MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Mi obra maestra

image

Una película inédita que supone una crítica a la mercantilización del arte, a la subestimación de la finalidad última del arte, a saber, exponer con claridad meridiana la realidad social de su tiempo, así como servir como herramienta de transformación de esa misma realidad. Sugiere la trama una subordinación total del artista al dinero, con chispazos de crítica a la realidad monótona y a las relaciones pequeñoburguesas respecto del artista y su obra. Una dramatización sensacional como fidedigna sobre el entorno embustero de los grandes artistas contemporáneos y el fatal destino de las clases populares que, por más que se esfuercen e intenten destacar en este sistema, simplemente se ven avasallados por el tumulto del capital.

Eso y todavía más, representa la cinta cuyo titulo encabeza esta obra. Es una película argentina de 2018, escrita por Andrés Duprat, dirigida por Gastón Duprat y protagonizada por Guillermo Francella y Luis Brandoni. Renzo Nervi es un pintor destacadísimo, sin embargo, es uno de esos talentos frustados, contaminados por el sentimentalismo (remordimiento) de izquierda, defensor de las clases populares y, finalmente, en franca lucha contra el servilismo cultural. Su gran amigo, Arturo Silva, es un galerista de arte, un tanto inescrupuloso y oportunista, cuya amistad con Renzo le genera, a la postre, grandes dividendos. Convergen alrededor suyo varios personajes como, Alex, el joven que busca abrirse camino en este fluctuante mundo; Dudó, la cazadora de talentos, que busca aprovecharse de ellos para allegarse de ganancias, o; Laurita, la joven inestable e individualista que busca solo placer personal. 

La trama es una constante lucha de contrarios, por un lado, la ambición pequeño burguesa por fama y dinero (cuyo fanatismo económico no cesa de la misma manera que no cesa la ambición desmedida del capitalista), representado por Arturo y Dudó, a costa de todo, incluso del honor, de la honestidad y de la traición, y por otro, la terquedad inquietante en defensa de esas almas solitarias y olvidadas, el pueblo humilde y trabajador, al que cuestiona categóricamente Renzo: “¿Para qué trabajan? ¡Para comprar cosas! ¡Váyanse a la mierda!”. Consignemos aquí dos cosas: primero, la honestidad del artista Renzo, cuya obligación no es dictar una guía, sino simplemente mover a su receptor al cambio, a la transformación de sus condiciones lastimeras y afrentosas y, segundo, la actitud frustrante y frustrada del mismo Renzo, cuando en el restaurante, después de degustar sus ricos alimentos sentencia, “le pido que no me traiga la cuenta porque no la voy a pagar, eso sí, te pido que me traigas otra copita de esta grappa italiana que está buenísima…”, y ante la sorpresa y reclamo del gerente, el artista responde, “esta comida es una mínima devolución al aporte que como artista he hecho a esta sociedad de mierda durante 50 años”, es decir, el artista que se despoja de su aureola y se reconoce  como un obrero asalariado más, vilipendiados y humillado.

Un asunto por demás importante. La actitud de Arturo Silva, su amistad es sincera, su defensa plasmada en varias ocasiones, su apoyo a prueba de todo, incluso a costa de sus traumantes humillaciones y, finalmente, el reconocimiento tácito como el amigo de fierrovque Renzo le tributa. Pero, paralelamente, ese frío interés, calculador que no suelta de las manos a las matemáticas en momento alguno y que, se aprovecha del talento de otro, de la misma manera que "el capitalismo ha despojado de la aureola a todas las profesiones que antes se tenían por dignas y venerables de piadoso respeto, al médico, al jurisconsulto, al sacerdote, al poeta, al sabio, los ha convertido en sus servidores asalariados".

En fin, la mentira. La impostura, la falsedad, lo ruin de la ambición pecuniaria envilece las relaciones artísticas y, condena al pueblo argentino, pero, en general al pueblo de casi todo el mundo a que disfruten solo lo que a sus intereses de la clase poderosa conviene, ¿Qué ha pasado con la música de concierto, la música popular mexicana, la práctica del teatro, del baile, la danza, la pintura, la poesía, y demás disciplinas artísticas que elevan el alma y engrandecen el orgullo? ¿Dónde están los artistas que utilizarán el arte para cincelar la nueva sociedad? La burguesía tiene los suyos, pues, Antorcha está formando los del bando revolucionario, a los hijos del pueblo que con su arte ayudan a liberar de sus cadenas a los explotados de esta tierra. Vale.

NOTICIAS RELACIONADAS

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más