El Gobierno federal anunció que para evitar los problemas en el Metro de la Ciudad de México mandaría a 6000 elementos de la Guardia Nacional, tratando de confundir a la opinión pública, haciendo parecer que el problema es que la capital y el grupo que apoya a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, está siendo víctima de un grupo terrorista, por lo que el país esta en emergencia nacional.
Andrés Manuel López Obrador es capaz de tratar de formar una cortina de humo, más circo, más mentira, para ocultar que el problema es que la política de austeridad, en la que se cimienta su administración, está afectando ahora al Metro, algo que, tarde o temprano, tenía que suceder por la falta de mantenimiento, así lo confirmó la empresa noruega que ellos mismos contrataron para hacer el peritaje del accidente.
Lo que está pasando es que el gobierno desatendió su obligación porque se encuentra distraído haciendo campaña en todo el país, son millones de pesos gastados en campaña anticipada, mientras el Metro está sin mantenimiento. Con ello demuestra que es mentira que a López Obrador le preocupan los pobres, y toda la gente que no tiene vehículo, que tienen que transportarse en el Metro.
El presidente lo confirmó con su declaración, cuando dijo que apoya a los pobres por un asunto de estrategia política, por eso hay que dar dinero a la mano para tener compradas las conciencias y asegurando los votos.
Por eso no invierte en obra pública, en salud, educación, seguridad, ni en el mantenimiento de carreteras, edificios públicos, todo se destina a la obra de relumbrón como: el tren maya y refinería de dos bocas. En el fondo lo que pretende es que los pobres sigan siendo pobres, porque así son más fácil de controlar por el hambre, por el miedo, por la inseguridad y las amenazas como lo vemos todos los días en todos los puntos del país y la amenaza a los comunicadores y a todo el que piense diferente a ellos.
La verdad es que el presupuesto para el Metro, en el Gobierno de Claudia Sheinbaum, bajó tres mil millones de pesos menos, si lo comparamos con el último año de Miguel Ángel Mancera. Para el Metro menos apoyo, para la campaña todo, la realidad es que lo que menos les importa son los pobres. La cantidad de gente que se transporta en el metro bajó de cinco millones a tres millones 800 mil, porque varias líneas no funcionan por falta de mantenimiento, como la línea 12, la línea 1, y así muy lejos se quedaron las administraciones que construían un kilómetro de Metro al mes.
En el periodo de la 4T se han registrado 431 accidentes en las líneas del metro, es lógico que por ahorrar no se da mantenimiento, por lo que nada es eterno, todo cambia, los fierros fallan. Cuando hay descuidos del gobierno de la CDMX, como el de AMLO, como un grave problema que es producto o resultado de su política de austeridad que ahora y antes ya venía aplicando, además porque esta se invertía en el Metro de la CDMX, porque es de las más grandes del mundo, ahora la mayoría de los recursos se van al tren maya y programas del Gobierno federal para apuntalar a sus corcholatas ahora ya muy quemadas.
Por tantos problemas, total los días pasados fueron clave para el futuro de la CDMX como para el país, al parecer el presidente de Estados Unidos dio un manotazo a la mesa cansado de informalidades del gobierno de México e incumplimiento al TEC-MEC, la intervención de la DEA en la captura del hijo de El Chapo, Ovidio Guzmán, los problemas en el Metro, que AMLO lo atribuye a algo parecido a terrorismo, demostrando, una vez más, que ineptitud como un gobierno que no ve ni escucha.
Así como está fallando el Metro en México, poco a poco, seguirán fallando otras cosas por la falta de mantenimiento y de recursos, pero eso no les importa los tiene muy sin cuidado, según ellos muy austeros y republicanos, pero sin crecimiento económico, con la delincuencia desatada, no hay trabajo, con las escuelas en malas condiciones, con un sistema de salud sin medicinas, con cero apoyo al campo, el problema es el mal gobierno de Morena y su mesías que no respeta la ley, ni la opinión del pueblo que lo llevo al triunfo, ni de nadie, un presidente que quiere ser líder de Latinoamérica, pero que su país se este cayendo a pedazos, chorreando sangre, con una mordaza de sangre para los comunicadores y organizaciones sociales.
Estando las cosas así, no hay otro camino mas que el pueblo haga uso de su derecho y así como lo puso lo saque. El pueblo debe decidir y escoger quien lo gobierne, no un dictador que por exceso de poder a perdido piso.
Ahora es tiempo de que los mexicanos pongamos en practica todas las malas experiencias del pasado. El pueblo organizado debe reclamar las injusticias que se cometen contra nuestros hermanos de clase, contra todos los pobres de nuestro país y del mundo, pedir que se mejoren los servicios de salud, educación, que tengamos empleo, seguridad, exigir que se pare la muy grave desigualdad entre ricos y pobres, que los ricos paguen mas porque ganan más y que los recursos se repartan más equitativamente entre todos los mexicanos.
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