pobreza y miseria en las que están sumidos.
Sin embargo, después de tantos años de arduo trabajo, la pobreza y miseria en la que se encontraban millones de mexicanos iba en aumento, pues, los que tenían que hacer que las cosas mejoraran para millones de personas, eran los gobiernos por los que el pueblo había votado.
Pero nada de esto fue así, pues fueron los mismos gobiernos lo que se negaron, y hasta el momento, se han negado a cambiar las condiciones de vida del pueblo en una más digna para ellos y su familia. Ese afán de poder los ha llevado únicamente a velar por sus intereses y olvidar el de los que en algún momento los llevaron al poder.
Se olvidaron de la vivienda digna y decorosa para el pueblo, se olvidaron de la salud y la educación, de la obra pública y servicios básicos para las colonias y pueblos.
Fue desde entonces, que la gente organizada en Antorcha vio necesario contar con candidatos emanados del pueblo, para que pudieran gobernar en favor de sus intereses, y así lo ha venido haciendo durante 47 años de lucha incansable.
Ha hecho de colonias y pueblos un ejemplo de progreso y bienestar para millones de mexicanos. Pero la tarea no ha sido fácil ni sencilla, hemos tenido que nadar contra corriente, entre infamias, calumnias e injurias de parte de los que detentan el poder.
Antorcha no nació para ganar puestos de elección popular, eso ha sido parte de un proceso que le ha permitido al pueblo tener voz y voto dentro de los gobiernos, y que sus demandas sean escuchadas y atendidas.
Antorcha nació para educar y organizar al pueblo y para que sea el pueblo mismo el encargado de transformar nuestra patria en una más justa para todos. Pero eso no será posible si la gente no se organiza y no entiende que su realidad se puede transformar, que es posible y necesario un cambio para todos los mexicanos.
Que es posible contar con vivienda digna y decorosa, como lo marca la Constitución, pues, a estas alturas, hay millones de familias que viven en casas de cartón, lamina o desechos. Hay millones de mexicanos que no cuentan con seguro médico que les permitan curarse dignamente, y miles de ellos se mueren por enfermedades que son curables, pero que su situación económica no les permite atenderse de la mejor manera. A estas alturas hay millones de mexicanos que no saben leer ni escribir, que no tuvieron la oportunidad de ir a la escuela a aprender ni ha prepararse mejor.
Hay millones de mexicanos que mueren de hambre y de frío. Millones de mexicanos en desempleo y con salarios míseros que nos les alcanza ni para lo más elemental. Nuestro país se ha convertido, según algunos medios, en el país con mayor desempleo en el mundo.
Ante este panorama, la lucha de Antorcha es más urgente que nunca, pues organizar y educar al pueblo es una tarea gigante, y los antorchistas tenemos que estar preparados para eso y para lo que venga. Un pueblo no educado ni organizado, es un pueblo que creerá que la solución a sus problemas estará en la voluntad de los políticos por querer resolver los males que aquejan al país.
La suerte está echada, y a pesar de los embates por parte del gobierno actual, no olvidemos nuestra tarea principal; “es necesario educar y organizar a las masas para que sean ellas las que impulsen, sostengan y desarrollen el cambio que se busca” (ACM).
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