Imagínese usted, amable lector, que llegaran a su casa y le dejaran un documento de la Fiscalía de su estado en el que les citaran a declarar. Imagínese también que cuando hace una breve investigación del tema se da cuenta de que lo acusan de haber vendido un terreno suyo a una persona que le acusa de fraude, es decir, que le acusan de haber recibido dinero y que usted no ha entregado el terreno que le compraron. Ahora, Imagine que analiza el asunto con detalle y se percata de que alguien utilizó su identidad para hacerse pasar por usted y que en su nombre vendió el terreno ante notario público y recibió dinero, pero no entregó el terreno. Imaginar que usted se ha dedicado toda la vida a luchar por los que más lo necesitan y que, por lo mismo, ha denunciado las arbitrariedades de las autoridades que incumplen con sus obligaciones constitucionales y, por ende, dada su actitud crítica, el Gobierno en turno le persigue. Aprovechando esa ocasión, siendo usted señalado falsamente de haber cometido un ilícito, el Gobierno utiliza todas sus herramientas para perseguir y buscar encarcelarle aún y cuando usted no cometió ningún delito cómo queda descrito.
Pues bien, justamente eso es lo que le sucedió a nuestro compañero antorchista: al ingeniero Samuel Aguirre Ochoa. Una persona se hizo pasar por él, vendió un terreno de propiedad del ingeniero Samuel, recibió dinero de la parte que le acusa y, finalmente, fue acusado falsamente de haber cometido el delito de defraudación, sin tener, como se dice coloquialmente, “vela en el entierro”. Lo más curioso de todo esto es que el gobernador morenista del estado de Veracruz, Cuitláhuac García, ha mandado a las fuerzas de la Policía Estatal, a la Policía Ministerial e, incluso, helicópteros, a rondar las colonias antorchistas dónde creen podría estar nuestro compañero Samuel Aguirre, con el afán de amedrentarlo. ¿Por qué digo: lo más curioso de todo? porque en la credencial de elector presentada con el nombre de Samuel Aguirre Ochoa para hacer el fraude al que nos hemos referido, simple y sencillamente la fotografía no coincide con la de nuestro compañero; sin embargo, eso al Gobierno le tiene sin cuidado y busca amedrentarlo. ¿La fiscalía de Cuitláhuac está cometiendo una arbitrariedad y se convierte en un acto de corrupción y de persecución política al querer amedrentar a nuestro compañero Samuel Aguirre? ¿Por qué citan a nuestro compañero si no es el que está en la foto de la credencial de elector del que cometió el fraude? ¿Con qué propósito hacen un despliegue de las fuerzas policiales en las colonias antorchistas?
Ahora imagine usted, amable y paciente lector, que es usted médico; y que lo es en tiempos de pandemia. ¿Verdad que su papel se vuelve determinante en esas condiciones y que se arriesga la vida en ello? Es determinante y se juega la vida en ello, pues por las malas condiciones hospitalarias y de protección de los médicos de México, tenemos el primer lugar en muertes de personal de salud. Pues bien, sigamos con el ejemplo hipotético. Imagínese que ahora que lo contratan para trabajar contra la pandemia y lo hace decididamente, entrega su tiempo, sus conocimientos y arriesga su vida. Es más, recibe en más de una ocasión el apelativo de “héroe de la pandemia”. Una vez que las cosas se empiezan a estabilizar, sin descartar rebrotes, como está sucediendo, da la casualidad que lo corren de su empleo sin más ni más. En ese momento usted se organiza con otros médicos y personal de salud, enfermeras y de servicio, y juntos luchan para que les reintegren en su puesto. Esperaría usted que el gobierno de su estado considere la importancia de su puesto y lo contrate, pues se habría tratado de un error, ¿verdad? Pues no, imagine ahora que su gobierno no sólo no le recontrata, sino que, ante la visita del presidente de la república lo desaloja violentamente del plantón de protesta que, conforme a derecho mantiene usted con sus compañeros frente al palacio de gobierno.
Pues eso sucedió en Oaxaca con un grupo de médicos que arriesgaron su vida en la pandemia. El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, despidió a los médicos; se organizaron y pusieron un plantón frente a palacio de gobierno y justo cuando iba a ir Andrés Manuel López Obrador, les lanzó a la policía estatal a desalojarlos. Es decir, no recibieron abrazos los médicos oaxaqueños, sino golpes y violencia por las autoridades estatales de Oaxaca. Pero ahí no para la cosa, resulta que el dirigente del Movimiento Antorchista en Oaxaca, Dimas Romero González, por acompañar solidariamente la lucha de los médicos, ahora es víctima de amenazas de muerte y de persecución para meterlo a la cárcel, es decir, un caso similar al de Morena, y aquí debería notarse la diferencia con los gobiernos morenistas; sin embargo, hay una suerte de similitud que da escalofríos.
Pues bien, camaradas de Veracruz y de Oaxaca, ingeniero Samuel Aguirre Ochoa y compañero Dimas Romero González, los antorchistas del Estado de México estamos listos y atentos a su llamado para defender las causas justas de los más desprotegidos de sus estados y para defenderlos a ustedes de cualquier arbitrariedad que se intente cometer en su contra. La solidaridad Antorchista, impulsada por nuestro líder y guía, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, está por encima de cualquier cosa, pues el pueblo, para que salga de su atraso, de su miseria y de que sea arbitrariamente perseguido por los poderosos, debe educarse, unirse y organizarse, pues la suma de los débiles hace que seamos infinitamente superiores y fuertes ante cualquier adversario. Los gobernadores tienen un carácter temporal y tendrán más aspiraciones políticas el día de mañana; sin embargo, el trato que dan los llevará a quedarse solos cuando busquen al pueblo al que maltrataron. Pero que quede claro compañeros de Veracruz y Oaxaca, no están solos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario