MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Nueva normalidad para la SEP: autorizar la reprobación de estudiantes

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La Secretaría de Educación Pública (SEP) vuelve a sonar en los medios de comunicación, ahora con la noticia de que “ya se pueden reprobar estudiantes”, debido a que en los dos ciclos anteriores que fueron interrumpidos, mas no detenidos, por la pandemia de covid-19, los docentes no podían colocar calificaciones reprobatorias a los estudiantes; sin embargo, ahora con la nueva normalidad ya es posible colocar un número reprobatorio en las boletas de calificaciones que van de 6 a 10 en alumnos de primero y segundo de primaria, y en los alumnos de tercero a sexto años la mínima será de 5. 

Si bien es cierto que un número no define el conocimiento o aprendizaje del alumno, es necesario como parámetro de evaluación del aprendizaje, pero si nos vamos al “aprendizaje esperado” que marcan los programas de estudio, éstos no están basados en la realidad específica de cada alumno, de cada sector de la población: desigualdad social, buena nutrición, violencia intrafamiliar, familias disfuncionales, o las carencias que tiene el estudiante como un libro a su alcance para estudiar a fondo, una aparato electrónicocon internet para investigaciones más exhaustas, o incluso aulas acondicionadas para un buena enseñanza. Aun así, decidir si se reprueba o no al estudiante no es la verdadera solución para contrarrestar el rezago educativo que existe en México, sino que su verdadero reto es mejorar la calidad educativa. 

En lugar de enfocarse en que el docente repruebe o no al estudiante, la SEP debe preocuparse por gestionar el recurso necesario para mejorar los centros educativos, pero este recurso no debe ser administrado por padres de familia que ni son ingenieros, ni arquitectos, y que no tienen idea de cómo invertir el recurso, este es un tema para los expertos en el tema. Además, la SEP se debe obligar a crear un plan de estudio íntegro, donde (hasta cierto punto, por el hecho de que el estudiante no está acostumbrado) sea obligatoria la educación física y el enfoque cultural, pero, al contrario, ni la misma secretaria de Educación, Leticia Ramírez Amaya, supo responder a la pregunta que le hicieron en cierta entrevista acerca de cómo aprenderá matemáticas un niño de primaria en el nuevo modelo educativo que se plantea con la 4T. Y a lo anterior se le suma la afectación de más de 3 millones de niños y niñas pobres al restarles horas de estancia en los centros educativos cuando decidieron eliminar el Programa de Escuelas Tiempo Completo. Se ve claramente que la SEP está desatinando en las políticas para que los jóvenes tengan una mejor preparación educativa.

Ante esta mala función de quienes tienen el poder en sus manos, no queda más que los afectados, es decir, el pueblo trabajador se una al proyecto de nación que abandera Antorcha Magisterial, en donde el enfoque es la mejora educativa a través de la generación de condiciones (aulas, bibliotecas, centros de cómputo, canchas de usos múltiples, entre otras cosas) a través de la lucha social ante los diferentes niveles de gobierno ya que estos no invierten los recursos necesarios para combatir las  necesidades y problemas, ya mencionas más arriba, en las que está inmersa el pueblo trabajador y de paso sus hijos, mismos que deben tener una excelencia académica, pero también una visión social y política, debido que estos últimos son los que en un futuro, si se les invierte en lo educativo, darán buenos frutos, llegarán a ser ingenieros, licenciados, pedagogos y profesionistas más preparados para enfrentar y resolver los diversos problemas que se le presenten al país, pero al paso que vamos con esta política de la 4T, la SEP y su mal enfoque, y su titular que anda pensando en la marcha de Andrés Manuel López Obrador, seguiremos en picada al rezago educativo.

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