Hay sobradas razones para que los mexicanos en edad de votar no entreguen el sufragio a las y los candidatos que contienden en busca de un cargo popular bajo las siglas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), después de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y todos los emanados de esa fracción se han encargado de hundir al país en el atraso, enarbolando un ficticio combate a la corrupción que ha sido el pretexto para perseguir con el aparato de Estado a todos aquellos que piensan diferente a los promotores de la llamada cuarta transformación, esa que se ha convertido en transformación de cuarta.
Morena y su dirigencia, así como su propietario, son responsables directos del desastre económico que se vive en México, son culpables de arrebatarle al pueblo las opciones que tenía para su propia subsistencia, también de que se hayan incrementado los cinturones de miseria extrema, pobreza y hambruna en todos los rincones de la patria.
También son culpables de las muertes por covid-19 después de que sencillamente se dedicaron a recomendar a los mexicanos que no salieran de sus casas, pero sin aterrizar un solo beneficio, algún apoyo que permitiera enfrentar dicha pandemia, sin una cruzada nacional alimentaria, sin cortar los pagos de impuestos o de servicios diversos, sin pactar con las prestadoras de servicios como el internet para que los niños y jóvenes pudieran estudiar de forma virtual, en una palabra, abandonaron a su suerte a los ciudadanos enfrentados en una guerra sin cuartel frente a un enemigo poderoso e invisible.
De acuerdo a la calificación que a nivel mundial se aplicó por parte de organizaciones internacionales, el presidente de México fue quien menos atendió a su pueblo en esta pandemia, donde hasta el momento siguen faltando vacunas o atención médica adecuada para los enfermos.
Los de Morena son responsables directos de haber mutilado programas y fideicomisos que anteriormente auxiliaban a millones de familias, a decir del Seguro Popular, Progresa, guarderías infantiles donde las madres trabajadoras podían llevar a sus hijos para poder laborar y obtener recursos para la manutención de sus hogares.
También son quienes han utilizado el Poder Legislativo para transgredir los más elementales principios de democracia y libertad, de derechos humanos y posibilidades de acceder a mejores niveles de bienestar, después de que los legisladores de esa fracción se encuentran sometidos al capricho del presidente de la República para dar paso a sus iniciativas sin quitar una coma aunque éstas contengan elevadas dosis de afectación para las grandes mayorías.
El gobierno federal de la 4T también ha abandonado a los mexicanos en casos de desastre, condenándolos a arreglárselas como puedan en inundaciones o incendios, en trágicos accidentes y en la inseguridad sobrada, donde parece ser que las bandas criminales tienen permiso para asesinar candidatos a puestos de elección popular en el camino de la elección más grande que culminará el seis de junio venidero.
Hasta el momento suman más de 80 víctimas de esos ataques cobardes, sin que haya un solo detenido, sin que la 4T mueva un dedo en ese sentido abriéndole el paso a una descarada impunidad a pesar de que se siga promoviendo el garlito de acabar con la corrupción.
El periodista Martín Moreno Durán presentó recientemente alrededor de cien razones para no votar porMorena en la elección del seis de junio, siendo entre ellas la más justificable; "Porque el dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ha dividido al país con un discurso de odio desde Palacio Nacional".
Morena, la 4T y AMLO, han implantado el autoritarismo y pretenden conducir a México hacia una dictadura socialista de corte chavista. La Agencia Spin dirigida por Luis Estrada refiere que AMLO ha dicho 48 mil mentiras durante sus conferencias mañaneras.
La 4T y Morena, detonaron – desde 2019, antes de la pandemia – la crisis económica más profunda de la historia. Porque con ellos en el poder México no ha crecido desde 2019, incluso antes de la pandemia por covid-19. El crecimiento promedio durante el actual Gobierno es del 0 por ciento.
También provocaron un quebranto financiero incalculable con la cancelación del NAIM Texcoco, las pérdidas en Pemex y en la CFE, y las pérdidas que expertos advierten sobre esos “elefantes blancos” llamados refinería de Dos Bocas y Tren Maya.
Porque han generado que haya siete millones de desempleados durante la 4T. Además permitieron la quiebra de un millón de empresas pequeñas y medianas y de comercios, donde las pequeñas y medianas empresas se quedaron prácticamente sin financiamiento.
Pero lo más grave que está sucediendo radica en la persecución artera a los mexicanos que no comulgan con las ideas del mandatario ni de los morenistas, utilizando para ello a la Unidad de Inteligencia Financiera que se ha dedicado a cancelar las cuentas bancarias de quienes consideran sus enemigos políticos, tal como ha sucedido con dirigentes pertenecientes a Antorcha Nacional, sin mediar una justificación, inventando mentiras y fabricando delitos.
Son responsables por igual de brindar “protección” a verdaderos delincuentes enquistados en sus filas, que han violentado a mujeres, que son acusados de asesinato, como sucede con Manuel Bartlett Díaz, titular de la CFE que podría ser detenido en c como responsable de participar en la muerte del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.
Por todo eso y más, las y los mexicanos no debemosvotar por Morena ya que al hacerlo es evidente que se estará condenando a nuestros hijos a vivir en la incertidumbre, en el atraso y en la desesperanza, en la pobreza e inseguridad, en la falta de oportunidades para su desarrollo.
Las familias mexicanas no merecemos gobiernos de cuarta transformación que se han erigido como omnipotentes, requerimos de un mandatario que verdaderamente luche por erradicar los grandes males que aquejan a la patria entera, pero sin ambiciones de poder, que vele por la construcción de una nación justa y equitativa donde todos los nacidos bajo este cielo tengan acceso a mejores niveles de vida, pero sin ser perseguidos ni acusados por el simple hecho de pensar diferente.
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