El primer caso de contagio en México por covid-19, fue un hombre de 35 años, residente de la Ciudad de México y se detectó el 27 de febrero de 2020, esta persona contrajo el virus fuera del país y afortunadamente fue dado de alta en marzo. No se sabía que la capacidad infecciosa del virus haría que el mundo temblara por sus efectos. Ha transcurrido el tiempo y el virus se ha diseminado por todo el mundo. Esta mortal enfermedad no respeta clase social, edad ni sexo. La OMS, nombró al coronavirus SARS-CoV-2 (Síndrome Agudo Respiratorio Severo-Corona virus tipo 2), al agente causal fue identificado en diciembre de 2019 en China y denominó la enfermedad covid-19 (Corona Virus Disease 2019), del cual se han reconocido diversas variantes, que causan infección aguda del tracto respiratorio y su principal característica, es el potencial de ser transmitido por personas infectadas antes de que presente los síntomas y también aquellos que no los presente (asintomáticos), o sean muy leves y el infectado no les dé importancia (oligosintomáticos). El escepticismo, impulsado por el propio presidente de la república, licenciado Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sería el caldo de cultivo para la propagación del nuevo virus, así como la obligada necesidad de millones de mexicanos de salir de la seguridad de sus hogares para acudir a trabajar: “O nos mata el virus o nos morimos de hambre”
Una de las peores cosas que le puede ocurrir a la humanidad es llegar a normalizar las catástrofes y esto en nuestro país se ha vuelto ordinario, se está perdiendo la capacidad de asombro. Hoy nos parece normal que aparezcan cuerpos desmembrados a todo lo largo y ancho de la patria, la violencia se pasea campante por todo el territorio sin que nadie intervenga y se ha vuelto algo cotidiano para la población. Anteriormente, cuando se cometía un asesinato la ciudadanía se conmovía, generaba indignación y perduraba en la mente de la población por meses inclusive años. Cosa similar sucede con la pobreza que afecta de manera terrible a millones de mexicanos, según datos del Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el número de personas en situación de pobreza aumentó en 3.8 millones de personas en comparación con 2018, periodo en el que inició la administración de AMLO. En 2018 había 51.9 millones de personas en esta situación, mientras que, en 2020, la cifra se incrementó a 55.7 millones. La población en situación de pobreza extrema registró un aumento de 2.1 millones, por lo que el número total subió de 8.7 millones a 10.8. Los mexicanos en pobreza extrema por ingresos, son aquellas personas que tienen tres o más carencias sociales (rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacio de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación nutritiva y de calidad. Vemos a nuestro alrededor la misma situación todos los días que estamos perdiendo la capacidad de distinguir que esto es algo que no debe ser normal, se deben implementar medidas para remediar la injusta forma de vida de la clase a la que pertenecemos, lamentablemente los que están en el poder, no harán nada para solucionar.
Con la pandemia causada por la covid-19 está sucediendo algo parecido, hemos convivido más de año y medio con el mortal virus que muchas personas le están perdiendo el miedo y lo empiezan a ver como algo normal, esto los lleva a descuidarse y se comportan como si el virus no existiera, para desgracia el virus el virus existe y se ha tornado más mortal, ya que ha adquirido nuevas características que lo vuelven cada vez más peligroso para la humanidad. Para enfrentar la pandemia se han implementado varias medidas de prevención que incluyen desde el distanciamiento social, así como el uso de cubrebocas, la efectividad depende del entendimiento del mecanismo de transmisión del virus. Está claro que la transmisión aérea es la principal vía de transmisión de esta enfermedad.
Para frenar la pandemia de la covid-19, expertos en la materia recomiendan la vacunación masiva de al menos el 70% de la población y mientras más se tarden en su aplicación, existen más probabilidades de que nuevas variantes resistentes del virus surjan. Así mismo, recomiendan continuar usando el cubrebocas en público, junto con la vigilancia de la ventilación de los espacios mediante la medición de la concentración de CO2, para asegurar que sea la adecuada, distanciamiento, cuarentena, así como la identificación y seguimiento de los contactos relacionados con personas diagnosticadas como positiva.
Covid-19, es una enfermedad que te obliga a sufrirla en soledad, que te genera sentimientos de incertidumbre y angustia. Debemos entender que no existen remedios milagrosos para prevenir su contagio ni su tratamiento. La mejor arma que la sociedad tiene contra la pandemia, es el conocimiento de la enfermedad, esa es la medida más efectiva para prevenirla.
El letal virus causante de la covid-19 es una realidad y está ocasionando millones de muertos en el planeta, sin embargo eso parece no importarles a los funcionarios educativos, ya que implementaron la apertura de escuelas a clases presenciales sin tomar en cuenta que las aulas no cuenten con el espacio necesario para guardar la sana distancia, mucho menos están ventiladas, no cuentan con equipo de medición de CO2, muchas carecen baños y aquellas escuelas que los tienen necesitan agua, podemos seguir con una lista interminable de carencias. Esto es algo que como pueblo no podemos permitirles a los servidores públicos, no debemos llegar al punto de ver esta situación como algo normal. Debemos exigir a las autoridades que inviertan nuestros impuestos en obras para escuelas, pavimentos, electrificación, agua potable, generación de empleos, pero esto es algo que de manera individual no podemos lograr, se requiere que nos organicemos y en conjunto exigir lo que por derecho nos corresponde, solo de esta manera conseguiremos un mejor país, un mejor lugar donde podamos vivir sin miedos ni angustias y donde todos tengamos lo necesario para vivir dignamente.
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