MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Niños mexicanos, diezmados en la 4T

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Primero se decía que los niños mexicanos fallecían víctimas del fuego cruzado en la incursión de bandas del crimen organizado, después los ataques cobardes se volvieron directos hacia ellos en actos totalmente condenables donde se pretende sembrar el terror mediante el asesinato de niñas y niños inocentes que nada tienen que ver con los imperios logrados a base de sangre y fuego.

Frente a esa situación, se podría señalar como responsable también al Gobierno federal con su perorata de cuarta transformación que maldita cosa ha hecho para frenar esos abusos absurdos donde se coarta la existencia de los infantes que no saben de los abrazos y no balazos, que no son responsables de lo que hagan sus padres que podrían ser el origen de venganzas.

Nuestros niños mexicanos vienen al mundo para ser felices, para crecer y forjarse un buen futuro, no merecen ser lastimados de esa manera, ni asesinados impunemente; al contrario, se les debe edificar una nación que los cobije y los abrace con ternura y cariño, máxime cuando se trata de infantes que han tenido la desgracia de nacer en los reductos de pobreza.

Las cifras se muestran escalofriantes, nos llenan de indignación cuando se advierte que el crimen organizado asesina diariamente a dos niños en el país, sin justificación alguna, sin mediar para ellos la oportunidad de ser felices, de jugar, de divertirse, de crecer y de vivir.

Dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que en México se está avanzando y que, por lo tanto, todos debemos estar felices, brincando de alegría, pero cuando se echa un vistazo a los crímenes en agravio de nuestros niños, todo su falso populismo se va a la tiznada, porque no se puede hablar de un México progresista sembrando los panteones con nuestros pequeños mexicanos, esos que ninguna culpa tienen, que el único pecado que han cometido es el de venir a una nación que en lugar de protegerlos los ha abandonado a su suerte.

Hay un encargado de seguridad nacional que hace como que la virgen le habla, Ricardo Mejía Berdeja, que anda mucho más preocupado por obtener la gubernatura de Coahuila, bajo su manto protector llamado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y que se ha desentendido de sus quehaceres primordiales como el de frenar a las bandas criminales que están transgrediendo el principio elemental de respetar a las familias y niños tal como se hacía en tiempos de Al Capone, que marcaba ese código no escrito.

Veamos entonces que grupos del crimen organizado asesinan a dos niños cada día, en emboscadas o en fuego cruzado, cifras que significan un incremento de 6.8 por ciento en los homicidios contra menores de edad con armas de fuego a nivel nacional, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

De enero a septiembre de este año, 627 menores de edad fueron asesinados en emboscadas o fuego cruzado. Siete por ciento más que en 2021. En su mayoría, los infantes estaban acompañados de sus padres o familiares a la hora de ser atacados.

Si bien muchas familias con recursos económicos se han blindado en sus autos, aquellas que viven al día no tienen acceso alguno a protegerse quedando desnudos a las balas que los asesinan cobardemente, después de revisar que el costo del blindaje de los vehículos es de hasta 28 mil dólares.

De acuerdo con notas publicadas, niños y adolescentes son víctimas de violencias que afectan su desarrollo en México; ante la obnubilada sensatez permanente de estados y sus instituciones. Específicamente en México, con carencia de políticas públicas que protejan a las infancias y prevengan la violencia.

¿Cuántos niños más faltan para hacer entender a este gobierno populista que su estrategia de seguridad ha resultado inservible? Y ¿quién le dijo a los asesinos que de esa manera crecerán en su camino? ¿Hay respuesta de ello en las mañaneras?... No creemos.

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